viernes, 9 de diciembre de 2011

¡QUÉ QUIERES AHORA?

Hoy os llega todo muy tarde. "Primero fueron "las brujas" del ordenador. Luego..., lo que va ocurrino en el momento. Total: que hoy no salió la cosa a pedir de boca.

¿Qué es lo que quieres?
Viernes 2º adviento
Cuando estamos en el ecuador del adviento. Jesús nos está preguntando: ¿Qué es lo que quieres?, porque la verdad es que ya no sabe lo que queremos. Así se lo dijo a los fariseos que nunca estaban a gusto con lo que les decía. Y acabó comparándolos con niños caprichosos que ni ríen con los chistes ni lloran con las penas.
También me ha llamado la atención el matiz distinto de la 1ª lectura: si hasta ahora había presentado Isaías un país de ensueño, donde las casas serán de caramelo, cuando venga el Mesías (¡necesitaba levantar ánimos en un pueblo aplastado!, hoy CONDICIONA…: si hubieras atendido a mis mandatos, sería tu paz como un río
Quiere decir que HOY han pasado ya 10 siglos desde aquella promesa…, y todavía no se ha realizado esa plenitud fehaciente del Reinado de Dios.

++++++++++

Viene bien este corte de un día para poner en claro una cosa –según es mi sentir y querer: yo no estoy pretendiendo crear una historia de fantasía personal sobre esas “páginas en blanco” del Evangelio en los comienzos de San Lucas. Yo estoy CONTEMPLANDO. Y en la contemplación ignaciana trata uno VER, OÍR, OBSERVAR, esos hechos que tiene delante.
Aquí, en estos momentos tan carentes de datos, resulta que lo que se pude OIR, VER, CONTEMPLAR…, queda en la imaginación del que contempla. Con toda la variedad que puede tener tal contemplación. Yo lo imagino de una manera, y el otro podrá hacerlo de otra [que si me da tiempo, lo voy a intentar hacer –en “comentario”- para mostrar la riqueza de la contemplación, siempre dentro de los límites de que no estoy haciendo una ciencia ficción sino una oración].


Habían pasado unos momentos tan difíciles que no podía ser plato de gusto el tomar nuevas responsabilidades… Habría que ver también ahora qué pensaba José… Y José, hombre de Dios, miró a María y le dijo: - Tú, ¿qué piensas? María respondió con los ojos bajos: - Que aunque retrase nuestra boda, debería ir. Pero ahora, tú decides, José.

Lo propio de José –ya lo iremos viendo- no era “decidir”. Su alma era un receptáculo del deseo de Dios. Y si bien es verdad que aquí no actuaba directamente Dios, el parecer de María aparecía claro. Y eso ya la era suficiente

Joaquín y José hicieron un aparte. José estaba de acuerdo con el parecer de María. A él le gustaría realizar la boda e irse con ella. Pero su trabajo comprometido de antemano no le permitía ahora. Y al fin y al cabo eran tres meses… Lo sentía más en aquel instante, cuando venía eufórico después de la visita revida de Dios. Pero Dios lleva la historia y Él sabrá si es mejor hacer todo de esta otra manera. Para cuando regrese María estará ella de tres meses. No es nada extraño en aquella sociedad en la que –al fin y al cabo- ya se pertenecían desde antes.

Joaquín movió sus hilos entre conocidos de Cafarnaúm, de donde partían las caravanas hacia Jerusalén. Había conocidos de solvencia y personas bien honradas para llevar a María hasta la gran Ciudad con toda garantía, y hasta para que luego en Jerusalén pudiera seguir bien protegida hasta Aim Karim, el pueblo de Zacarías. Todo esto llevaba sus días, idas y venidas, modo y punto de encuentro, forma de viaje…, y un coste. No se resolvía de pronto.
María, con su madre, preparaban lo que fuera a llevar. Estaba sin prisas. Sabía que aquello requería detalles que Joaquín resolvería. Y al mismo tiempo, María iba soñando junto a José, en sus tiempos disponibles, lo que sería aquella boda en la que estaban ilusionados… Las tramas se cruzan y no son por casualidad. Todo va teniendo su tiempo… Y se va recuperando la tranquilidad.

2 comentarios:

  1. He prometido un comentario que manifiesta que la CONTEMPLACIÓN permite mucha variaciones, y que se puede asentir, disentir, mejorar, si -paticipando la imaginación de muchos- vamos "construyendo" algo que nos llene más.

    Por ejemplo, yo mismo (y lo tengo publicado), pensé mucho tiempo que María -en su pleno abandono en manos de Dios, que llevaba SU CASO adelante-, no quiere romper el sigilo de Dios, y sufre y lleva ella sola el misterio.
    Y ni comunica a sus padres, ni a José la novedad sobrenatural que le ha ocurrido. Y con ese secreto íntimo (Y LA MENTE PUESTA EN DIOS, QUE SALDRÁ FIADOR), emprende su viaje a Aim Karín...

    ¿Es posible esa versión?
    Para mí lo fue mucho tiempo. Y para otros puede serlo. No diré que es lo más lógico. Pero donde no hay lógica -el misterio de la Encarnación, la llegada del Verbo de Dios, el manto del Espíritu, el desconcierto de María, una niña que empieza a ser mujer y se encuentra con aquel problema...- ¿no era posible?

    Hoy pienso que no es lógico, pero ni aun posible, en una persona de la envergadura humana, madura y espiritual de María. Pero ahí tenéis dos versiones, dos posibilidades, ¡MANERAS DE CONTEMPLAR!, que ni una ni otra es despreciable.
    ¿Quién da más, a lo largo de este caminar de adviento real de María, donde no hay elementos fijos, y caben tantas "imaginaciones lógicas"?

    Si con esto he dejado pistas para seguir caminando un ADVIENTO RICO junto a María, tiempom tenemos desde aquí hasta BELÉN...

    ResponderEliminar
  2. ANA MARÍA7:03 p. m.

    PADRE, acabo de leer “muchos textos” (escritos esta tarde y su comentario sobre las CONTEMPLACIONES hechas hasta ahora)… No sé POR QUÉ va a cambiar… Me parece tener una vida especial, como si el mismo SEÑOR le estuviera “contando” SU VIDA, la de SU MADRE MARÍA, y la de sus familiares en unos momentos vividos con preocupación, ABANDONO… GOZO Y ALEGRÍA… DIOS MARCANDO EL “CAMINO”… Padre, NO CAMBIE. Siga dándonos esas “CONTEMPLACIONES SUYAS”, que tanto nos ayudan a revivir el MISTERIO TAN GRANDE DE LA ENCARNACIÓN.

    ResponderEliminar

¡GRACIAS POR COMENTAR!