miércoles, 7 de diciembre de 2011

BESO AL ALTAR

Cuando el sacerdote llega al Altar, lo primero que hace es BESAR EL ALTAR.

El ALTAR es símbolo del propio Cristo. Además de otras cosas (sobre todo en esas ARAS=ALTAR de los antiguos), en las que el ARA no era mucho mayor que 40 x 40, y eran el altar propiamenteb tal). No me detengo.

¿POR QUE BESA EL ALTAR? Precisamente por ser BESO A CRISTO, en centro de toda la celebración. Pero hay un gesto seguido que es muy expresivo: el beso del Sacerdote no es sólo a título personal. Al besar el Altar, se dirige imediatamente a los fieles para "trasmitirles ese beso" (que h ido recíprocamnte, beso de Cristo). Las diversas formas de "saludo" (vg.: "El Señor esté con vosotros") viene a ser esa extensión al pueblo del Beso de Jesús, o signo de que participe activaente -e integrada- toda la Asamblea. [Entre las modas que actualmente padecemos, está poner en presente de indicativo lo que en realidad es un signo de incorporación y un deseo de ella (que por otra parte aún no puede afirmarse taxativamente porque no se ha llegado a un momento necesario: EL ACTO PENITENCIAL].


NOTA: los estudiosos de la liturgia y responsables de que responda a su verdadero contenido, deben saber más (¡un rato más!) que los "espontáneos" que se lanzan, cada cual, a su manera y opinión, y muchas vces con dsconocimiento de causa. De ahí que todas esas "salidas al ruedo" particulares, que podemos ver en algunos, no tienen más que el valor personal que tiene su inventor. ¿Habrán estudiado LOS VERDADEROS RESPONSABLES, y habrán discutido EN EQUIPO, en sesiones de trabajo concienzudo, lo que más expresa el meollo de un gesto o una palabra?

1 comentario:

  1. Después de lo que he leído voy a estar más pendiente al gesto del beso al altar, ya que observo que es importante.

    Pienso que eso de las modas, es perjudicial para LA IGLESIA. Daña a la IGLESIA. Y si daña a la Iglesia, me daña a mi. Nos daña a todos.

    Por eso pienso que es importante mantener la uniformidad de criterio. Si existe, que los que deben saberlo lo apliquen, y no vaya cada cual por su lado. ¡Digo yo!

    Y si alguno no lo sabe, que pregunte o lo aprenda primero. ¿No es lógico?

    Tal vez por eso, no me atreviera yo el otro día a hacer ciertas cosas en el altar. Porque si no se, mejor es quedarme quieto hasta que sepa. Y si no logro aprenderlo, es que no será para mi. Y si no lo quiero aprender, es que seré un orgulloso que quiere hacer las cosas a su modo, y pasar por encima de los demás.

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