Liturgia del JUEVES SANTO
El proceso de la liturgia del JUEVES SANTO es el “más simple” de todo
el TRIDUO PASCUAL, por cuanto que casi se reduce a una CELEBRACION DE LA
EUCARSTÍA como núcleo fundamental.
Su comienzo debe hacerse alrededor de las 6 de la tarde,
hora que puede pensarse que fue la que reunió en el Cenáculo a Jesús con sus
apóstoles.
Las variaciones están en alguna frase cuando se va a
consagrar, indicándose que las palabras del Señor fueron ESTA MISMA NOCHE, pero
sobre todo en el rito del LAVATORIO DE LOS PES, que recuerda el hecho de Jesús
con sus apóstoles en aquella noche. Momento tan importante y por otra parte no
común en muchas celebraciones. Tiene mucha
importancia y –en el evangelio de Juan- equivale a la misma celebración de la
Eucaristía. Por decirlo así, la explica hondamente porque la Eucaristía es
Sacramento del Amor, y en aquel lavatorio de Jesús la lección que nos quiso
dejar el Maestro es que “me llamáis el
Maestro y el Señor, y decís bien porque lo soy; pues si Yo, el Maestro y el
Señor lo he hecho así con vosotros, es para que vosotros lo hagáis igual entre
vosotros. Eucaristía-Amor como algo inseparable, no sólo para definirlo
sino para transformar a quienes participamos de ese sacramento-Sacrificio.
Al final la
celebración se prolonga con la PROCESIÓN de las Sagradas Especies que se han
consagrado, hasta el MONUMENTO, o lugar solemne de la Reserva, donde quedará
expuesto a la adoración y acompañamiento de los fieles hasta los Oficios del
Viernes.
La procesión, con cruz alzada y velas, arranca desde el
Altar donde se ha celebrado a Eucaristía (“La
Misa vespertina de la Cena del Señor”) y rodea el Templo hasta llegar al
Altar de la Reserva (Monumento). Allí
se inciensa y se oculta en el Sagrario. De ese Copón comulgaran los sacerdotes
y los fieles que participen en los Oficios litúrgicos del Viernes.
Los tiempos –por una parte menos seguros y por otra parte
de personas mayores- le han quitado a la adoración un regusto especial de permanencia
durante toda la noche, que tenía mucho sentido como acompañamiento a Jesús en
noche tan tremenda para él como aquella en la que vivió su prendimiento y las
burlas y maltrato de los guardias, y hasta el juicio ante Caifás y el Sanedrín
o senado de los ancianos judíos, ya
de madrugada. Velar con Jesús que padece en estas horas.
Desde la última reforma de la liturgia queda el Monumento
en oscuridad y con las Iglesias cerradas, con la sola “lámpara del Sagrario”
que indica la presencia de Jesús Sacramentado. Luego se volverá a poner a la
adoración, pero con menos iluminación y solemnidad que la tarde-noche anterior.
Canta un villancico de la Navidad que es noche que no es de dormir… Algo así
tendría que vivirse esta noche con un sentimiento profundo de vela junto a
Jesús sufriente.
Las LECTURAS de la Misa son : Ex 12, 1-6.11-14, relato de
la PASCUA que vivió el pueblo hebreo en Egipto. Pascua o PASO que supuso la
salida desde la esclavitud a la libertad. Todo un ritual simbólico que expresa
la perentoriedad con la que tuvieron que salir.
1Cor 11, 23-26 con el relato más primitivo de la
Institución de la Eucaristía.
Jn 13, 1-15 con el relato del lavatorio de los pies y el
mandato nuevo, mandato del amor. Y se cantará el bello canto: Donde hay caridad y amor, allí esta Dios.
Está expresamente recomendado en las rúbricas que a homilía
verse sobre los temas del Sacerdocio
(hoy instituye Jesús el sacerdocio: “cuantas
veces hagáis esto…”; deben, pues, hacerlo, repitiendo y reviviendo lo mismo
que ha hecho Jesús), la Eucaristía
(nueva Alianza y PASO=Pascua nueva firmada en la sangre de Jesús), y el Mandamiento del amor.
[RÚBRICAS: indicaciones
escritas en color rojo (=rubrum) en los libros litúrgicos para orientación del
Celebrante].
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÒLICA (Continuaciòn)
ResponderEliminarPRIMER MANDEAMIENTO:"Amaràs a Dios sobre todas las cosas"
"Dios escribiò en las tablas de la ley lo que los hombres no leìan en sus corazones"
¿QUÊ ES SACRILEGIO?.-El sacrilegio consiste en profanar lugares, maltratar personas o robo y profanaciòn de algo santo o sagrado.
Todo esto proviene de una falta de reverencia hacia lo que es de Dios.Nuestro tiempo ha visto desoladores ejemplos de los peores sacrilegios:ganado estabulado en las iglesias,religiosos y sacerdotes encarcelados y torturados, la Sagrada Eucaristìa pisoteda, religiosas violadas,tambien el mal uso de las cosas sagradas:recibir los sacramentos sin las debidas disposiciones, la Sagrada Biblia quemada,vasos y ormamentos rotos, en fin todo lo consagrado o bendecido para el culto divino o la devociòn religiosa e indebidamente tratado es "sacrilegio " y atenta contra el primer mandamiento.
Para nosotros los cristianos lo que màs nos afecta es mostrar la reverencia debida a los objetos religioso que usemos corrientemente: guardar el agua bendita en recipientes limpios y en lugar apropiado; manejar los Evangelios con reverencia por ser la palabra del Señor; quemar los escapularios y rosarios rotos en vez de tirarlos a la basura; pasar po alto los defectos y debilidades de los sacerdotes y religiosos que nos desagraden y hablar y derigirnos a ellos con respeto por ver en ellos su pertenencia a Dios. Conducirnos con respeto en la Iglesia en bodas y bautizos. Tener cuidado con la ropa con la que entramos a la iglesia. Esto es sòlo el aspecto exterior de la fe
La víspera de ser entregado en la Cruz, Jesús, abrió su corazón y sus discípulos pudieron entrar en lo más profundo de su ser...Jesús deja dos signos a los discípulos como testamento espiritual:Uno es la Eucaristía. Al compararse con el pan partido y el vino que han tomado, Jesús anticipa el sentido de su muerte en cruz, como que se nos entrega, se nos da todo, y un derramamiento de su amor por todos nosotros, en rescate por los pecados que nos conducían a la muerte.
ResponderEliminarEl otro signo es el lavatorio de los pies. Así nos da ejemplo de cómo tenemos que amarnos y servirnos mutuamente, nunca rebajar ni instrumentalizar a nadie. Ambos signos van acompañados de un mandamiento: que hagamos también nosotros lo que hemos visto hacer a Jesús.
Hoy agradecemos el ministerio a nuestros Obispos, a nuestros Párrocos que hacen presente al Señor por medio de los Sacramentos. Nosotros también tenemos que ejercer nuestro sacerdocio común ofreciendo nuestra vida por los demás siempre en actitud de servicio, a imitación de Jesús.