Aquí la Palabra de Dios nos enseña, que como nuestro amor hacia el otro debe ser sin fingimiento, es decir, aparentando que le amo cuando en realidad no amo...¿es eso posible?...bueno, cuando lo dice la Biblia por algo será...
Como decía una vez que te has dado cuenta de que amar al prójimo es otra cosa distinta a lo que haces ahora tal vez, la Palabra nos transmite en este versículo, cómo debe ser ese amor hacia los otros, y cómo debe ser el amor de los otros hacia mi. Estamos hablando en términos cristianos. Esto nada tiene que ver con el mundo y su espíritu del demonio. Hay un punto y coma, y después del punto y coma, nos da la clave para poder amar a los otros como Dios quiere, no como a ti o a mi nos parece. Y aquí hay tema para examinar las conciencias. Sólo dos versículos y ya hay materia para examinarnos. Y si no nos examinamos nosotros ahora, seremos examinados de todas formas después, aunque ya sin posibilidad de rectificar conductas.
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