viernes, 22 de enero de 2016

22 enero: La lista de LOS DOCE

          Este mes de enero comenzó en fiesta, en vacaciones  y en PRIMER VIERNES. Por eso llevamos "una semana de retraso", y así 
LA ESCUELA DE ORACIÓN
se tiene hoy a las 17'30
en el lugar acostumbrado (Málaga)

Liturgia
          Saúl miraba con malos ojos a David. Y pasa de la ojeriza a la acción directa y sale ya en su persecución a campo abierto: 1Sam 24, 3-21. David se esconde en una cueva profunda y ¡mire por dónde! Saúl entra en aquella cueva por sus necesidades, sin sospechar que allí está David. Los hombres de David creen llegado el momento de asestar el golpe contra Saúl, pero ni se le ocurre a David que tiene en hondo respeto al ungido del Señor. Se limita a tener en sus manos  una prueba de que respeta a Saúl y no le ha querido dar muerte.
          Cuando David le presenta la prueba a Saúl, éste se viene abajo y reconoce que David es hombre bueno y fiel que le ha respetado la vida, y llega a decir que David será el futuro rey.
          El evangelio de Mc (3, 13-19) es uno de esos que dice mucho y puede explicarse poco. Dice mucho porque es el momento solemne en el que Jesús escoge doce hombres de entre sus muchos discípulos seguidores. Escoge a los que él quiso, y los destina a ser compañeros suyos, a predicar y a echar demonios. A continuación la lista de los nombres de los hombres escogidos. Parecería que poco más hay que decir.
          Pero todo esto dice mucho porque la misión es amplia y lleva todas las características mesiánicas. Porque se les encarga a todos por igual. Porque no hay preferencias por unos más que por otros. Porque los hay de muy diversas procedencias, muy diversos caracteres, y muy diversas valías. [De hecho la importancia humana de algunos queda en el anonimato, y casi que no se les vuelve a nombrar más].
          Seguramente que más de una persona se ha identificado con uno de esos apóstoles más que con otro, según los datos evangélicos que poseemos. Unos se verán más “Pedro”, otros, más “Santiago”, otros, más “Tomás”, o más Bartolomé… Ninguno nos identificaremos con Judas Iscariote porque aparece mezquino, receloso, huidizo, que no va de frente, que no aceptó a Jesús porque lo hubiera querido de otra manera…, porque acabó traicionando al amigo.
          Yo invito a hacer ese ejercicio espiritual de buscar el nombre que podría ser como el comienzo de una lista en la que cada cual se situaría… Que hasta para parecerse a Juan, hay que tomar en consideración que para Jesús era “un hijo del trueno”, y en absoluto se parece en nada al apóstol melifluo y barbilampiño que nos ha legado el arte en su iconografía. Y los hay casi que pasan desapercibidos como Simón en de Alfeo o el otro Simón Cananeo, tipos que pueden servir a personas un tanto escondidas en su modo de proceder y de su modo de vivir, que apenas aparecen ni dan la cara de forma personal.

          Pues bien: todos, los Doce, fueron queridos por Jesús. Los Doce estuvieron presentes a las obras que Jesus realizó; los doce escucharon las mismas enseñanzas, y los doce vieron muertos resucitados o enfermos curados. Los doce echaron demonios. ¿Qué ocurrió para que Judas Iscariote tomara otro derrotero? ¿Por qué aquel elegido se apartó tanto de la elección? Es el misterio de la libertad humana…, el misterios del hombre, las consecuencias de la soberbia, del pretender ser uno mismo quien lleva la razón y no se deja ayudar por nadie. Es el pecado de la autosuficiencia. Y sabiendo que estamos en otra órbita de la de Judas –por gracia de Dios- no deja de servirnos la reflexión sobre ese hombre para alejarnos de toda apariencia de lo que él fue y de lo que le llevó a ponerse frente a Jesús, en vez de haber sido –como los demás, sus compañeros- un amigo, así declarado por el propio Jesús en el momento de la Cena.

2 comentarios:

  1. Ana Ciudad10:44 a. m.

    CATECISMO DE LA IGLESIA CATÒLICA (cONTINUSCIÒN)

    LA VIRTUDES.

    ¿QUÊ ES LA VIRTUD?.-Se define la virtud como el hàbito o cualidad permanente del alma que da "inclinación," "facilidad" o "prontitud" para conocer y obrar el bien y evitar el mal. Por ejemplo: si tienes el hàbito de decir siempre la verdad, posees la virtud de la veracidad, sinceridad, lealtad y fidelidad. Si tienes la c ostumbre de ser respetuoso y honrado con los derechos de los demás posees la virtud de la justicia.
    Si adquirimos una virtud por nuestro propio esfuezo, desarrollando un hàbito bueno, denominamos a esa virtud "natural".Un hàbito bueno o malo se consolida por la repetición de actos.
    Dios , sin embargo puede infundir en nuestra alma una virtud directamente, sin esfuerzo de nuestra parte. Por su infinita bondad y poder in finito puede conferir al alma el poder y la inclinación de realizar ciertas acciones que son buenas sobrenaturalmente. El hàbito infundido por Dios Directamente en el alma se "Sobrenatural".Entre estas virtudes que llamamos "Teologales"se encuentran la fe , la esperanza y la caridad.
    Y se llaman teologales o divinas porque atañen directamente a Dios: "creemos en Dios","esperamos en Dios" , "amamos a Dios."

    Continuarà

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  2. Todos podemos estar en compañía de Jesús y ser sus colaboradores; anunciadores de la llegada del Reino. No es exclusivo de los DOCE.Ser compañeros de Jesús es acercarse a Él y compartir amistad, sentimientos y los anhelos más profundos, la familiaridad con el Padre y el amor incondicional a cada persona. Ser anunciadores del Reino no es un apostolado difícil: es ir repitiendo lo que vamos aprendiendo día a día en el contacto directo con Jesús.

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