sábado, 22 de junio de 2013

INTRODUCCIÓN DE LA ESCUELA DE ORACIÓN

José Andrés Fernández, PRESSIDENTE EL GRUPO DEL APOSTOLADO

LA ORACIÓN
            “Si conocieras el don de Dios”. (Jn 4, 10).La oración nos hace descubrir el don de Dios, todo un misterio inabarcable. Orar es entrar en ese misterio. Dios sale al encuentro del amigo. Pero para que se realice este encuentro hay que tener la misma actitud que Moisés ante la zarza ardiendo. Esta zarza es el amor de Dios que no se consume. Amor de Dios sobre toda la humanidad, amor de Dios manifestado en Jesús. El orante se acerca para mirar, para contemplar cómo Dios Amor se hace presente.
            Ante tanto amor sólo cabe una actitud: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”. Es la plena disponibilidad del que escucha la Palabra de Dios e inmediatamente intenta cumplirla.
            Pero Dios pide al orante que se quite las sandalias de sus pies, porque el lugar que pisa es tierra sagrada. “Quitarse las sandalias” es despojarse de todo lo que no es Dios, quitar todas las ataduras y cadenas que nos esclavizan. “Quitarse las sandalias” es dejar de amoldar el evangelio a nuestras vidas, para amoldarnos nosotros a él.

            Entrar en el misterio de la oración es entrar en el lugar de la intimidad con Dios, es sumergirse en la misma vida de Dios.

2 comentarios:

  1. José Andrés.4:23 p. m.

    ACLARACIÓN. Respecto a la introducción que hice ayer antes de explicar en qué consiste la “Lectio Divina” y posteriormente pasar a la Iglesia para hacer una oración según este método, quiero aclarar que yo llevaba a modo de “chuleta” un escrito que, básicamente, estaba sacado de un libro que tengo. Yo, sin leerlo, iba hablando con ese escrito-guía. Unas cosas las decía más o menos igual y otras de mi cosecha. Quiero dejar claro de qué libro se trata: Es “LA FUERZA DE LA ORACIÓN” de Lázaro Albar Marín. En el año 96 este sacerdote dio unos ejercicios en Málaga y me dedicó personalmente este libro que había publicado unos años antes. Es un buen libro, que me a mí me ha hecho mucho bien y que me ha servido para llevar a cabo muchas oraciones para grupos siguiendo distintos métodos. En ningún momento quiero pasar como autor de algo que no he escrito. Ayer, después de la Escuela de la Oración, le mandé un correo al P. Cantero para informarle de cómo había ido la reunión, porque sabía que él estaba interesado en ella, ya que por su convalecencia no pudo asistir. El P. Cantero, al leer el escrito, ha querido copiar parte de él en el Blog del Apostolado para que aquellos que no pudieron asistir les sirviera para su reflexión personal. Pero no es justo que se piense que yo he sido el autor.
    Da la casualidad que el verdadero autor, Lázaro Albar, creo que es el director espiritual del Apostolado de la Oración de la provincia de Cádiz.
    Siempre la verdad por delante.

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