Día
7-3-2016. Lunes
Buscamos
y leemos: Isaías 65, 17-21
La lectura de este tercer Isaías
de hoy es como una bocanada de aire fresco: Voy
a crear un cielo nuevo y una tierra nueva”.
La atención se centra en el
destino de los elegidos. Se describe un futuro con términos que recuerdan los
textos escatológicos. Se promete gozo y alegría, salud y larga vida. Remite,
por un lado, al final del libro en Is 66, 22: “Como el cielo nuevo y la tierra nueva que voy a crear…”, Por otro
lado, remite al principio en Is 11, 6-9: “habitará
el lobo junto al cordero…”, que es como termina, también, este capítulo 65.
Este
mismo tema lo recogerá el Apocalipsis en el Cap. 21. Se trata de la edad de oro
anunciada por el primer Isaías: habrá gozo y alegría, plenitud de bendiciones y
fecundidad, y el Señor atenderá las necesidades de su pueblo; no habrá ningún
mal ni violencia y la convivencia será perfecta.
Isaías 65, 17-21. Busco y leo: Esto didre el Señor:(17)Mirad, voy a crear un cielo nuevo...El Señor como que se compadece de aquel pueblo al que llama "hijo", que no acaba de confiar en Jahvé y vuelve a sus idolatrías. Se resiste a la llamada del Señor y se olvida de invocar su Nombre(vv 1-7) El profeta no deja de decirles que Dios es un juez justo y que a cada uno, según sus obras, les da la suerte que le corresponde según su grado de fidelidad o de rebeldía.(vv8-16). En el fragmento que leemos, Dios habla a la Humanidad entera de las dimensiones de su plan de salvación. Es verdad que hemos sufrido, el camino por el desierto es penoso; pero pronto nos olvidaremos de las fatigas pasadas porque el Señor está dispuesto a ejecutar una nueva creación, llena de alegría.En estos versículos se unen el canto del Corazón de Dios y el de sus hijos. La Obra salvadora del Señor transformará el mundo: es una promesa cuyo cumplimiento es Jesús y llegará a plenitud al final de los tiempos.
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