domingo, 9 de junio de 2013

Mes del Sagrado Corazón

9º día del MES DEL SAGRADO CORAZÓN

             YO HAGO SIEMPRE LO QUE AGRADA AL PADRE.
             Es la gran definición de su vivir diario, hecha por el propio Jesús. No dice que “cumple”, no dice que no peca, no dice que no ha dañado a nadie. Que todo eso es cierto que lo expresó en algún momento distinto: antes pasarán el cielo y la tierra que el que deje de cumplirse un punto de la i de la Ley…  ¿Quién pude argüirme de pecado… Hizo el bien por donde pasó. Pero cuando se define a sí mismo, lo dice de otra manera mucho más radical: Yo hago siempre lo que agrada al Padre.  Porque la grandeza de una vida no es “no hacer el mal”, o “no pecar”…, ni eso define la vida cristiana o de seguimiento de Cristo. El secreto del auténtico discípulo es su lucha y su búsqueda de lo que agrada al Padre.
             No se supone que eso sale solo, ni que a Jesús le saliera como innato. Su realidad humana es totalmente humana, y más de una vez pudo experimentar su rechazo a situaciones o personas. Pero el movimiento de un Jesús orante y mirando los ojos de Dios, es la de hacer lo que le grada a Dios, por encima de toda otra reacción espontánea, de algún enjuiciamiento humano.  A Jesús no se le escapa un mal modo…, porque su Corazón está siempre mirando al Cielo, y viendo ese rostro de Dios.
             He dicho más de una vez que Dios le cambiaba el paso a  Jesús más de una vez…; que Dios hablaba a través de los acontecimientos, y que Jesús supo “interpretar los signos de Dios” a través de esos acontecimientos y situaciones.  Jesús mismo les llamó “signos de los tiempos”… Y tras ellos, cambió la dirección de su paso más de una vez, porque “leyó” que otra cosa agradaba más a Dios. Y Jesús hizo siempre lo que agradaba a ese Dios y Padre, que era su blanco adónde iban todas sus flechas.  ¡Y hacían diana!
             Cuando planteamos nuestro vivir cristiano no tenemos más remedio que ir entrando por esa línea. No digo que ya tenemos que estar en ella de una forma definitiva…, ni que podamos estarlo en un abrir y cerrar de ojos. Pero sí digo que hay que lanzar la flecha en esa dirección, aunque todavía fallemos mucho y demos en el diana.  Lo que no podemos es estar errando el tiro una y otra vez y quedarnos como si no pasara nada.  Nos tendremos que plantear mil veces nuestro vivir, nuestros pensamientos, nuestros juicios, nuestras palabras, nuestros sentimientos…, y allí donde no estemos buscando sinceramente agradar al Padre, caer en la cuenta de que estamos fallando el tiro.  Y precisamente una de las palabras que definen al PECADO en las expresiones antiguas, es la que expresa exactamente “”errar el tiro”, no dar la flecha en el blanco.
             Por tanto es un poco simple o ignorante quien dice que “no tiene pecados” porque no ha fallado gravemente.  La pregunta –prescindiendo de grave o no; de venial o no- es si se buscó dar en el blanco…, en la diana…, ¡agradar al Padre!. Y salirse ya de ese planteamiento nos está diciendo lo rácano de tantas visiones de quienes pretendiendo ser cristianos, están errando el tiro… (están en la dinámica de pecado, aunque no lo reconozcan como tal, y quizás ni lo lleguen a experimentar en su conciencia, que –por desgracia- se va “acomodando”, se va “acorchando”, va perdiendo sensibilidad…, y acaba haciendo un cajón de sastre donde caben más fallos de los que la persona reconoce.
             Quiere decir que, en esa medida, nunca abordará situaciones que le están obstaculizando gracias  de Dios con la que podría encontrarse si se detuviera y pensara, en desnudez de sí mismo, y para decirlo con una manera de fácil comprensión: si esas mismísimas cosas que justifica uno en sí, no las estará viendo con ojos bastante más críticos cuando las hace o dice otro.

             Queda camino por recorrer.  Y no debe desanimar. Pero debe hacer pensar que ya es momento de poner manos a la obra…, a su propia realidad personal…, porque sólo puede tener un camino, un objetivo claro y evidente: hacer siempre lo que agrada al Padre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡GRACIAS POR COMENTAR!