martes, 28 de febrero de 2012

UN PRESUPUESTO FUNDAMENTAL

Martes 1º de Cuaresma. Consoladora y exigente la enseñanza de este día. Quien se quede sólo en “consoladora”, se equivoca radicalmente. Quien se quede sólo en “exigente”, ídem de lo mismo.

CONSOLADR, muy consolador es saber que la Palabra de Dios jamás es huera, inútil o estéril. Jamás regresa vacía a Dios. Sale de su boca, riega la tierra de nuestro corazón y no tiene más remedio que haber empapado o ablandado. Volverá a Dios con su fruto. Y de Dios regresará de nuevo cargada de nuevas lluvias purificadoras. ¡Tan EXIGENTE como eso! Porque lo malo sería que nos quedáramos en “lo bonita” que es. Eso significa que ni nos hemos enterado. Que no estamos en la órbita de la verdadera PALABRA DE DIOS.

Por eso cuando Jesús nos enseñó a orar y nos dejó el Padrenuestro, jamás nos dejó “el dulce padre”, ni mucho menos. No en balde la Iglesia prologó una de las amonestaciones que lo introducen con un nos atrevemos a decir. Porque hay que ser muy osados para “rezar” el Padrenuestro y quedarnos como estamos. Pedir que se haga su voluntad, es precisamente afirmar que no es la nuestra; pedir que venga SU REINO,, es lo contrapuesto a “nuestros reinos de Taifas en que pretendemos mandar con nuestra “santa” voluntad. Pedir que nos perdone IGUAL que nosotros hemos perdonado, es quedarnos al descubierto. Bien tendremos que pedir que no nos deje caer en nuestra constante tentación de ser nosotros los que intentamos soslayar el verdadero REINADO DE DIOS.

EL HUERTO

El ambiente estaba muy cargado de emociones muy dispares. Muy duras. Y el “¡Basta!” de Jesús equivalía a levantar la mesa y salir de allí…, dirigirse hacia un consabido lugar de oración, bajando por el torrente Cedrón. De noche cerrada, con las sobras alargadas por la luna casi llena, y apiñados los Once como el rebaño temeroso, porque se ha anunciado el pastor herido y la dispersión de las ovejas. Jesús camina silencioso. Ellos también, y reflejándose una angustia en sus rostros.

Aquí hay algo que o lo entendemos de entrada y lo creemos, a pie juntillas, o vamos a contarnos “el cuento de la pasión”. San Juan, que desde su primera palabra en el Evangelio ya está tocando y palpando la divinidad, no entra en los hechos del Huerto. Los otros 3 evangelistas van a meternos de lleno en la gran realidad del HOMBRE, el que –con la carta a los fieles de Filipos- sabemos que fue uno de tantos, hecho como uno cualquiera de nosotros, hasta llegar a la misma muerte. El que -con la carta a los Hebreos- sabemos que fue semejante en todo a nosotros, menos en el pecado. Lo que tradujo tan visiblemente San Ignacio de Loyola en sus Ejercicios: como que la divinidad se esconde. El que llega al Huerto en la derrota anímica del hombre que se está visiblemente lleno de tristeza, miedo y de angustia.

El que no llegó a la Pasión como el demiurgo que echa un potente imán desde el cielo para desde fuera y sin contaminarse, con pleno poder, salva a los pobres hombres caídos, sino que se mete en el fango humano, en la cloaca de la humanidad, para empujar desde abajo . San Pablo dirá, nada menos, que hecho pecado, emborrizado con esa misma humanidad, porque así es como elevaba a los caídos, cargado con el fardo de todo pecado, de toda clase de pecado, de toda la humanidad de todos los siglos.

