martes, 19 de junio de 2012

19 junio

19
      Corazón de Jesús, que aborreces la tibieza y experimentas dolor ante los que abandonan el cami­no comenzado de tu seguimiento: haz que nunca se enfríe nuestro espíritu. Que vivamos cada hora, en­cendidos en tu amor.

Que no seamos de los que por la mañana rinden tributo a Dios y por la tarde te olvidan; de los que han aprendido a vivir con una conciencia tranquila porque han recostado su cabeza en tu Corazón, como discípulos amados, aunque luego te puedan negar como Pedro.

Haznos ser enemigos de esas mezquinas compo­nendas que quitan vida y vigor a la fe y al amor que debemos a tu Corazón. Tú que has venido a traer fuego a la Tierra para abrasarla en esa hoguera de tu amor, inflámanos para purificarnos de  cobardías y para poner al rojo vivo nuestro espíritu cristiano.

Arrástranos tras el amor encendido de tus dolo­res y de tu Cruz. Y métenos por fin dentro de la ho­guera de tu Corazón.
Tú, que pides que seamos perfectos como nuestro Padre del Cielo es perfecto, y santos como Tú mismo eres Santo, haz que, soste­nidos por tu amor, corramos la carrera de nuestra vida sin cerrar jamás a tus continuas llamadas, la puerta de nuestro corazón.

1 comentario:

¡GRACIAS POR COMENTAR!