jueves, 21 de junio de 2012

El Evangelio de hoy dice que si no perdono, Dios tampoco

Dice:

    Si no perdonas al que te ofendió, DIOS no te perdona.
Supongamos que no perdono a quien me ofendió. Que soy de esos que no están en el camino de Dios, y que suelen decir al que le ofendió que ya no me vuelvas a dirigir la palabra, o yo contigo no quiero saber nada, o esta me la vas a pagar y vas a ver...
    Luego voy y me confieso, pero me callo en la confesión que estoy enemistado con otra persona y que no quiero perdonar. El sacerdote lógicamente, no lo sabe, pero Dios si. El sacerdote me absuelve, porque es su obligación, pero Dios no te perdona. ¿Quién lo dice?. Lo dice Jesús, el Señor.
    La confesión ha sido inválida. Los pecados que he confesado, aunque tuviera propósito de enmienda y arrepentimiento, y el sacerdote me haya absuelto, la confesión no es válida. Dios no perdona al que no perdona.
    Supongamos que luego voy y comulgo en ese estado. San Pablo dice que en ese estado se traga uno su propia condenación. Es duro, pero eso dice San Pablo. Es que San Pablo es muy duro, lo envió el Señor.
    La comunión en ese estado es sacrilegio contra el cuerpo y la sangre de Cristo. Los pecados no se perdonan, y añado un pecado más a los anteriores.
    Todo esto es la reflexión del Evangelio de hoy.
    Y si rezare mil padrenuestros, pero no perdono a quien me ofendió, no tengo nada que hacer. Es tiempo perdido. Dios no perdona porque yo no perdono, así de simple.

Sin amor, nada sirve, y si no amo al hermano a quién veo, ¿cómo puedo decir que amo a Dios, al que no veo? (esto es Palabra de Dios)

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