viernes, 17 de agosto de 2012

Dulzuras de Dios


Una belleza sin par
Hoy ocurrirá en muchas Misas que se sustituya la “lectura titular” de Ezequiel por “la suplente” (que ya está prevista, por la facilidad de escándalo que hay en muchos fieles).  Pero me atrevo a invitar a los lectores (que tengan a mano las LECTURAS DEL DÍA) a pararse concienzudamente en la lectura “titular”, que tiene la enorme profunda belleza de la historia del amor de Dios hacia ese pueblo sin historia que era el pueblo hebreo. “Eres cananea de casta y de cuna; tu padre amorreo y tu madre, hitita”. Ahí va el carné de identidad de lo despreciable y sin valor.  Naciste y ni te tomaron en cuenta. Eras una tribu más que un pueblo… Ni compasión tuvieron de ti. Pero Yo pasé a tu lado… ¡Entra Dios en acción!  Pero todavía sin actuar… Te ha mirado Dios, y eso ya es una garantía. Te deja crecer a lo bravío porque encuentra en ti una atracción misteriosa.  ¿Por tu valía?   No.  Porque Dios se enamoró. Porque Dios te vistió, te adornó, te engalanó… Porque Dios hizo pacto de compromiso contigo y juró que serías suya.  “Estabas guapísima y prosperaste más que una reina”.  Y lo que son las cosas: en vez de volverte hacia mí y sentirte apegada a quien te hizo Pueblo respetado, tú te miraste en tu espejo de vana gloria; te sentiste atractiva…, ¡y fornicaste, te prostituiste con el primero que pasaba! [te fuiste tras falsos dioses y malas costumbres]. Pero Yo me acordé de mi pacto de amor –mi alianza-  y la reitero y me comprometo a ALIANZA ETERNA… Te sonrojarás de ti misma cuando descubras que YO MANTENGO MI AMOR A TI.
No habría acertado en una descripción más tierna un creador de “novelas rosa”. Es que es muy difícil igualar la belleza del amor de predilección de Dios…, el amor “caprichoso” de quien solo sabe amar.  ¡Y estamos en el Antiguo Testamento!...
En el Evangelio persiste la idea del compromiso matrimonial indisoluble.  Le presentan a Jesús el caso de ruptura de un matrimonio. ¿Se pueden volver a casar los esposos separados?  Jesús dice claramente que no.  Y si Moisés llegó a permitirlo alguna vez, fue por vuestra dureza de corazón. ¿Qué diría Jesús en este momento que estamos viviendo con una sociedad que ha roto lo que Dios había unido?  ¿Tendrá Jesús que ir señalando adulterios en tantos y tantos casos…, en tantos “creyentes” que se han creado “su religión” y “su fe”…, y –lo que es peor- “su dios”…, que ya nada tiene que ver con el Dios revelado por Cristo sino ese dios de quita y pon al que se llega cada cual a su manera y conveniencia?
Otra salida puede ser también demoledora:  no ha unido Dios a muchas parejas porque –aunque siguieran lo ritos de la Iglesia- esos que parecieron “ir al Sacramento”, en realidad no estuvieron nunca en órbita de sacramento.  De alguna manera mintieron o se engañaron…, y dieron sus pasos con “buena fe”…, pero lejos de la idea de compromiso permanente. Y posiblemente estamos tocando fuego, porque eso de “lo permanente” parece como dinosaurio desaparecido del período “geológico” actual.
Jesús explica finalmente que no todo hombre y mujer están capacitados para el matrimonio, aunque sus tendencias naturales vayan por ahí.  Pero la atracción no indica capacidad. Un egoísta, una que sólo quiere “vivir su vida”, esos que ponen delante “su libertad”…, y tantas otras figuras de inmadurez, alteraciones psicológicas, etc., son “eunucos que la vida los hizo así”, o “ellos se hicieron” o la mala educación los hizo…  Otro caso muy diverso es el que elige el celibato por razón del Reino de los Cielos y seguimiento de Jesús, personas capaces de un inmenso amor y sacrificio, orientado hacia el amor más amplio y universal.
Me han llegado soplos de que el próximo Sínodo de Obispos v a enfrentar el tema sacramental, en una sociedad como la actual, tan lejos del sentido auténtico de Dios y del compromiso que el bautizado adquiere con su Dios y con su fe.  O sea: ¿qué garantía dan los padres y padrinos de una educación cristiana?  ¿Se puede seguir el ritmo actual, que podrá satisfacer estadísticas y “satisfacciones” de “los mayores”, mientras que el vulgo ni capta siquiera de qué se está hablando?
M atrevo a decir que puede ser también bello esta toma de conciencia real en el seno de la responsabilidad de la Iglesia.

3 comentarios:

  1. Anónimo5:04 p. m.

    PADRE CANTERO ,un matrimonio-.cuando muere uno de los dos teniendo fè los dos,el que queda aqui y quiere, celebrar las boda de oro es posibles tadavia hay un vinculo de amor espirutual en los dos porque el queda aqui le ha sido fiel a DIOS ,y al otro conyuges,

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    1. Indiscutiblemente cabe celebrar el amor eterno que se juraron los que se unieron en sincero y permanente amor, y lo hicieron en fe y ante Dios. ¡Qué más quisiéramos poder conocer situaciones así! Por eso hay corazón que CELEBRA LAS BODAS DE ORO, porque ese vínculo de amor espiritual (y aún más que espiritual), permanece.

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  2. Anónimo5:12 p. m.

    POR SU ESPLICASIÒN MARAVILLOSAL LES DOY MUCHA GRACIA Y LE RRUEGO SIGA AYUDANDONOS Y ENSEYADONOS ,A ESTAR CON EL SENOR,,.,

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