sábado, 5 de marzo de 2016

SÁBADO 5 (José Andrés)

Día 5-3-2016. Sábado
Buscamos y leemos: Oseas 6, 1-6

            Seguimos hoy con el profeta Oseas en un texto bellísimo y una llamada a la verdadera conversión, no en apariencia. La conversión implica dos movimientos: sentido de culpabilidad y buscar al Señor. Por eso se inicia el texto con ese “vamos a volver al Señor”. Pero esta conversión puede que no sea sincera. No se conoce al Señor cuando se piensa que Él llega como lo hace la lluvia. En este caso, habría solo que esperar sin más una llegada segura.
            El profeta utiliza metáforas agrícolas para explicar por qué se trata de una conversión solo aparente. Su amor es superficial y pasajero: “nube mañanera, rocío que se evapora”. Así es la lealtad del pueblo. Son momentos superficiales de conversión. La verdadera conversión debe ir en la línea que dice en el v.6: “porque quiero misericordia y no sacrificios, conocimiento de Dios más que holocaustos”. Israel no acaba de comprender que no es con el culto externo como se agrada al Señor.

            No es que se rechace el culto, sino que lo ideal sería que coincidiese culto con amor y conocimiento del Señor. Hasta que esto no se dé, el Señor continuará utilizando al profeta como instrumento para provocar la conversión mediante la palabra que ilumina. 

1 comentario:

  1. Oseas 6, 1-6. Los sacerdotes tenían su parte en las víctimas inmoladas por el pecado y por eso favorecían que hubiera muchos pecadores. Jr, Mi y Mal habian denunciado la corrupción de algunos sacerdotes que practicaban estos holocaustos.Este texto reúne a todo el pueblo en un acto litúrgico penitencial(vv1-3). No les mueve el arrepentimiento sincero, les mueve el miedo al día del castigo(vv5-9).Ellos esperan la venida de un mesías guerrero que restablezca el orden entre Israel y Judá. El profeta los avisa: tantas desgracias han ocurrido porque sus corazones estaban muy lejos del Señor; a los sacrificios les faltaba amor.Con todo, Oseas consigue que el pueblo reconozca que está enfermo y que debe acudir a Dios que al ver sus intenciones de conversión, les va a curar las heridas que les provocó por sus idolatrías y por sus holocaustos de seres humanos. Dios conoce bien sus corazones ,sabe que su arrepentimiento no tiene peso, pero Jahvé es el Señor de la historia, el Creador y, cuando los hebreos se decidan a cambiar, porque han reconocido que son enfermos( Os5,13), el Señor no se va a cansar de invitarlos a la conversión con palabras como espadas que hiren para curar: les pide amor, no holocaustos(v6); confianza, no unas prácticas cultuales hipócritas.

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