lunes, 15 de diciembre de 2014

15 dic.: UNA ALBORADA LUMINOSA

PROBLEMAS DE INTERNET
impidieron que estuviese puesto el blog a su hora habitual

La luz que rasga la oscuridad
          Era la aurora. José se despertó antes que otros días. Había tenido un dormir plácido tras aquel “sueño” en que se le comunicaba el misterio de María. Había sido un destensar aquella carga que llevaba sobre sí sin saber cómo enfrentarla. Dios le ha ayudado a ver la luz, y aunque José da por supuesto que todo el proyecto de la pareja se ha trastocado, José se encuentra en esa paz profunda de saberse llevado en el torbellino de Dios.
          Por eso se levantó, relamiéndose el encuentro que iba a buscar esa mañana temprano antes de irse a su trabajo… Iría a casa de María…
          Y, en efecto, con las claras del día se presentó en casa de Joaquín y Ana y María. Posiblemente ellos estaban retirados en su oración matinal en la azotea de la casa. José dio los aldabonazos consabidos, casi de señal familiar, que produjo extrañeza por la hora, y juntamente ráfaga de luz.
          Joaquín se apresuró a bajar al portón y se encontró con José que en nada se parecía a aquel José derrotado y hundido de la última vez. José irradiaba felicidad. Saludó con la paz y besó a Joaquín con ese gesto tan bíblico. Y le dijo en casi precipitadas palabras que Dios le había visitado y le había revelado la verdad de todo aquello. Él venía con mucha necesidad de hacerse presente a ellos con este otro talante, y para ver a María, porque ya imaginaba lo que estaría ella sufriendo con la situación que se había provocado. Joaquín lo hizo pasar familiarmente, como siempre y le acomodó a que esperara  mientras él llamaba a las dos mujeres, que se hallaban orando las oraciones matutinas.
          Joaquín subió al terrado. Podemos imaginar que Ana y María esperaban impacientes allí… Joaquín les adelantó que José había venido tras una inspiración recibida de Dios. Y las dos bajaron con el ánimo abierto, en agradecimiento a Dios y al propio José, que les ha sacado del dolor que llevaban dentro desde aquella retirada de la última vez.
          Podríamos pensar que habían interrumpido la oración. En realidad la oración estaba allí presente y se estaba traduciendo en ese relato de José que era una nueva inmensa intervención de Dios que completaba la circunferencia del misterio, y lo deba “cerrado”, con todos los extremos unidos en una sola realidad: Dios ha visitado a su pueblo, y José y María son los eslabones de engarce. José, porque es “hijo de David” a cuya estirpe pertenece. María, porque ha sido elegida por Dios…, y precisamente estaba prometida al descendiente de David. El Mesías anunciado quedaba, pues, en la historia del pueblo judío, con todos los requisitos propios del esperado de las naciones.
          José no se detuvo más. Había contado su experiencia  desde sus momentos negros en los que no veía salida y estaba dispuesto a huir y perderse por cualquier lugar lejano, y ese momento inefable en el que Dios se le ha hecho presente. Ahora no podía estar allí más tiempo porque había de acudir a sus obligaciones artesanas. Pero volvería a la tarde, porque todo esto tiene que acabar en un proyecto concreto.

          Y así, cuando dio de mano y se arregló casi en son de fiesta, se presentó de nuevo en la casa de Joaquín y vino para concretar el modo y momento en que se realizaría la boda, y él llevaría a su casa a María, como “el sueño” le había indicado. En realidad sería como llevar en sus manos el vaso del más precioso alabastro que se le podía haber confiado.

3 comentarios:

  1. POR LAS CAUSAS EXTERNAS O DE CENTRALITA
    tras la copiosa lluvia de ayer,
    hemos estadio sin Internet hasta este mismo momento en que -cerca de las 11 de la mañana- ha entrado en funcionamiento.

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  2. Querido P. Cantero: ¡Bien está lo que bien acaba!
    Tras el "apagón" de internet y su consecuencia para usted de "estar en vela" esperando... ha podido dejarnos el capítulo de hoy de este delicado relato que nos ha regalado para mover nuestros corazones a caminar en el adviento. Nos ha dejado "completada la circunferencia del misterio". Y nosotros se lo agradecemos.
    ¡Dios sea siempre bendito y alabado!
    Saludos cordiales

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  3. El 12 de diciembre, en la Catedral Metropolitana de la Arquidiócesis de México, a las 12 del día, el Cardenal Juan Sandoval Íñiguez consagró a la nación mexicana al Inmaculado Corazón de María y al Sagrado Corazón de Jesús.

    En su homilía destacó que el aborto y el culto a la "santa" muerte, han provocado una infestación satánica que está provocando descontrolada violencia en todo el territorio.

    La batalla es espiritual, señaló, por lo que no servirán de nada cárceles ni embestidas policiales. Hay que afrontar ese mal volviendo a Dios con las armas de la oración, el Rosario y la Eucaristía. Cada persona y cada familia tienen que consagrarse y entronizar al Sagrado Corazón en su hogar.

    El Cardenal Sandoval pronunció sobre México la Consagración a la Virgen de Fátima pronunciada por el Papa San Juan Pablo II en 2004, y la Consagración al Sagrado Corazón de Santa Margarita María de Alacoque.

    Sandoval Íñiguez recibió la delegación para celebrar esta Consagración de parte del Cardenal Norberto Rivera, quien fue invitado en esos días a celebrar las fiestas guadalupanas en El Vaticano.

    En diversas diócesis del país se celebraron magnos exorcismos y consagraciones sobre la nación mexicana.

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