viernes, 17 de febrero de 2012

DOS PLATILLOS

DOS PLATILLOS EN LA BALANZA
Mc 8, 34-39
Es continuación de ayer. Escándalo de Pedro, reprensión fuerte de Jesús porque Pedro piensa a lo humano, al cabo de este tiempo con Jesús. Y Jesús, sin echar un paso atrás para suavizar lo dicho (hay cosas que “suavizarlas” es falsearlas), se pone –eso sí- muy pacientemente a recoger la síntesis de lo que es IR CON ÉL. Y establece la balanza de dos platillos.
En uno: el que quiera venir conmigo, que se niegue a sí mismo, que coja su cruz y me diga. En el otro: el que quiere conservarse sin rozarse, se perderá.
En uno, ceder lo que sea POR MÍ y POR EL EVANGELIO. En otro, las “explicaciones” y justificaciones para quedarse donde están.
En uno, gozar el mundo entero…, ¡y arruinar el sentido auténtico de su vida! En otro: la VIDA EXHUBERANTE (“salvarse”, vivir en plenitud).
En uno: dar la cara por los intereses de Cristo. En otro, avergonzarse de esa vocación cristiana.
En uno: ir por el modo de vida que da gloria al Padre. El otro, que Jesús sienta el bochorno de uno que podría ser su discípulo…, pero lleva el freno echado.
En uno, VER LA GLORIA DEL REINO QUE HA LLEGADO. En otro, el vacío total.

Que si completamos con la 1ª lectura:
En uno, esa “fe preñada” (es término teológico) que va expresada en obras conformes a la fe. En el otro, la otra “fe” vacía, soplo de aire devoto pero sin entidad ni influencia directa en la vida.
En uno: creer como creen los mismos demonios: hay un Dios. En otro, ese Dios está llamando y pidiendo obras que muestren mi verdad de espíritu.
En uno, vida. En otro, cadáver.
Y Santiago se atreve a llamar “tonto” al que ni se entera.

No sé si son circunstancias que se viven en la vida, o si es la cercanía a la Pasión de Cristo, que yo cada vez idealizo menos las “dulzuras” de la fe. Y no es que no sepa gustar lo dulce que es el Señor. Pero EL SEÑOR. No la vida diaria en el seguimiento del Señor, si tal “dulzura” equivale a una escapatoria por la tangente de las realidades que tenemos que vivir y saber afrontar quienes pretendemos seguir a Jesús. La vida nos pega para susto que nos tambalea, nos deprime, nos hace “entrar en crisis”. Sencillamente: no hemos entrado en la verdad honda del Evangelio. Seguiremos la “dulce idea” de Pedro al proclamar a Jesús Mesías a boca llena, y seguiremos también a Pedro pretendiendo regañarle a Jesús por haber dicho que iba a padecer. Para mí, la PASIÓN ya no está tanto en el relato histórico que nos dan los Evangelios, sino en levantarme cada mañana, o ver levantarse cada mañana, en el dolor de la incomprensión, la carencia, el menosprecio, el abandono, la soberbia de los buenos tan autosuficientes, que te parten por medio a la primera de cambio. Para mí el Evangelio no son las páginas sublimes de las multitudes entusiasmadas, comiendo panes o escuchando palabras, o viendo levantarse a sus enfermos, sino las ofensas del calvario, viviéndolas con 4 personas, las únicas que en realidad estaban allí.
Para mí el platillo de la realidad es muy difícil, muy duro, muy solo, muy poco dulce, muy poco gratificante. Aunque luego existan las gafas de la fe que darán a cada una de esas cosas la luz del haberlo cumplido lo que había que hacer”, y echarse en pura fe y mucho dolor, en las manos de un Dios que está siempre más arriba y con perspectivas mucho más amplias. Pero que la asfixia de la cruz es asfixia, y morir es morir. Y que apena mucho morir porque otros viven a su aire y poco les importa que el crucificado esté en un dolor que no tiene semejante. ¡Miradlo, si no, los que vais por el camino…!

3 comentarios:

  1. Por eso ayer me suscitó en otro lugar hacer un comentario enfocando en esta misma línea. Que bonito es Jesús, que amable es Jesús, que bueno es Jesús, que alegría me da Jesús...

    Realmente me empalaga. No es que esté mal reconocer ciertas verdades sobre Jesús. Es sencillamente que Jesús nos está diciendo una cosa, y muchas veces no la queremos ver porque pica.

    "PORQUÉ ME LLAMÁIS SEÑOR, SEÑOR, Y NO HACÉIS LO QUE YO DIGO". (Mateo 7)

    Y no se trata de hacer lo que uno no puede, o lo que uno no alcanza todavía a ver. Se trata de simplemente, querer hacer, y luego hacer lo que Jesús dice y enseña día tras día, semana tras semana, mes tras mes, reunión tras reunión, año tras año...

    Ya es nuestra hora de hacer más y endulzarnos menos. La religión no es un modo de pasar el tiempo para quién tiene tiempo libre.

    Felicidades a los que ya lo saben. Ánimo a quien se haya enterado hoy.

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  2. Anónimo3:41 a. m.

    ¿COMO PUEDE SENTIRSE UNA PERSONA SOLA SABIENDO QUE HAY TANTAS PERSONAS QUE LE QUIERE ?

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  3. Tal vez porque el AMOR no es simplemente un deseo o una emoción, sino OBRAS EFECTIVAS. Efectivo significa que causan efecto en la otra persona. Si la persona no ve o no percibe ese AMOR verdadero que es la CARIDAD, entonces si se puede sentir sola en medio de muchos. Al igual que la fe sin obras es un cadáver, el Amor sin obras es un cadáver.

    Otra razón de la soledad en medio de, pueda ser que no se siente realizada entre esas personas, por alguna razón que debiera meditar. Puede tener que ver con la primera razón que he indicado. También puede tener que ver con nuestra propia introversión o timidez, pienso yo.

    Otra razón puede ser que la soledad viene de una pobre relación con Cristo en su vida diaria. Falta de oración constante, por ejemplo. Menos rezos y más Palabra de Dios, puede ser un antídoto.

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