lunes, 28 de marzo de 2016

28 marzo: Lunes de Resurrección

El día 1 es el PRIMER VIERNES
Liturgia
          Esta semana es toda ella  DOMINGO DE RESURRECCIÓN. El acontecimiento que celebramos es de tal calibre que necesita expandirse a través de todos estos días.
          Hoy tenemos el primer testimonio público de la Resurrección, que es el que da Pedro el día de Pentecostés (Hech 2, 14. 22-32), anunciando que Jesús fue acreditado por Dios con signos y milagros. Sin embargo vosotros, por manos de paganos, lo matasteis. Pero Dios lo ha resucitado. Ya lo anunció David, aunque en él no se realizó porque él murió y lo enterraron. Pero se ha verificado en Jesucristo, resucitado de entre los muertos.
          El Evangelio está tomado de Mateo 28, 8-15): las mujeres han tenido visión de ángeles en el sepulcro y ya se van impresionadas y llenas de temor a anunciarlo a los apóstoles. Y Mateo, simplificando mucho, dice que Jesús se les apareció y les dijo: Alegraos. Mientras tanto los guardias, aterrados, van a comunicar a los sacerdotes lo que ha pasado, y ellos les ofrecen dinero en cantidad comprando su silencio. Que si llega a oídos de Pilato, ellos tienen que decir que los discípulos robaron el cuerpo, mientras dormían. ¡Vaya centinelas y testigos!

VIDA GLORIOSA
          Pretender poner un orden cronológico –y  aun lógico- en la narración de lo sucedido, es como querer componer un mosaico en el que las piezas no ensamblan naturalmente. Nosotros, con mentalidad occidental e “histórica” buscamos forzarlas de manera que encajen pero muchas veces no podemos conseguirlo.
          Las narraciones de este período de la Resurrección no están escritas para la historia sino para la fe, y no para los detalles sino para el hecho substancial. Ni pueden tomarse como sucesión de hechos sino como vivencias de unos primeros testigos que lo que menos toman en consideración es qué sucedió sino qué efectos produjo.
          Cada evangelista lleva la narración de una manera, a veces muy sintética, otras muy generalizada, otras muy dramatizada. Van a lo que van y no pretenden más.
          Para botón de muestra, Mateo pone a sólo dos mujeres: María Magdalena y “la otra María”, que Marcos identifica con María la de Santiago, “y Salomé”. (La misma “de Santiago” u otra más?). Lucas habla de “las mujeres”. Y Juan sólo de María Magdalena. Pero cuando ella se vuelve precipitadamente a avisar a los apóstoles, “las mujeres” siguen hasta el sepulcro (según los sinópticos) donde tienen visión de ángeles (o de varones con vestido resplandeciente).
          Coincide siempre el mensaje: No está aquí, HA RESUCITADO. No busquéis entre los muertos al que vive. Como lo dijo, como lo anunció mientras estaba con vosotros. “No está aquí”, “ha resucitado”, “como lo dijo” son tres constantes que quedan concretadas en los tres evangelistas sinópticos, porque constituyen el núcleo del mensaje.
          No coinciden en el efecto que tuvo en las mujeres el encargo de ir a los apóstoles a avisarles, porque mientras un evangelista dice que fueron, otro dice que no se atrevieron. No dijeron nada porque temían (Mc). Y es que un testimonio tan inaudito y –encima de todo- trasmitido por mujeres (que no tenían valor testifical) era para que las trataran de locas o visionarias. De hecho, Jucas nos dice que fueron y lo comunicaron y a los apóstoles les parecieron estas palabras delirio, y no las creyeron.
          Rizando el rizo ¿quién llegó antes: Magdalena o las mujeres? Porque el anuncio de Magdalena se lo tomaron en serio. Y por lógica había llegado antes que las mujeres, pues ella no llegó hasta el sepulcro mientras que las mujeres sí… ¿Tomaron como delirio la narración que hicieron de haber visto ángeles y haber recibido mensaje de ellos? Debe ser eso. Mientras que el anuncio trágico de Magdalena les encajaba mejor en su mente entristecida y deprimida.
          Resumiendo (en nuestra mentalidad), Subían las mujeres, con Magdalena; ésta se vuelve a distancia aún del sepulcro, y ellas siguen. Magdalena avisa mientras ellas reciben visiones. Ellas bajan y ya no está ni Magdalena ni los dos discípulos que han subido. Ellas avisan y no las creen… (o unas avisaron y otras no se atrevieron…) ¿Cuántas “Marías” hay en total? Deben ser 3, al menos (aunque sólo se identifiquen a dos), contando con Magdalena: ella se vuelve, las otras siguen.

          El hecho es incontrovertible: CRISTO HA RESUCITADO.

2 comentarios:

  1. Ana Ciudad9:24 a. m.

    CATECISMO DE LA IGLESIA CATÒLICA (Continuación)

    PRIMER MANDAMIENTO:"Amaràs a Dios sobre todas las cosas"

    Este mandamiento nos prohíbe:Ser supersticiosos, depender de pràcticas esotèricas, mágicas u ocultas o dedicarse a la adivinación o al espiritismo.

    ESOTERISMO:Cìrculo interior, lo interior, (aquello para lo que es precisa una iniciación para entenderlo). Desde el siglo XIX se usa como concepto genérico de doctrinas y p`ràcticas espirituales en las cuales el hombre es conducido a un supuesto " conocimiento verdadero", que siempre està ya dentro de èl.Por el contrario, una Revelación en la que Dios se muestra a los hombres desde fuera es extraña al pensamiento esotèrico.
    ES COMPATIBLE EL ESOTERISMO CON LA FE CRISTIANA?.-No. El ESOTERISMO se equivoca ante la realidad de Dios. Dios es un ser personal; es el amor y el origen de la vida,no una fría energía cósmica. Elhombre es querido y creado por Dios, pero èl mismo no es divino, sino una criatura herida por el pecado, amenazado por la muerte, necesitada de redención. Mientras que las doctrinas esotèricas suponen en su mayoría qaue el hombre se puede redimir a sì mismo, los cristianos creen que únicamente les redime Jesucristo y la gracia de Dios. Tampoco la naturaleza y el cosmos son Dios (como afirma el PANTEISMO).El Creador, con todo su amor por nosotros, es infinitamente mayor y diferente a todo lo que èl ha creado.

    Continuarà

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  2. ¡JESÚS HA RESUCITADO Y VIVE! Él mismo sale al encuentro de quienes con afán lo buscan, como las mujeres que habían ido al sepulcro en la madrugada; no sabemos cuántas Marías fueron al sepulcro; lo que sí sabemos es que su Madre no fue, Ella se quedó en el Cenáculo, esperando al Resucitado, orando al Padre, anonadada, para que en todo se cumpliera la voluntad de Dios.Esta es la Buena Noticia que llena de alegría y de sentido nuestras vidas: ¡Jesús, el Hijo de María, ha resucitado! ¡Ojalá que este mundo vaya recuperando la alegría al encontrarse con su Presencia entre nosotros!.

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