jueves, 11 de diciembre de 2014

11 diciembre: DESGRANANDO EL MISTERIO

Las primicias
          Los primeros en conocer el gran misterio de María fueron sus padres. Por eso fueron los primeros en saber que el Mesías estaba ya en el mundo. Que el adviento estaba cumplido y que lo que restaba era el tiempo del embarazo de aquella hija, que había recibido la visita extraordinaria del Dios de Israel.
          Dicho así resulta muy fácil todo, casi como una noticia que fluye por sí misma. Pero hay que meterse en la piel de aquellas tres personas: Joaquín, Ana y Myriam para ver la dificultad que suponía asumir y asimilar el hecho.
          María regresa de su retiro y su abismamiento de aquel tiempo en que fue visitada por el Señor. Joaquín y Ana están preocupados por esa ausencia prolongada de la vida normal de su hija. Y cuando María viene hacia ellos, es evidente que aquella niña no viene como cualquier otro día. Con el temor y la delicadeza de una madre, Ana le preguntó si le pasaba algo. María, dentro de su pudor, esbozó una sonrisa gozosa y a la vez temerosa. Y respondió con voz queda: Sí me pasa…; nada malo; todo muy bueno…, pero muy extraño…, difícil de expresar…
          Más les preocupaba a sus padres. Joaquín se mantenía prudentemente en silencio pero el alma se le iba y se le venía. Ana acercó a María a sí y le susurró: Cuéntanos. Y María dijo a media voz: Os puede parecer una bobada, pero yo sé que el Mesías está ya entre nosotros. Por un momento aquellos padres respiraron y simultáneamente se preocuparon. Myriam habría tenido una alucinación… Se destensaba momentáneamente el ambiente por lo que podía ser un sueño de jovencita.
          Pero descubrieron que a María le caían dos lágrimas por sus mejillas. No estaba triste, pero sí preocupada. Lo que ella sentía era muy difícil de explicar…, y tenía que hacerlo. Joaquín, muy prudente, se levantó de su asiento y se retiró con un “ahora mismo vuelvo”… Pero él lo hacía para dejar campo libre a que su hija estuviera a solas con su madre. Ana supo interpretar la perspicacia de su esposo, y entonces volvió a susurrarle a María la pregunta: Pero a ti te pasa algo más; cuéntame, hija. Y María, casi sin poder hablar, le cuenta lo que le ha ocurrido. Dios me ha visitado con una palabra muy especial; yo he podido hablar y preguntar qué es lo que quería, y que yo estaba abierta totalmente a Él. Y Dios me ha cubierto con su Espíritu Santo y ha engendrado en mi seno al Mesías. Myriam se echó a llorar de vergüenza o pudor al revelar aquel inmenso secreto, y de alegría. Ana se quedó sin palabras y también lloró y se abrazó a su hija fuertemente. ¿Podía creer Ana aquello que acababa María de contarle? ¿Podía dudar de lo que María –una joven tan responsable y realista- le contaba?
          Cuando Joaquín regresó encontró a las dos en aquella situación y no supo si llorar o preocuparse más. Tosió levemente como haciendo saber su presencia, y Ana se erguió y con los ojos arrasados en lágrimas le puso al corriente de lo que María le había contado. Joaquín se estremeció. Todo aquello era inaudito. María era de fiar, pero lo que contaba era algo muy raro…, muy serio… Y con la prudencia mayor y con cariño y expresando su extrañeza y buscando ir suavemente a la raíz, al origen, a lo sucedido, Joaquín se puso a hablar con María.

          La gran diferencia de una persona de fe y vida interior y de quien no lo tiene, es que el primero busca la verdad aun en medio del “absurdo”, y el segundo es quien tira por la calle de en medio y niega y grita y pierde los estribos. El primero se encuentra con un adviento que no es fácil de digerir, pero que es el verdadero. El segundo es el que el adviento le pasa de largo porque él mismo se va de largo. Y queda la cuestión en pie: ¿en qué grupo estoy yo?

4 comentarios:

  1. José Andrés7:17 p. m.

    Está claro que los verdaderos protagonistas del Adviento son María y Juan el Bautista. Pero no podemos dejar atrás al profeta Isaías. Tiene pasajes de una belleza exquisita. Hay profesores de Literatura que lo ponen de modelo como gran literato, por las metáforas y comparaciones que emplea. Hoy, por ejemplo, en el Oficio de lectura, dice: "Porque tu rocío es rocío de luz". ¡Qué belleza y cómo te hace pensar en positivo!
    Aprovechemos este tiempo, también, para repasar los escritos del profeta Isaías.

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  3. ╔═══════════════════════════════════════════════════════╗
    Isaías significa Dios salva.
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    Nació en Jerusalen en el año 765 antes de Cristo. En el Capítulo 6 de sus profecías narra como Dios lo llamo. Isaías empezó entonces a llevar a las gentes los mensajes de Dios, pidiendoles que se apartarán de su vida de pecado y empezaran una vida agradable a Dios. Una de las más famosas profecías que hizo ese gran vidente fue la de Emmanuel. El temible Rey de Nínive, Senaquerib, atacó a Jerusalem y amenazaba con destruirla y matar a todos. Pero Isaías animó al piadoso rey Ezequías. El libro de Isaías es el más largo de los 73 que componen la Bilbia. Isaías tiene bellísimas comparaciones para enseñar sus mensajes. En el libro de Isaías se pueden encontrar muchos datos de lo que será la vida del Mesías o enviado de Dios, se puede afirmar que este escrito es la primera biografía de Jesús escrita siete siglos antes de que naciera el Redentor. Después de Cristo y de Moisés, el más grande profeta de todos los siglos ha sido Isaías, es el profeta de la Confianza en Dios.

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  4. ¿En qué grupo estoy yo..?Por pura Gracia, pertenezco al grupo de cristianos que, como María, quieren decirle "sí a Dios.Somos miembros del Pueblo de Dios y celebramos esta alegría suya de ser la elegida para ser la Madre de Dios con nosotros y que todos fuéramos bendecidos. Pero, somos invitados a sacar una consecuencia personal de este Misterio: Ahora se nos pide una vida santa, impecable, vida de hijos y herederos.
    La Iglesia lleva 2014 años trabajando en la construcción del Reino de los Cielos. Nosotros no podemos aspirar a los privilegios de María; pero sí pedimos participar en la lucha contra el mal, que sigue abierta a pesar de la victoria radical de Cristo. Le pedimos a Dios que nos ayude a llegar purificados de todas nuestras culpas, que nos guarde también a nosotros limpios de todo pecado.AMÉN.

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