viernes, 25 de mayo de 2012

Últimos días en Corinto

    Los religiosos de Corinto, es decir los judíos, los que creían en el Dios creador de cielos y tierra, los que seguían las tradiciones, todos los sábados iban a la sinagoga a oír y celebrar. La sinagoga judía es para el judaísmo lo que para el cristianismo es la Iglesia. La sinagoga era un lugar donde los judíos daban culto a Dios, y "estudiaban" las Escrituras. Después de 18 meses de estar "soportando" a Pablo, y Pablo soportándolos a ellos y sus blasfemias y oposiciones a su persona (Hch 18,6), a pesar de que el ya no estaba dispuesto a seguir soportando semejante actitud por parte de ellos, y les había anunciado que si no le querían creer se iría a los gentiles, es decir a los no judíos, estos no se conformaron con eso.
    No es suficiente con que no nos hables a nosotros, no es suficiente con que no vengas por la sinagoga, es preciso acabar con Pablo. Ese era el plan de los judíos. Plan equivocado, puesto que Pablo no estaba haciendo ningún mal, al contrario, les estaba enseñando de la verdad que a el se le había dado a conocer. No como un gran maestro, porque Pablo no había realizado los cursos de ciencias religiosas, principalmente porque no existía nada así entonces, sino que había recibido sólo la instrucción de su religión judía primeramente, y luego sólo lo que le contaron los Apóstoles, especialmente Pedro con el que estuvo algún tiempo recibiendo la transmisión de la fe. Pablo era un entusiasmado de Dios, un convertido y convencido de que Cristo es el único camino, verdad y vida. El Señor, el Salvador, el único nombre debajo del cielo por el que podemos obtener la salvación. Pablo tuvo la asistencia del Espíritu Santo prometido a todos los que se convierten y se arrepienten de sus pecados. A Pablo le gustaba escribir y alentar a los que iba llegando, a través de sus cartas y sus palabras escritas, y ni siquiera existía internet. ¡Que fácil es hoy escribir!. Seguro estoy que a Pablo le hubiera gustado tener este medio.
    Son los últimos días de Pablo en Corinto. La promesa del Señor, de que nadie le pondría una mano encima se ha cumplido, Pablo ha hablado y no ha callado, y los judíos, viendo que Pablo no se calla, y además está haciendo cristianos en Corinto, posiblemente por celos contra Pablo, posiblemente porque estaban también convencidos en su ceguera, que Pablo era un falso profeta y que atentaba contra su modo de ver la religión, las tradiciones, las costumbres, su osadía y sus enseñanzas y su mensaje tan radical, tan nuevo, tan distinto de lo que ellos vivían y estaban acostumbrados a vivir, que no se daban ni cuenta que estaban pecando contra Dios, ese Dios al que creían que estaban sirviendo con fidelidad.
  ¿Solución de los judios? Vamos a llevar arrestado a Pablo hasta el romano Galión, que tiene autoridad sobre la provincia de Acaya, y el nos hará el trabajo sucio.


2 comentarios:

  1. COMENTARIO: Escribo mucho sobre Pablo. Sin embargo, ¿soy de Pablo...de...de...de...? No. Entiendo que soy de Cristo, nada más que de Cristo, al igual que lo era el Apóstol Pablo.

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  2. Lo celebro , Sigue escribiendo tus comentarios me aportan mucho .

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