Dice el capítulo 18 del libro de los Hechos, que Pablo cuando llegó a Corinto se encontró con un matrimonio judio convertido al cristianismo. Se trataba de Aquila y su mujer Priscilla.
Pablo venía sólo, a una ciudad plagada de personas que no creen en Jesucristo. Lo primero que necesita Pablo es "vivir", y como viene sólo necesita echar mano de su oficio, el de fabricar tiendas. "Casualmente" es el mismo oficio de Aquila. ¿No será que Dios provee así a Pablo?. Yo así lo creo. Aquila y Priscilla son dos cristianos, y procuran vivir como cristianos, y acogen a Pablo en sus vidas y en su casa. Y parece ser que durante un tiempo, Pablo no se pudo dedicar a la Predicación de la Palabra, y tan sólo los sábados iba a la sinagoga y "discutía" con los judios. Discusión aquí significa algo así como un intercambio de puntos de vista, una búsqueda del razonamiento que lleve a Pablo a convencer a algunos judios de que Jesús es el Mesías. Cuenta el autor del libro de los Hechos, que Pablo, verdaderamente se ESFORZABA por convencer, y no sólo a los judíos, sino también a los no judíos que se encontraría por la ciudad, probablemente en su día a día, los griegos, es decir paganos, gentes de otras creencias y religión, ateos. Pablo se esforzaba. Me gusta esa expresión. Se esforzaba. Tenía celo por convencer a todos de su verdad, que era la verdad. No sabemos el tiempo que estuvo Pablo por allí viviendo el día a día de su vida más o menos ordinaria, esperando a que llegaran otros cristianos muy especiales que el esperaría con interés.
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Hoy os recomiendo un libro muy interesante, que seguramente algunos de vosotros conoceréis, se llama PARA SALVARTE, de Jorge Loring. Una auténtica joya para la formación católica, tocando temas muy interesantes.
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