martes, 29 de mayo de 2012

El acto penitencia de la Misa


LITURGIA DEL DÍA
Voy a comenzar por la liturgia de hoy por no tener garantizado el tiempo para seguir con el tema de la MISA.
Pedro tiene un argumento de confianza excepcional para aquellos primeros cristianos.  Lo que Dios prometió por medio de los profetas, no se cerraba en la esperanza inmediata que podí generar en aquel pueblo que los escuchaba. De hecho predecían una solución que solamente Cristo traería –en la plenitud del tiempo- con sus sufrimientos, y la gloria que luego le seguiría.  El Espíritu del Señor les llevaba a traspasar los siglos y revelaban el triunfo para nuestros tiempos, que ya vivimos en le era de la salvación que Cristo nos ha traído.  Y lo que ahora nosotros estamos conociendo, los mismos ángeles lo quisieran penetrar, pero somos la humanidad actual la que conoce la salvación que Jesucristo ha ganado para nosotros.  ¡Que buena cuenta debe levantar en nuestro interior, para vivir como hijos obedientes!
El EVANGELIO es final de la narración de ayer.  ¡Muy difícil…, imposible, que un RICO viva el Reino de Cristo (bajo toda la gama de riqueza que debemos tener en cuenta para no sentirnos “escapados” de esa palabra tan seria de Jesús. Y todos tendemos a ser ricos…, y tenemos la gran tendencia a serlo, por esa soberbia nuestra que se manifiesta de mil maneras, aun muy sutiles, por la que somos capaces de convertir en malas aun las obras mejores que hacemos, incluidas –y con mucha realidad- las mismas cosas religiosas. (¡Soberbia espiritual”, la peor de todas…, el intento de “posesión” de parcelas religiosas que no cedemos ni que nos maten. Y todo, desgraciadamente bajo el señuelo dela gloria de Dios…, el servicio de Dios…  Por eso me deja siempre tan “tocado” esa palabra de Pedro: A nosotros, que lo que lo hemos dejado TODO, ¿qué nos va a tocar?  Porque mirando la actitud de Pedro en medio de su seguimiento de Jesús, se queda uno pensando: ¿Éste es el que lo ha dejado TODO?   Dejó “cosas”, y hasta familia… ¡Vale!  Pero ¿se había dejado a sí mismo?

EL ACTO PENITENCIAL EN LA MISA
El sacerdote ha besado el ALTAR y ha insuflado a Cristo en los fieles que están en la Asamblea.  Pero la Iglesia, con los pies en la tierra, se pregunta:  ¿realmente tenemos aquí delante una ASAMBLEA o un “montón” de fieles.  ¿Podemos decir que estos hermanos que está ahí, han salido de sí para constituir una unidad…, o está cada uno con su tema, su “devoción”, su “cumplimiento”.
Y el Sacerdote, que está ya ocupando el lugar de Cristo como Liturgo que preside, ha de poner a esos fieles ante un espejo y una necesidad de reflexión:  “Antes de entrar en los misterios de la Eucaristía, reconozcamos nuestros pecados que nos están poniendo distancias entre nosotros, e impidiendo la auténtica Asamblea que vive una sola fe y un solo bautismo, con un solo Dios y Padre.
Eso significa que a este momento de la Celebración debería dársele más tiempo de silencio reflexivo, y –por supuesto- en los fieles muchísima mayor profundidad para que pudieran reconocer sus pecados concretos que, de hecho, le están apartando de la unidad.  Y que más de una vez no es una generalidad sino realidades tan concretas que exigirían dejar la ofrenda al pie del altar antes de proseguir en la vivencia del misterio que se celebra.  Es que hacemos de este momento un “ritual” vacío, porque no hemos reconocido nada, ni planteado nada que haya de mejorar para vivir el milagro de la PRESENCIA DEL SEÑOR…, que ya se hace presente por primera vez en la asamblea cristiana (dos o más reunidos en mi Nombre). [No solo amontonados, sino incluso “distanciados” físicamente en el templo y que deja muchas celebraciones con una impresión lastimosa de “devotos personalistas” a quienes el resto de los participantes (que –por desgracia- están en la misma postura), nada les dice y con  quienes nada les va].
¿Habremos comprendido lo que es LA ASAMBLEA CRISTIANA?

4 comentarios:

  1. Personalmente me agrada que explique usted estas cosas, porque me parecen muy importantes. Gracias.

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  2. ¡Qué tema tan escabroso el de la pobreza! - realmente que dificil es no tener apego a muchas cosas y mucho mas dificil no creerse mejor, mas inteligente, mejor conocedor que los demás.

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  3. Si esta alma estuviese siempre asida a la voluntad de Dios;que está claro que no se perdería; más viene el demonio con sutilezas grandes y debajo de color de bien vala desquiciando en poquitas cosas de ella y metiendo en algunas de él le hace entender que no son malas ´,y poco a poco
    osc ureciendo el entendimiento y entibiando la voluntad y haciendo crecer en ella el amor propio,hasta que de uno en otro la va apartando la voluntad de Dios y llegando a la suya.SANTA TERESA DE JESUS

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  4. la verdadera pobreza trae una honranza consigo que no hay quien la sufra :
    LA POBREZA QUE ES TOMADA POR SOLO DIOS .DIGO ,NO HA MENESTER CONTENTAR A NADIE,SINO SOLO A ÉL.

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