lunes, 6 de febrero de 2012

ORACIÓN DEL PRIMER VIERNES FEBRERO

PRIMER VIERNES DE FEBRERO Oración ante el Santísimo

Estamos en tu Presencia, AMOR DE DIOS, CORAZÓN DE JESUCRISTO, en la REALIDAD DEL SACRAMENTO. ¡Seas bendito por siempre!

Hoy pensaba y disfrutaba recordando cómo es el amor de las madres. Para una madre-madre, su hijo –sea él como sea- SIEMPRE ES BUENO.

¿Es mujeriego? -¡Pero tiene muy buenos sentimientos!

¿Es un despegado que nunca la llama? - Es que tiene mucho que hacer.

¿Bebe y la maltrata? - Pero tiene un corazón de oro cuando se le pasa.

¿Es ladrón? - Son las malas compañías; él nunca haría eso.

¿Es mal padre para sus hijos? - Es que está muy agotado

¿Es flojo? - Pero es muy guapo.

AMOR DE MADRE. O sencillamente: AMOR.

Y esto es lo que hoy vengo a sentir aquí, Corazón de Jesús. Que aunque todos me condenaran, a Ti te oigo decir: YO NO TE CONDENO. Porque para Ti, mi pasado ya ha pasado. MAÑANA PUEDO SER MEJOR. Así lo sientes Tú, así lo piensas Tú. En tu pensamiento no cabe una duda,, un desánimo, un desaliento, una desesperanza sobre nosotros. Tu palabra es:

EN ADELANTE… Sigues confiando.

Tu AMOR es el de un Padre, una madre… Tu AMOR no pone peros. No te das por aludido. Tú ves el corazón de cada uno, y sabes poner siempre esa “disculpa” de la esperanza.

¡Ahí es lo grande!: que ves dentro de nuestro corazón y ves que hay esas famosas “salbandijas” reptiles de que hablaba Santa Teresa. Y las estás viendo a las claras. Y Tú dices que de lo que hay dentro del corazón habla la lengua. ¿Y todavía me disculpas?

Sí, dice Jesús. En mi Corazón hay un FILTRO DE AMOR.

Un filtro hace que el agua que llega con sus suciedades a nuestros grifos, filtre las bacterias, los suaves lodos…, y salga limpia por el grifo un agua como de manantial. Y el Corazón de Jesús, POR ESO DE QUE ES AMOR, ya lleva incorporado “de fábrica” el filtro que purifica la mirada, el pensamiento, la palabra… Por eso Jesús es capaz de seguir confiando en la adúltera, cogida en claro adulterio. Y todavía le dice: YO NO TE CONDENO.

CORAZÓN DE JESÚS: dame la marca de ese filtro. Me hace falta.

Y Él me dice: ese filtro es AMAR DE VERDAD, es el amor cristiano, el único verdadero amor.

Y m dice al oído: desenrosca tu filtro y mira las bacterias que tiene atrapadas, mira los lodos que le llegan. Mira que ese corazón necesita limpiarse, porque si se entrapa, no filtra. Y si no filtra, no sirve. Y si no sirve saldrán a tu pensamiento, tus juicios, tus palabras, esas suciedades que envenenan poco a poco.

La suspicacia, la desconfianza, el egoísmo, ATORAN EL FILTRO DEL AMOR.

Por eso, San Pablo supo definirlo tan estupendamente:

El amor es comprensivo y es servicial; el amor no tiene envidia, no es maleducado ni egoísta. Claro: estaba diciendo verdades de Perogrullo. Porque o es comprensivo o no es amor. O está abierto a hacer el bien como servicio típico del que ama, o no es amor. Entre otras cosas porque no domina su Yo, su propio sentir, y no se pone en el lugar del otro. “Contra envidia, caridad”, aprendido desde niños. Por eso es imposible la envidia en el amor. Como es contradictorio amor y egoísmo. Son los dos extremos de la vida humana. Y si no es egoísta, tampoco será maleducado. San Pablo no había descubierto mucho… PERO HABÍA DICHO MUCHO. Por eso sigue diciendo que no lleva cuentas del fallo, sino que siempre echa a buena parte. Que por eso siempre disculpa, siempre tiene fe en el otro, y eso lo distingue del falso querer, el que se resiente a la primera palabra, al primer gesto, a la primera de cambio.

Me dices Jesús, cuando piensas que “en adelante…” es mi momento –NO EL ATRÁS-, que esperas sin límites, que aguantas sin límites; que JAMÁS RETIRAS EL AMOR, sencillamente porque el amor no pasa nunca.

Éste es TU CORAZÓN. Esto es tu amor, el que tienes y vives; el que enseñas, el que contagias. Esto me hace sentir dentro de mí que ha de ganar quilates mi amor. A Ti, primero; pero simultáneamente, a los prójimos, porque –si no- mi amor a Ti sería mentiroso.

Yo, Jesús, soy el que me pongo a tus pies, a lavarte tus pies. Y lo hago para que tú laves los pies de tu hermano. Laves tu corazón limpies tu filtro.

Yo, Jesús, AMO A FONDO PERDIDO. No entiendo el amor “condicional”. Si amo, amo. Ese es mi Corazón. Esa mi Misericordia…, que significa: CORAZÓN Y ENTRAÑAS DE MISERICORDIA. O sea: algo que no puede dejar fuera absolutamente a nada ni a nadie.

Mírame a los ojos. Descubre mi AMOR. Ama así. Que lo demás, como San Pablo dice, aunque hicieras milagros, aunque te dejases quemar vivo, aunque llegaras al séptimo cielo de la devoción, SI NO TIENES AMOR, DE NADA TE SIRVE.

Es como la campana que suena y el címbalo que retiñe. Como mirarse al espejo y olvidarse de la propia figura.

Y YO SOY DIOS, QUE –AUNQUE UNA MADRE SE OLVIDARE DEL HIJO DE SUS ENTRAÑAS- YO NUNCA ME OLVIDARÉ DE TI.

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