domingo, 19 de agosto de 2012

Domingo 20 B, T.O.


A PUNTO DE EXPLOSIÓN
Jesús llega hoy al límite. En un mundo hostil en el que se está desenvolviendo, era peligroso el lenguaje que estaba usando, poniéndose Él como pan bajado del Cielo (superando totalmente al maná)…, Pan de Vida que quien lo come no morirá, como vuestros padres que comieron el maná y murieron…  Se va caldeando el ambiente porque saben que Jesús es uno del pueblo, nacido en el pueblo, con la familia más que conocida…, y aquella exaltación que Jesús está haciendo de sí mismo, llega ya a escandalizar. Pero  lejos de dar marcha atrás, o de buscar hacerse más atractivo en su lenguaje…, o más comprensible, Jesús alarga el paso y llega a decir hoy: El pan que Yo daré  ES MI CARNE…  Evidentemente a un oyente normal esa afirmación no sólo le desagrada y escandaliza sino que le provoca repugnancia… Pero Jesús sigue…  Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros.  Vamos a meternos nosotros allí…, vamos a escuchar nosotros esas afirmaciones…, y si somos capaces de ponernos en el lugar de aquella gente que escucha, ¿qué podemos pensar? O este hombre está loco, o lo mejor es retirarse de Él.  Lo que está afirmando Jesús no es para admitirlo sin más en una lógica normal, en una sabiduría normal.  Sigue Jesús ahondando…:  El que come mi carne… tiene vida eterna y Yo lo resucitaré en el último día.  MI CARNE ES VERDADERA COMIDA… El que me come, habita en Mí y Yo en él.  Éste es el Pan que ha bajado del Cielo.  Como titulo arriba, la situación está a punto de explosión.
Evidentemente la 1ª lectura ha preparado el terreno para que nosotros tengamos un marco de comprensión: la Sabiduría, que no es la ciencia humana, que no es lo palpable y demostrable…, la que es Sabiduría de Dios, sabiduría espiritual, la que no se adquiere en las disciplinas humanas, ha construido una casa…, ha preparado un ámbito diferente para poder captar las cosas que no son humanas ni dependiendo de lo humano. Hay otra SABIDURÍA, que viene de Dios…, que prepara otro banquete, que hace posible que los inexpertos y faltos de juicio –los que el mundo no puede entender, y por supuesto el mundo no acepta- vengan aquí…, vengan a COMER MI PAN Y BEBER MI VINO que he mezclado… para que podáis seguir el camino de la prudencia.  Estamos, pues, en otra órbita.  Esto es lo que hace tan difícil al mundo de hoy captar lo sobrenatural:  se ha materializado tanto la vida humana…, se ha apegado tanto al suelo…, que ya no admite, ni entiende, ni quiere, sino el placer inmediato, el beneficio a la mano, el bien que toca y le produce el bienestar “YA” (como hoy e suele decir).  Por eso se han destrozado los fundamentos legales y se recurre a la algarabía, y –como ocurrió en la plaza del Pretorio- la gritería del populacho se impone a la razón y a la Ley que debe ser base de convivencia.  Traslademos todo esto a la vida sobrenatural, y no nos extrañará que esté pulverizada desde la criba humana que ya no es ni capaz de entender ni atender otras dimensiones.  Por eso es tan inútil pretender hablar de temas más sublimes a quienes para nada están en condiciones de admitir otra cosa que el beneficio inmediato, tangible y presente.  Esa prudencia de que habla LA SABIDURÍA, no cabe en quien carece de la calidad de “prudente”.
La 2ª lectura lo dice ya todo:  Fijaos bien cómo andáis;  no seáis insensatos sino sensatos. Sabed comprar la ocasión porque vienen días malos. No estéis aturdidos; daos cuenta de lo que el Señor quiere…, dejaos llenar del Espíritu.  Orad;  celebrad constantemente la acción de gracias a Dios Padre, por todos, en nombre de Nuestro Señor Jesucristo.
O como sintetiza el SalmoGustad y ved qué bueno es el Señor. Que sintetiza perfectamente y siempre el entendimiento de la Palabra de Dios. No estará siempre al nivel de nuestro entendimiento.  Pero la Sabiduría –que tantas veces está refiriéndose a Dios mismo- es la que nos irá enseñando tantas y tantas cosas.., siempre que nuestra actitud interior esté dispuesta a admitir que DIOS ES MÁS…, y que nosotros hemos de sentirnos, como María, los “pequeños” que recibimos la grandeza del Señor que se nos comunica

1 comentario:


  1. Verdaderamente la humildad va de la mano de la sabiduria ;¿ pero cÓmo se puede alcanzar ?.
    Encuentro esta vida como un destierro espantoso ;el desierto no se lo deseo a nadie
    eso si solo a los Santos que estarán encantados , pero como algo impuesto es tremendo .

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