jueves, 17 de mayo de 2012

Nuevo ciclo


COMIENZO UN NUEVO CICLO:  LITURGIA DE LA MISA
             El sacerdote se reviste en la sacristía.  La vestimenta litúrgica se compone de ALBA (ya lo dice la palabra: túnica blanca), generalmente ceñida con un CÍNGULO a la cintura.  La ESTOLA, que es el distintivo esencial sacramental  (de ahí que se llamen “derechos de estola” las limosnas que recibe por su ministerio). Y la CASULLA, que es la vestimenta visible.  Estola y Casulla varían el Color, según Ciclos litúrgicos, Santos que sean mártires o que no lo sean…)
             Previamente se han preparado en la CREDENCIA (mesa próxima al Altar), el Cáliz con el PURIFICADOR (equivalente a “servilleta” personal para que cada sacerdote limpie el Cáliz o la boca), La PATENA (con la Hostia que va a ser consagrada) o COPÓN PATENA si –además- se consagran más hostias para la comunión de los fieles). [“Hostia” o “Forma” son dos maneras de expresar una misma realidad…, y sonar mejor o peor es por la falta de educación con que se trata de ello por gentes sin religión].  Sobre la Patena o Copón-Patena, va el CORPORAL (como el “mantel” sobre el que se van a colocar luego esos vasos sagrados.  En el Altar, EL MISAL, con las oraciones de cada Misa y las PLEGARIAS EUCARÍSTICAS variadas que puede utilizar el Sacerdote
             En el AMBÓN DERECHO, el libro LECCIONARIO, con las lecturas correspondientes de, la Misa.  En el ATRIL IZQUIERDO (generalmente lugar de LA SEDE, está el asiento para el sacerdote).  En ese Atril puede ir el LIBRO DE LA SEDE, y el de PETICIONES.  Pero no existe esa posibilidad doble en todas las Iglesias, y entonces todo se hace desde el  Ambón derecho.
             El Sacerdote espera en la sacristía su HORA DE SALIR AL ALTAR, que debe ser muy respetada, por razón de los fieles.  Y espera EN SILENCIO meditativo, como quien se prepara debidamente al gran misterio que va a celebrar.  Los que están en la sacristía, respetarán ese silencio y no hablarle al Sacerdote, salvo algo verdaderamente necesario


LITURGIA DEL DÍA
             Pablo dejó Atenas, marchó a Corinto, donde grupos judíos le hostigaron y maltrataron. Los sábados iba a la sinagoga y allí se encontraba con los judíos que le hacían la guerra, por lo que Pablo decide definitivamente irse a los paganos.  Y allí encontró los primeros frutos entre muchos corintios.  Es el apóstol que sabe que la Palabra de Dios no tiene puertas, y que siempre hay un campo por delante, y ese hay que aprovecharlo.  Ya lo había enseñado Jesús: si no os reciben en un sitio, vais a otro, que el mundo no se acaba en un palmo.
             El Evangelio corresponde realmente a la Santa Cena.  La despedida de Jesús por “poco en que no me veréis”, en realidad es la despedida del que va a morir.  Pero situado en este contexto de días previos a la Ascensión, viene a decir su propio triunfo: “Dentro de otro poco me volveréis a ver”.  Ese “otro poco”, ¿es la cercanía de Pentecostés?  ¿Es un planteamiento del encuentro definitivo que tendremos todos tras nuestra muerte?  Hay algo muy cierto:  que lo veremos, porque Él se fue para prepararnos sitio en la Casa del Padre donde hay muchas moradas”. Allí será el encuentro dentro de poco.


UNA NUEVA FLOR A MARÍA
             Quiero hoy ponerte un capullo (aunque todavía cerrado) en tus manos, para ver si abre bajo la luz de tu mirada, y te lo puedo ofrecer a ti, como algo cargado de ilusiones.  Tú, la Mujer silenciosa, callada, meditativa, aparentemente exagerada en tanto silencio…, y sin embargo eres un inmenso clamor de paz y alegría, como primavera cargada de flores que nos van a ofrecer siempre sus frutos.

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