martes, 1 de mayo de 2012

En el día de San Joséé, trabajador


SAN JOSÉ.- MARÍA, FLOR DE MAYO

             Hoy tendré mi reflexión sobre este doble evento que nos ofrece el nacimiento de Mayo.  De una parte, la Liturgia nos lleva al recuerdo de San José, como el trabajador de cada día, para ganarse el pan.  El trabajador alegre, que hace de su trabajo un arte. (La palabra griega que lo designa, no es la habitual de “carpintero” ni la otra de “obrero”, sino “artífice”, trabajador que hace salir arte de sus manos.
             Y no significa que fuera un “artista”, un creador. No: es el trabajador que hace felicidad de su trabajo, que trabaja con un sentido positivo de estar haciendo algo importante, de saberse colaborador en la gran obra de arte del mundo que hizo Dios. Dios hizo lo grande, lo esencial, toda la infraestructura y todo el armazón, y hasta dejó ya creado el adorno.  Pero le dio a su criatura el poder sobre la obra de sus manos…, la inmensa dignidad de colocar las piezas, y hasta de crear nuevas piezas con los elementos que Dios había dejado sembradas en el universo.
             José fue así el “artífice” que supo hacer de su trabajo, gozo; de su sudor, perlas cultivadas para enriquecer cada instante de su vida personal y familiar.  No fue el “obrero” cansado y harto de su trabajo, sino el hombre ilusionado con cada “nueva criatura” que podía poner sobre la mesa de la creación de Dios.
             Mientras hoy muchos obreros –cargados de consignas prefabricadas- salgan por las calles, la Iglesia estará rezando por todos esos padres y madres de familia que trabajan y necesitan un trabajo, trabajo justo, trabajo digno, trabajo bien remunerado.  La Iglesia estará del lado de San José, artífice de un mundo mejor, desde su trabajo diario, responsable y gozoso.

             Por otra parte, la primavera que está explotando hoy en esas yemas cargadas de bellezas que encierran flores de mil formas y colores, que deleitan nuestra vista, nos estará atrayendo la mirada hacia MARÍA, flor de Mayo, que encierra todos los colores y todas las más recónditas bellezas desde la mínima flor silvestre hasta la petunia más hermosa.  Por ello, se ha llamado a Mayo, mes de las flores,  y –por atracción de la mente- MAYO, MES DE MARÍA.   Y por el simbolismo, “Venid y vamos todos CON FLORES A MARÍA…, QUE MADRE NUESTRA ES”.  La pregunta que nos queda es:  ¿Qué flor de mi vida de hoy ofrezco amorosamente a mi Madre María?

A SAN JOSÉ

Porque fue varón justo
Le amó el Señor; le dio el ciento por uno
Su labor.
El alma mensajera
Del sol de alegre brillo
Conoce ese martillo
Que suena en la madera.
La mano carpintera
Madruga a su quehacer,
Y hay gracia de Dios en el taller.

Cabeza de su casa
Del que el Señor se fía;
Por la carpintería,
la gloria entera pasa.
Tu mano se acompasa
Con Dios en su labor
Y alargas tú la mano del Señor.

Y pues que el mundo entero
Te mira y se pregunta,
Di tú cómo se junta
Ser santo y carpintero,
La gracia y el afán,
Tener propicio a Dios y escaso el pan.

1 comentario:

  1. José Antonio2:11 p. m.

    En este día, hemos de sentirnos cercanos a esas personas que anhelan un trabajo digno, y aquellos que gracias a Dios disponemos de él, pues sentirnos "artífices" en el desarrollo del mismo. Que San José nos ayude como modelo de tantas virtudes en nuestro quehacer diario.

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