lunes, 27 de agosto de 2012

¡Ay de vosotros!


CAMBIO TE TERCIO
La lectura continua sitúa ahora ante textos del Nuevo Testamento, y hoy precisamente- ante ese comienzo de la 2ª carta de San Pablo a los fieles de Tesalónica. Un lenguaje muy llano e inteligible, que basta irlo leyendo para que su contenido se nos haga fácil de entender. Incluso encierra expresiones tiernas y delicadas, laudatorias hacia esa comunidad de cristianos, que hace a Pablo sentirse orgulloso de ellos, porque la fe de esas gentes honra a Dios y honra a Pablo (que les ha llevado ese tesoro cristiano).  Hasta tiene el detalle de que el saludo inicial es plural: de Pablo, Silvano y Timoteo, y no de algo personalista.  Admira la fidelidad de esos fieles en medio de las tribulaciones, pero sabe Pablo elevar el tono para que comprenda que  a través de ellas, Dios mismo pretende concederos el Reino.  A vosotros os toca ser dignos de esa vocación cristiana que habéis recibido, llevando a la práctica vuestros buenos deseos y agradando así a nuestro Señor Jesucristo.
El Salmo bien podría expresar el eco de todo eso en la vida nuestra diaria, porque nos ha dado pistas suficientes para ser nosotros fieles y leales a ese Dios que hace en cada uno tantas maravillas.
CONTRASTE RADICAL con el Evangelio, en el que Jesús entra en conflicto frontal con la falsía de los fariseos y doctores de la Ley.  Y les hace abiertamente examen de conciencia: por hipócritas que dificultan a las gentes el paso hacia Dios; ni ellos entran, ni dejan entrar.  También por aprovechase de pobres viudas para sacarles su poco dinero con pretextos religiosos. Y más razones:  porque buscan atraer a su bando pero no liberan de angustias sino que las aumentan en esos que han captado. Hacen esclavos de la ley y no almas esponjadas con libertad de hijos de Dios. Falsean el sentido de lo sagrado haciendo disquisiciones absurdas sobre el jurar, si es por el altar o por las ofrendas…, si es por el templo o por el oro del templo… Todo esto que nos suena a nosotros casi a chiste… [¿o que nos tendría que hacer pensar sobre detalles de nuestra “religiosidad”?  Porque a nosotros nos suena casi a chiste ese conjunto de invenciones y elucubraciones farisaicas, pero podrían muy bien ayudarnos más de una vez a contrastar con realidades nuestras].  A lo mejor de estas notas evangélicas, de esas advertencias de Jesús a los hombres religiosos de su época, podremos nosotros sacar conclusiones y decisiones que purifiquen, perfeccionen y hagan agradables a Dios, nuestras actitudes profundas cristianas.  El EVANGELIO siempre es actual, siempre presente, siempre capaz de suscitar algo PRESENTE para nosotros, cuando vamos a él desde nuestra realidad nuestra personal o como miembros de grupos creyentes y cristianos.

2 comentarios:

  1. José Antonio9:41 a. m.

    Ojalá los demás vean en nosotros, creyentes, actitudes y comportamientos de coherencia y no la otra cara de la moneda, incoherencias en nuestras vidas como creyentes. Como humanos somos débiles, frágiles, inconsistentes... pero nuestra transparencia ha de consistir no en enmascarar esas imperfecciones, sino en mostrar que nuestro camino -no exento de tropiezos- es hacia Dios (en el que nos apoyamos y sin el que nada somos), un Padre misericordioso que acoge a los corazones humildes y que ansían amar a Dios y a los hermanos a pesar de las dificultades que la vida va poniendo en nuestro caminar. Por último, mi recuerdo en este día a Santa Mónica. Qué bonitas aquellas palabras de San Ambrosio sobre ella y su hijo, Agustín de Hipona: "No se puede perder un hijo de tantas lágrimas" y... menudo efecto el de esas lágrimas.

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  2. Podria haber en mis actitudes profundas cristianas mucho de amor propio .

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