sábado, 18 de febrero de 2012

Luces y sombras

LUZ EN LA MONTAÑA

Mc 9, 2-12

No da Jesús por cerrado el tema que le ha tocado dentro en lo narrado antes: Pedro que le confiesa Mesías pero se escandaliza de un Mesías sufriente. Jesús que ha de volver a empezar por los palotes a ver sin saben captar lo que es IR CON ÉL. Pero Jesús no quiere ni rebajar lo que ha dicho, ni que Pedro se quede herido por la reprensión. Y a seis días del primer suceso, toma a Pedro –con Santiago y Juan- y se los lleva a otra altura para que puedan ver más horizonte. Altura en el Monte y altura en la visión interior. Y lo primero que hace es encender las luces profundas de su Ser mismo: transfigurado, refulgente, Mesías-Hijo de Dios. Segundo, llegada misteriosa de los grandes representantes anunciadores del Reino de Dios. Moisés, autor de la Ley. Elías, profeta por antonomasia, de ese Reino de Dios que había de realizarse. Conversan con Jesús. Es decir: Jesús no ha anunciado nada que no estuviese de acuerdo con lo más genuino de Israel, y por eso no ha hecho sino llevar a plenitud lo anunciado: el Reino que trae el Mesías sigue una línea liberadora de Dios, y las características que Jesús ha concretado ya estaban en aquellas dos grandes instituciones. Quiere que Pedro salga de su escándalo, y son notarios Juan y Santiago.

Pero Pedro se ha quedado con la piel más externa de todo: es precioso quedarse aquí, y por eso haremos tres tiendas, una para Moisés, otra para Elías y otra para Ti. Bien dice el evangelista que no salía de su espasmo. O dicho de otra manera: ¡no se había enterado! Claro que cabe otra forma de explicar: tanto se había enterado que prefiere quedarse allí, aun a la intemperie, pero con la luz deslumbradora de Jesús. Todo menos bajar al llano y volverse a enfrentar a la realidad.

Y Dios da el paso: ahora Él mismo baja desde el Cielo a la Montaña alta y confirma que Jesús es el Mesías, y que a Él hay que escucharlo. La voz, la nube de la Presencia divina (típica forma de hacerse notar Dios). Y súbitamente, echando una mirada en derredor, a nadie vieron sino sólo a Jesús. Dios ha puesto su sello. Quien únicamente queda es Jesús. Jesús-Mesías. Es como la inmensa lección de la narración de Marcos (que ha omitido una serie de detalles, para quedarse en lo esencial).

Y Jesús pone el resto: que no digan nada de aquello, hasta que el Hijo del hombre no haya resucitado de entre los muertos. Por tanto: queda íntegro el mensaje primero del comienzo: es Mesías y morirá. Y ellos cumplieron lo mandado. Pero lo que no habían comprendido aún es qué significaba aquello de resucitar de entre los muertos. Aún no les había llegado a ellos la luz para comprender el binomio: Mesías-muerte.

Es la lección más difícil de entender. Es evidente. Y es que eso toca directamente y entonces resulta exigencia, planteamiento, cambio de pensamiento, nueva concepción de la forma de vivir la fe. Y eso cuesta siempre mucho porque entender esto supone un cambio en la vida. Otra cosa sería la esquizofrenia espiritual. Y fácil es observar que la inmensa mayoría de los que dejan la Religión de Cristo, no es porque nieguen a Dios o al ciego de nacimiento. Lo que les resulta es imposible seguir creyendo de verdad y vivir al contrario. Entonces la vida acaba tirando de la fe, de los criterios evangélicos y, o bien los dulcifica- o los abandona.

Lo valiente y maduro sería acoger la Verdad de Cristo –“escuchadlo”, dijo la voz de Dios desde la nube-, pero eso conlleva un “negarse a sí mismo”, “un saber que esa negativa del YO para seguir a Cristo, vale más que el mundo entero”…, y a eso es a lo que no se está dispuesto. Los apóstoles no se enteraban; ni entendían. El día que lo entiendan va a ser cuando se encuentren de bruces con Jesús metido de lleno en la Pasión.

Bien podría sernos una lección en cabeza ajena. Y para la tendencia –de los mismos “piadosos”- de dulcificar la exigencia del Reino- puede ser una secuencia de situaciones muy útil la que Marcos nos ha presentado.

Hasta ayudaría –con la carta de Santiago- empezar por una cosa tan aparentemente simple como dominar la lengua. Que, como el timón de una embarcación (pequeñito en sí), es el que expresa y maneja todo.

9 comentarios:

  1. Dominar la lengua, es decir dejar de señalar los defectos del otro a otro, porque eso predispone al que los escucha contra la "víctima". No se debería nunca hablar mal de nadie, pero somos humanos y no ángeles. A veces es difícil. Cuando hay cosas que no me gustan, me quejo. ¿Complejo de entender?

    Dominar la lengua, dejar de hablar de los "supuestos" defectos del otro a otro. De ver todo lo que "a mi" me parece malo del otro y estar centrado todo el día en eso. Hay que hacer también auto crítica, y entonces...

