viernes, 7 de octubre de 2011

Dia 7.- EL EVANGELIO DEL DÍA

Cada día tiene su afán, y hoy llego un poco más tarde. Y sigo la Lectura continua porque la liturgia de la VIRGEN DEL, ROSARIO no es "fiesta" y no tiene lecturas propias obligatorias.

El Evangelio de hoy es de mucha envergadura. A Jesús, que acaba de echar un demonio, los fariseos pretenden desprestigiarlo ante la gente, diciendo que echa los demonios con el poder del demonio. Una afirmación ridícula y absurda porque la única fuerza capaz de expulsar un demonio es Dios mismo.
Jesús arguye desde un razonamiento de la vida: un reino donde unos ciudadanos entran en guerra con otros ciudadanos es una guerra civil. Y de una guerra civil sólo se sacan daños contra los mismos ciudadanos, sean del bando que sean. Si el demonio pelea contra el demonio, el demonio se destruye a sí mismo.
Pero si el que pelea contra el demonio es mayor que ese demonio... ¡Pues aquí ha llegado nada menos que EL PODER DE DIOS! Yo echo los demonios por el dedo poderoso de Dios, que se basta para derrotar a todos los demonios. Es el fuerte y bien armado que guarda su palacio (la vida de cada persona, en la que Dios habita), y entra ganándola el terreno al mal, lo desarma y lo vence.
Pues ese soy Yo: "El que no esta conmigo está contra Mí, y quien no recoge conmigo, desparrama lo que es y lo que tiene".
Pero ojo: que el vicio, el mal la esclavitud de las pasiones (=demonio), son testarudos y persistentes. Yo libero, pero yo no permanezco de guardián a la puerta. Yo libero y restauro la libertad del esclavizado por esos malos espíritus que surgen de debajo de las piedras. Pongo las barreras defensoras de mi Palabra, mi Evangelio, el valor que tiene mirar a Dios y luchar ahora para hacer su voluntad. Y eso es ya labor del indivíduo (por supuesto que siempre protegido por la fuerza del "dedo de Dios").
Ahora es cada persona la que tiene que usar sus armas defensivas, sus precauciones, sus medidas (que a veces deben ser tan drásticas como "arrancarse el ojo o cortarse la pierna, o coger la cruz de cada día...") Y si no lo hace así, si se mete en el peligro, si vuelve a las andadas, el gran peligro es que "el demonio" ronda..., que se reúne con 7 "demonios" peores que él, y que está dispuesto a entrar al ataque para recuperar lo que perdió.
Y si la persona no ha cultivado los dones de Dios que les he ofrecido, puede ser que caiga en las medias verdades /(¡medias mentiras!, se deje engatufar por los placeres aparentes de nuevas esclavitudes (=demonios), y que sus finales sean peores que lo que había antes.
Difícil es ayudar a cambiar a alguien. Pero si, después de haber cambiado hacia el bien, se vuelve a meter en el toro..., seguro que la cornada le puede ser mortal.

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