jueves, 20 de octubre de 2011

20 octubre.- EL EVANGELIO DEL DÍA

Lc 12, 49-51
"He venido a prender fuego a la tierra, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo". Una expresión imponente de Jesús. Completada con la otra: ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? - No; sino división.
Realmente Jesús quiso ser un fuego en el mundo. Y de hecho lo ha sido. Por eso tantas almas ardemos por dentro con sólo nombrar a Jesús. Pero el fuego tiene muchos más significados. El fuego tiene que purificar escorias. ¡Y las hay a montones! Nosotros mismos, tan ardorosos con Jesús, ¡cuántas escorias tenemos! Amamos pero..., alabamos, pero..., perdonamos, pero... Tenemos escorias que, desgraciadamente ni ceden ante el fuego. Quería Jesús que su fuego prendiera en la tierra, pero hay materias incombustibles ante el "dios YO" Por eso habla Jesús simultáneamente de la LUCHA. ¿Paz? ¡Claro que ha venido a traer paz y ser paz! Pero no paz "de cementerio". Sino paz que sigue al fuego purificador, a la guerra contra el Yo soberanop que hace tan imposible la paz interior y la exterior. Pasaba Jesús ansias en su Corazón por tal de que ese fuego prendiera. No sé, a estas alturas, si esas ansias se han calmado, o si se nos van reorciendo los colmillos hasta hacernos más incombustibles al fuego de Jesús.
FUEGO es AMOR. Fuego es ESPÍRITU SANTO (como en Pentecostés). Fuego es toda esa posibilidad de crecimientio por el que cada mañana se levanta uno queriendo vivir con un poquito de más grandeza de alma. FUEGO ES FUEGO.
Y los grandes incendios forestales nos dan un ejemplo de lo que es fuego que prende, que abrasa y que arrasa. ¡Eso es lo que Jesús quiso decir! Pero pienso que el Yo presenta demasiados cortafuegos. Unas veces el "yo" progresista", otras el "yo" recalcitrante", otras el Yo-mío, otras el Yo de los otros que no tiene entrada en el inflamiento del propio Yo. Con razón hay DIVISIÓN.
Jesús, tan gráfico en sus explicaciones, pone la división el suegro y el yerno, la suega y la nuera, el hijo y el padre, la madre y la hija. Y siga Vd la lista conforme le plazca. Porque ahí cabe todo, porque parece que hemos nacido para estar en esas dos vertientes que anunció Simeón: CRISTO (¡precismante Cristo!) como señal ante la que nos dividimos los que seguimos a Cristo. ¡A quien se le diga!
Pues Jesús sufre ANGUSTIA hasta que se cumpla ese arder nuestra tierra personal en el fuego purificador de su Corazón. ¿Llegará Jesús a verlo realizado? Porque al paso que va el mundo, parecería cada vez más lejano. ¡Y es terrorífico!

1 comentario:

  1. El fuego está para arder, para calentar, para emprender. Así lo concibió Jesús. Y ha venido para que la tierra arda. Pero yo no veo llamas en el interés de los visitantes del blog. Hay ansias porque arda...: eso son los APÓSTOLES DE LA ORACIÓN, o dicho de otro modo, eso es ORACIÓN Y SERVICIO.
    De la ORACIÓN, ¿quién soy yo para juzgar?
    Del APOSTOLADO, empiezo a pensar...
    Del SERVICIO, imagino que va por otros derroteros. Desde luego por vida del blog, ciertamente no.
    Y si falta vida, o es que algo muere o alguien mata. Y la cosa no es de risa.

    ResponderEliminar

¡GRACIAS POR COMENTAR!