    Dominar la lengua, dejar de darle vueltas al coco tratando de buscar aliadas/os que entiendan tu/mi posición CONTRA el otro para ganar el prestigio que se cree haber perdido, y así predisponerlos a hablar también mal de el, creando mal ambiente en las relaciones personales.

    Dominar la lengua, dejar sencillamente pasar ciertas cosas y guardar silencio para evitar hacer daño, siendo más comprensivos si fuera posible.

    Dominar la lengua, en definitiva, imprescindible acto para todo aquel que quiera seguir a Cristo (de verdad) y dar ejemplo o enseñar a otros.

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    1. Anónimo8:52 p. m.

      A la vista de los distintos enfrentamientos que se detectan en el Blog, creo que necesitamos rezar e intentar poner en práctica esta famosa oración atribuida a San Francisco.


      Oración de San Francisco


      ¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!
      Que allí donde haya odio, ponga yo amor;
      donde haya ofensa, ponga yo perdón;
      donde haya discordia, ponga yo unión;
      donde haya error, ponga yo verdad;
      donde haya duda, ponga yo fe;
      donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
      donde haya tinieblas, ponga yo luz;
      donde haya tristeza, ponga yo alegría.
      ¡Maestro!, que no busque yo tanto
      ser consolado como consolar;
      ser comprendido, como comprender;
      ser amado, como amar.
      Porque dando es como se recibe;
      olvidando, como se encuentra;
      perdonando, como se es perdonado;
      muriendo, como se resucita a la vida eterna.
      Amen

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    2. Querido anónimo:

      La vida es un enfrentamiento continuado. Si lees las cartas de San Pablo, los verás en varias partes. No se exactamente en donde has detectado que haya enfrentamientos en el blog, y te soy totalmente sincero. Yo lo que pienso es que a veces, cuando se escribe un comentario o un artículo, lo hace para señalar algo.

      Y tengo que decir lo siguiente:

      ¡POR SUPUESTO QUE SE QUIERE SEÑALAR ALGO!

      Pero el blog no es un vehículo para fomentar enfrentamientos, sino para iluminar, dar pistas de por donde tiene que ir nuestra vida cristiana. Y obviamente, el Evangelio y los consejos no pueden ser a veces dulces y caramelos que nos permitan vivir nuestra vida cristiana embobados como en una nube.

      Acepto tu oración franciscana, la cual me encanta, y te agradezco que la hayas aportado aquí. Así complementas lo ya expuesto. Todos aportamos. Todos podemos ser útiles.

      Gracias.

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  2. Anónimo7:48 p. m.

    ME PREGUNTO EL QUE ES VERDADERAMENTE CRISTIANO, SE TRANFORMARAN COMO CRISTO ,Y APARECERA EN EL MUNDO DISTINTO DE LOS DEMAS PIENSO --QUE EL HOMBRE CUANDO SE ENCUENTRA ,CON JERUCRISTO RESUCITADO ,TIENE UN CONBIO DE VIDA .ES MUCHO MAS LIBRE PERO UNA LIBERTA QUE NO ES DIVERTINAJE .SINO MORI PARA QUE EL OTRO VIVA BUENO CANBIANDO DE CON, CONBRESACIÒN, LA ESCUELA DE AYER POLENCIA DE PADRE SOBRE NASARE, UNA MARAVILLA ..

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    1. QUERIDA ANÓNIMA:

      La verdad es que tienes toda la razón. La Escuela de Oración de ayer, el tema tratado sobre Nazaré fue muy interesante. Y respecto al otro tema, opino como tu también, el CAMBIO DE VIDA es parte esencial de ese encuentro personal que todo cristiano debe tener con el Señor.

      Eso de morir para que el otro viva, creo entenderte, pero no estoy muy seguro.

      Gracias de corazón por tu comentario.

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  3. Anónimo1:44 a. m.

    Estimado anonimo o anonima. Me ha encantado la oración que has elegido ,no sabia que era de San Francisco ; pero como Javier
    opino que no hay enfrentamientos en este blog .

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    1. Gracias Anónimo. Aprovecho para añadir, y así explicamos un poco el tema de los comentarios.

      Yo he escrito al principio sobre los males de la lengua, y tiene un motivo principal. El artículo que he leído tiene una parte que menciona este tema, y a mi me ha suscitado una reflexión. ¿Acertada? ¿Desacertada? Juzgue cada cual. Yo he hablado sobre un tema que me ha tocado el artículo leído. No hay que pensar que porque uno escriba sobre algo, no es para ir CONTRA NADIE, sino para tratar de aportar LUZ para que TODOS podamos seguir mejor a Cristo.

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    2. Corrección: donde digo "no es ir CONTRA NADIE", se puede decir también "ES IR CONTRA ALGUIEN".

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  4. Le echo de menos padre cantero


    Usted lleva a Dios

    Usted es De Dios


    Dios le pague haberle yo conocido


    Que alegria me da haberlo conocido padre cantero


    Siempre le tengo presente padre cantero usted me ha transformado y me sigue transformando incluso después de su fallecimiento


    Ojalá en el cielo le pueda agradecer personalmente todo lo que está haciendo en mi




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