Si podemos digerir esto, y CREERLO (con mayúscula), barruntaremos lo que fue la Pasión de Jesús de Nazaret, del Mesías de Dios, del Dios redentor del hombre. Si no, siempre estaremos escapándonos por la tangente de que las cosas son distintas en nosotros ”porque Cristo era Dios” y ese falso “paraguas” acabará dejándonos la escapatoria para nosotros tener nuestras explicaciones humanas…, ¡porque nosotros sí que padecemos el ser humanos…! Y tendremos una meliflua contemplación de la Pasión, que nos llenará de “devoción” y “místico amor”, pero no habremos llegado nunca a barruntar lo que fue, lo que supuso, LO QUE EXIGE. También es San Ignacio el que acaba preguntándose: Y yo, ¿qué he de hacer y padecer por Cristo?

4 comentarios:

  1. Sirva este espacio de comentarios para agradecer al Padre Cantero el haberme dado su confianza para crear este blog hace poco más de un año, y de despedida de todos ustedes en lo que al blog se refiere. Desde ahora no volveré a escribir ni un sólo artículo más en este blog, ni haré ni un sólo comentario más. Seguiré escribiendo por supuesto, pero fuera de aquí, porque a ello me siento llamado por Dios.

    Agradezco también a aquellas personas que me demostraron su cariño, y a las que me manifestaron que mis pobres y torpes palabras escritas les pudieron servir de algo. Me llevo el gusto personal de haber escrito varios de los artículos que más visitantes han recibido en el blog. Me alegra haber llegado a tantas personas.

    Mi objetivo fue siempre, HACER APOSTOLADO con la capacidad que Dios me haya dado, cumpliendo así mi compromiso de bautizado en Cristo. No dar lecciones a nadie, no creerme superior a nadie, y no suplantar a nadie.

    A las personas que pude molestar sin pretenderlo, les pido perdón, porque nunca estuvo en mi animo dañar a nadie con mis palabras. Sólo quise ser cada día mejor cristiano y darme a los demás por amor a Dios, y tener un grupo de hermanos y hermanas en Cristo con los que relacionarme y crecer juntos en la fe.

    La paz sea en tu casa.

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  2. Francisco Javier: Lamento esa decisión, creo que cada persona tiene derecho y en algunas ocasiones obligación de expresar sus puntos de vista sobre cualquier tema, y los lectores lo leen lo aceptan como una aportación o lo rechazan por no ser aplicable a su vida. Desde luego no se lo que ha ocurrido para ésta toma de posición.
    Siempre he de agradecer sus comentarios y espero que ésta posición no sea definitiva. Gracias.

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    1. Hola Pepe: Hay alguien, y no sabemos quien es, que está tratando de enredar todo el tiempo. Ayer llegaron a mis oidos ciertas cosas, que de ser ciertas, son las que habrían motivado mi decisión, pensando en el bien de este blog. Pero he hablado esta noche con el P. Cantero, y parece que las cosas que han llegado a mis oídos son falsas. Una vez que pueda aclararlo bien todo, y si el P. Cantero quiere (que por lo que se, el si quiere), reconsideraría mi posición y regresaría al blog. Gracias por tu comentario.

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  3. Buenas tardes:
    Pues creo que lo esencial y fundamental ya está desenredado. TODOS SOMOS NECESARIOS; NADIE SOBRA, más bien nos faltan. Cada uno en su puesto, todos intentamos vivir lo que es el APOSTOLADO DE LA ORACIÓN, y cada uno con la satisfacción de un deber cumplido. ¿Que hay errores, o fallos o carencias? ¿Y dónde no? Pero que así valemos. Quiero decir: con nuestras brochas gordas, Dios hace pintura "naif". Por eso seguimos todos, agradecemos todos -unos a otros- la labor que cada cual desarrolla. Y cada uno, desde el puesto que teníamos y tenemos, intentamos ser apóstoles del Corazón de Cristo, con la oración, la palabra, la participación, el seguimiento de cuantos elementos pueden servirnos para un paso nuevo en la línea del amor a Dios y el amor a los prójimos.

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