martes, 23 de octubre de 2012

Para no faltar a la cita


UN APUNTE
          Me limito a un apunte, porque EL 24, Dios mediante, he de estar en Madrid para tema del APOSTOLADO DE LA ORACIÓN en su proceso de puesta al día en un mundo y mentalidad tan distinta de cuando nació.

             Nos va a acompañar San Pablo en este inspiradísimo texto a los efesios, en el que al reconocer la abundante distribución de gracias del Señor, a Pablo le ha tocado desvelar el misterio de Cristo, que no se había manifestado a nadie antes de los apóstoles y profetas:  que los gentiles también son herederos y partícipes de la Promesa de Jesucristo, por el Evangelio, del que soy ministro por la gracia de Dios. Insignificante como soy, dice el Apóstol, el menor de todo el pueblo santo, se me ha dado la gracia de anunciar a los gentiles el misterio insondable que es Cristo misterio escondido en los siglos en Dios.
             Ahora, mediante la Iglesia, podemos conocer la sabiduría de Dios, que se expande en todas las direcciones y personas, y que queda revelado-y al que tenemos libre acceso- POR JESUCRISTO, QUE NOS ABRE EL CAMINO HACIA DIOS.
             ¡Inmenso y sublime, y que sobrepasa –aun en lirismo- muchas otras narraciones más conocidas.
             Con razón el SALMO nos ha metido en esas fuentes de la salvación, de las que sacaremos aguas con gozo.  Que si recordamos el título de la gran Carta Magna del Corazón de Jesús (o del amor de Dios) [que podéis pinchar en el lateral derecho del blog para leerla), se llama “Huarietis aquas”=Sacaréis aguas”].
             En el Evangelio vuelve e tema de saber estar preparados (no sólo preparándose…, como si nos quedara mucho tiempo…, a nuestro gusto..), porque la realidad es que estar preparados debe ser la nota esencial en la vida de un discípulo fiel de Jesús…, de quien ha sabido descubrir el valor del Reinado de Dios en nosotros.
             Muy curioso, Jesús entra en una “casuística” interesante, ¡y que ojalá los fieles supieran meterse dentro:  tiene culpa el que sabe que lo está haciendo mal y –pudiendo hacerlo bien- no se detiene.  No tiene culpa el que no lo sabe o no puede hacer otra cosa.  El caso tan típico del que se manifiesta “pecador” porque no pudo ir a Misa por tener 39º de fiebre. ¿Tendrá esa persona ni la más lejana idea de lo que es la culpa moral? ¿O será “el pecado” una especie de teja que le cae a uno cuando va por la calle, sin –lógicamente- haberlo querido el que lo sufre?]
             Puede bastar leer lo que dice Jesús en esta parábola.

6 comentarios:

  1. Muchos no tenemos o no sabemos bien lo que es la culpa moral. Tal vez sea por una deficiente formación y un déficit de interés por la formación cristiana dentro de nuestra Iglesia en años pasados. Ahora parece que se está como queriendo corregir todo eso, aunque nos encontramos en un momento muy difícil. No está todo perdido. Confío en el Señor en que saldremos adelante.

    El siervo malo de la parábola se ve que actúa de mala fe. Es como si creyera que su amo no le ve porque físicamente no está presente, sin embargo la parábola nos enseña, que Dios lo ve todo, conoce nuestro corazón, y todo lo que hagamos tiene una consecuencia y se cosecha lo que se siembra. Esta parábola es también la de aquel que piensa que ya tendrá tiempo para Dios más adelante, y mientras tanto se entrega al pecado. También se asemeja a aquellos que piensan que son buenos y que no necesitan convertirse. No se paran a examinarse, no buscan combatir sus defectos y se relajan como si faltara mucho para el día del juicio. Y viene de repente el día, y como te pille te pilló.

    Lo peor del protagonista de la parábola es que sabe lo que es bueno, pero ELIGE no hacerlo, y en cambio se va a hacer lo malo. Si tengo que perdonar no perdono. Si tengo que olvidar, no olvido, etc, etc.

    El "premio" para ese bautizado que no vive su fe situado en Cristo sino poniendo por obra las obras del diablo, recibirá MUCHOS AZOTES.

    En cambio el bautizado que vive su fe en Cristo, y hace algo mal por no saber bien lo que hace, recibirá POCOS AZOTES.

    ¿Y que son los azotes? Yo tengo una idea, pero no lo voy a contar todo.

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    1. Anónimo9:26 p. m.


      “No juzguéis y no seréis juzgados. Como juzguéis os juzgarán. La medida que uséis para medir la usarán con vosotros. ¿Por qué te fijas en la mota en el ojo de tu hermano y no reparas en la viga del tuyo? ¿Cómo te atreves a decir a tu hermano: déjame sacarte la mota del ojo, mientras llevas una viga en el tuyo? ¡HIPÓCRITA! Saca primero la viga de tu ojo y entonces podrás distinguir para sacar la mota del ojo de tu hermano.” (Mt 7, 1-5)

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    2. Muchas gracias por recordarme este pasaje del Evangelio de San Mateo, querido o querida y OCULTO anónimo.

      "Nada hay oculto que no llegue a saberse". (Mt 10, 26)

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    3. Anónimo6:55 p. m.

      De “anónimo” nada. Evangelio de San Mateo puro y duro. Pero si usted tiene interés en conocerme, me presentaré: soy un lector habitual de las meditaciones del Evangelio, pero no de los comentarios. Sólo de vez en cuando miro alguno y me ha sorprendido ese aire inquisitorial con los demás. El nombre que me quiera poner no importa, porque usted no me conoce. ¿Qué sabemos lo qué piensan los demás? ¿Por qué creemos que piensan que son buenos? Igual, en su interior, se consideran grandes pecadores y siempre están buscando la conversión, que, por cierto, nos pasamos la vida intentando convertirnos sin conseguirlo plenamente. ¿En qué me fundo para pensar que no perdonan ni olvidan?
      Criticando su escrito caigo en lo mismo que yo le reprocho. “No juzguéis y no seréis juzgados”, por eso no se moleste en contestar, porque sería un bucle sin fin y además no pienso leerlo. Me parece muy bien que quiera ayudar a evangelizar, pero no juzgue a las personas tan a la ligera. Puede equivocarse.
      Quede en paz.

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    4. Anónimo8:39 a. m.

      Estimado Anónimo, soy otro Anónimo. No le dé más importancia. Es que a FJ no le gustamos, y lo dice así, en un tono inquisitorial. No debería pasar de ahí, aunque en Internet las mayúsculas signifiquen gritar.

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  2. Ana Ciudad5:53 p. m.

    El salmo de hoy:El es mi Dios y Salvador:Confiaré y no temeré,porque mi fuerza y mi poder es el Señor,él fue mi salvación.
    La gracia,la misericordia y el amor son la misma cosa.El salmista se sobrepone a su angustia porque tiene fe en el amor de Dios y con eso le basta.
    En medio de su angustia el salmista siente ya la alegria de siempre.Tal es la fuerza de la oración y de esta plena fe y absoluta confianza en el amor que Dios le tiene.Su sentimientos estan completamente acordes con los sentimientos de San Pablo;porque esa es la lógica de una misma fe.





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