lunes, 25 de junio de 2012

25 Junio. Manda la fe y el amor


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      Corazón de Jesús, receptáculo de justicia y de amor, que enseñaste a dar a cada uno lo suyo, pagando Tú mismo el tributo cuando te lo exigieron y diciendo: «dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios».

Forma también en nosotros un espíritu recto de justicia que sea insobornable ante el derecho y la ver­dad del prójimo.

Que ante tantas injusticias sociales de los que abusan del obrero y lo reducen a una condición me­nor que humana, faltos de retribución y del respeto que merecen como hombres y como cristianos, res­plandezca el sentido de la justicia para los que están subordinados, viendo en cada uno de ellos a un her­mano más, que es también hermano de Jesucristo.

Y que nuestros obreros, con un sentido de responsabilidad social saquen el mejor rendimiento de su trabajo, sin dejar de mirar que por encima de hombres y leyes, Dios es quien está viendo sus obras y quien pide una obedezcan filial movida por la fe.

Haz, Corazón de Jesús, que estemos persuadi­dos de que la única solución para el problema social es la que tu Iglesia nos enseña y que no aspiremos, ni veamos siquiera con cariño otras soluciones, qui­zás más deslumbrantes, pero siempre engañosas y nunca duraderas.

Pero que esa justicia, a imitación Tuya, sea ilu­minada por la luz del amor que pasa por encima de la obligación estricta, para abrazar al hermano, con un abrazo de sincera caridad.

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