Liturgia. San Ignacio de Loyola
Los jesuitas celebramos hoy la SOLEMNIDAD de SAN IGNACIO DE LOYOLA,
nuestro Fundador, que se sobrepone a la liturgia del domingo.
Las lecturas expresan 3 características de la
espiritualidad y la obra del Santo.
1Tim 1, 12-17 sería la referencia a la vida de Ignacio.
San Pablo se describe a sí mismo como un
blasfemo, un perseguidor y un violento, pero Dios tuvo compasión de mí… Dios
derrochó su gracia en mí…, se compadeció
de mí para que en mí mostrara Cristo toda su paciencia… Ignacio se describe
a sí mismo como “soldado desgarrado y
vano” (y en la expresión esa –“vano”- está indicando una vida pecadora).
Pero descubre a Cristo crucificado que ha dado su vida POR ÉL, y se abre con
todas sus fuerzas a preguntarse: Y yo ¿qué
he de hacer por Cristo?
La respuesta viene en el evangelio: Lc 9, 18-26, en el
que se siente Ignacio interrogado por el propio Jesús: Y tú, ¿quién dices que soy yo? Para entrar Ignacio en una dinámica
de conocimiento interno del Señor para
más amarlo y seguirlo. Ahora bien: ¿Cómo se ama y se sigue a Cristo? Cuando
se le ha conocido en su vida misma y se acaba uno identificando con el Cristo
de la cruz: El que quiera seguirme, que
se niegue a sí mismo, que tome su cruz cada día y se venga conmigo. E Ignacio
querrá parecerse a Jesucristo y buscará identificarse con él en lo más
característico de Jesús: la pobreza, la humillación, la cruz, en un verdadero
reventón de amor.
El camino que sigue Ignacio lo marca la 1ª lectura: Deut 30, 15-20 hace referencia a esa
nota distintiva del discernimiento de espíritus: Hoy pongo ante ti la vida y el bien, la muerte y el mal. Si cumples
lo que yo te mando hoy, el Señor tu Dios te bendecirá… Elige la vida y vivirás
tú y tu descendencia, amando al Señor tu Dios, escuchando su voz, pegándote a
él, pues él es tu vida y tus largos años… La vida de Ignacio se
desenvolverá en esa ELECCIÓN que le pone ante la vida y las cosas con la plena
conciencia de que de nada vale al hombre
ganar el mundo entero si arruina su vida, lo que a su vez le conduce a
vivir su vida y realizar su obra a mayor gloria de Dios para EN TODO AMAR Y SERVIR.
La Eucaristía marca un hito en la vida de San Ignacio
porque en ella recibió profundas gracias místicas de arrobamientos y lágrimas
de amor, y en ella recibió una buena parte del espíritu que trasmitió a la
Compañía de Jesús. La Eucaristía no era para Ignacio un añadido espiritual sino
un foco de irradiación para todo el proceso de su espíritu
Ampliamente trazo el camino
de Ignacio en la entrada siguiente.
Para vivir la vida A MAYOR GLORIA DE DIOS, pedimos en este día:
-
Para que reconozcamos que
hemos salido de la mano de Dios, y a él queremos agradar, Roguemos al Señor.
-
Para que experimentemos el
conocimiento interno del Señor, para amarlo más y para seguirlo mejor, Roguemos al Señor.
-
Para que utilicemos los
medios humanos como instrumentos, pero eligiendo los que son más acordes con la
voluntad de Dios, Roguemos al Señor
-
Para vivir el día a día con
el propósito de EN TODO AMAR Y SERVIR, Roguemos
al Señor.
Toma, Señor, y
recibe todo nuestro ser y lo que tenemos: libertad, memoria, entendimiento y
voluntad. De ti lo hemos recibido y a ti queremos entregarlo. Danos tu amor y
tu gracia, que nos hacen tanta falta.
Lo pedimos por Jesucristo N.S.