Día
26-2-2016.Viernes
Buscamos
y leemos: Génesis 37, 3-4.12-13ª.17b-28
La liturgia de hoy nos trae un
resumen (por eso hay tantos versículos en la cita) de la historia de José y sus
hermanos. Se trata de un relato muy conocido –no faltaba en ningún libro de la
“Historia Sagrada”- y que fue muy decisivo en la historia del pueblo de Israel.
José, a causa de la envidia de sus hermanos, es llevado como esclavo a Egipto.
Allí alcanzará el máximo poder y, en una situación desesperada, salva a los
suyos, a pesar del comportamiento que tuvieron con él. La figura de José, como
se verá más adelante, es ejemplar tanto en sus relaciones con Dios, como en las que mantiene con su familia
y con los egipcios.
Todo
comenzó por la preferencia que mostró Jacob, ya anciano, por José. La envidia
está provocada por una “túnica con
mangas”, que no servía para trabajar. Era una túnica de príncipes. A esto
hay que añadir que Jacob mantiene a José a su lado y por los sueños (las
gavillas y las once estrellas). “Ahí
viene el de los sueños”, dirán sus hermanos al verlo llegar. El dramatismo
está bien conseguido: apenas los hermanos lo divisan deciden matarlo. Le quitan
la túnica y lo echan a un pozo sin agua. Al pasar por allí unos comerciantes
madianitas, lo venden por veinte monedas. Se lo llevan a Egipto, donde se
desarrollará toda la trama de la salvación.
Israel amaba a josé más que a los otros hijos, porque lo había engendrado siendo ya viejo, y mandó que le hicieran una túnica de mangas largas.Sus hermanos se pusieron "verdes" por la envidia y empezaron a odiarlo.
ResponderEliminarEn la bellísima historia de José están entrelazadas las diversas tradiciones literarias de la Biblia-yavista, eloísta y sacerdotal. El tema pone el acento, otra vez, la misteriosa pedagogía divina: Dios escoge a los "pequeños"(v.3) y esto suscita odio y celos (v4) hasta ignorar y tratar de matar al benjamín(vv 20-28).
La historia tiene un cariz sapiencial y su finalidad es didáctica; están presentes todas las tradiciones particulares explicando algunas divergencias; por ejemplo la intervención de Ruben para salvar a José(v 21),o la de Judá (vv26ss). Pasan algunas caravanas, hay proposiciones y los hermanos se ponen de acuerdo y venden a José a los ismaelitas por 20 monedas de plata y se lo llevan a Egipto. La realidad es que en medio de tantas intrigas fraternales está actuando la invisible providencia de Dios que conduce a su elegido por caminos aparentemente de muerte para salvar a todos.José está atento a los signos de la voluntad de Dios; es un "intérprete de sueños"v19, revestido con una túnica de príncipe(v3)que le separa de sus hermanos con una barrera infranqueable(v4). Su persecución, su sangre,figura de la de Cristo, es el precio que el padre debe pagar para estrechar en un único abrazo de salvación a todos sus hijos, ya no mancomunados por su colaboración en el mal(v25) sino por el beso de paz que les ofrece el hermano inocente, capaz de perdonar( 45,15)
En la historia de José, nosotros somos los hermanos malvados; también somos los pérfidos viñadores. Hoy no se actualizan estos relatos para condenarnos, sino para invitarnos a levantar nuestra mirada al corazón misericordioso del Padre que nos envía a Jesús- José- a "buscar a sus hermanos"(Gn 37). La predilección por ellos que los hace "diferentes", es sólo una mayor participación en el amor paterno. Al final, triunfando, mostrará la inconsistencia del mal y vencerá perdonando sobre el odio y la rivalidad. Nosotros al ser hijos en el Hijo amado somos "diversos" "predilectos del Padre, partícipes desde ahora de una naturaleza regia por eso tenemos que reconocer que el camino de Dios pasa siempre, como para Jesús, por el sufrimiento y la cruz. Sólo a este precio podremos ser colaboradores de la salvación de nuestros hermanos.