viernes, 3 de febrero de 2012

ALABARÉ, ALABARÉ, ALABARÉ

ALABARÉ…

¡Alabaré, alabaré, alabaré… a mi Señor!. Hoy es PRIMER VIERNES de mes y empiezo por ahí. Si hace unos días titulaba: “Critica, critica, que algo queda”, hoy lo empiezo por el lado contrario. Y no es por simple “gusto”. Es porque me ha llevado hasta ahí la primera lectura de hoy. Siento siempre que tiene “ala suerte” este Primer Viernes concreto, al que le caen unas lecturas tan poco a propósito… Aunque yo le decía al Señor –al comenzar mi oración- que Él llevaba la batuta cuando quería iluminar lo que uno ve oscuro y no sabe por dónde tirar.

Y realmente la luz de Dios me llega cuando veo esa preciosa lectura primera, pura alabanza a David: enjundia en su capacidad de amar, bálsamo en el sacrificio, sencillez de niño y bondad de niño que jugara con los cachorrillos de leones como con corderillos, muchacho que saca fuerzas de flaqueza frente al gigante contrario, liberador de la esclavitud de un pueblo; protegido y amado del Señor y alabado por las gentes, vencía al mal y daba gracias a Dios en todas sus empresas, alabándolo, cantando en su honor en sus versos, y capaz de hacer música de la vida, fueren cuales fueren las circunstancias.

Y si sale al final su pecado –que no fue pequeño ni momentáneo, fruto de un mal instante-, lo que queda es que Dios lo perdonó. Y en los Hechos de los Apóstoles, lo definirán –aunque pecador- como “Hombre según el Corazón de Dios”.

Me quito el sombrero, Señor. Se cumple el ALABARÉ, ALABARÉ, ALABARÉ…, y cae por tierra la mugre del “Critica, critica…”

El Evangelio no es para tirar cohetes de gozo en un primer Viernes que celebra el AMOR. Y sin embargo es muy significativo que el día que Jesús ha enviado a sus discípulos a predicar y está en este momento sin ese SU GRUPO, el evangelio se va a contarnos una historia de dolor, abuso, borrachera, sangre y venganza. Es “otro mundo” ese momento sin tener protagonista a Jesús. Y no lo tiene porque Jesús no se concibe a sí mismo como un ser individual. San Marcos, desde luego, no puede concebir evangelio de Buena Noticia –a Jesucristo- si no están LOS OTROS, y en “los otros” no tuviera Él su propia existencia viva entre los hombres.

Para un PRIMER VIERNES, recordatorio mensual del AMOR DE DIOS en Cristo, no está mal la lección.

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