día 26.- EVANGELIO DEL DÍA DE HOY

Lc 13, 22-30
Mis queridos lectores. Tanto me adelanté que fui con 24 horas de adelanto. Porque hoy el EVANGELIO DEL DÍA ES OTRO del que comenté.

Y por cierto un Evangelio que me encanta: "Esforzaos por entrar por la puerta estrecha. Muchos intentarán entrar y no podrán".
¿Qué es y cuál es LA PUERTA ESTRECHA? Cuenta una leyenda "picante" de la Alhambra de Granada, con la que los guías se ganan a los turistas, que una entrada suficientemente estrecha que hay en una de las Salas, era "la medida" que tenía el Sultán para las mujeres de su harén. La que no pasaba por allí, o la pasaba con más trabajo, no la admitía. A él le gustaban las moras esbeltas y de tipo "modelo". Y no es que no puedan pasar otros. De hecho muchos turistas la pasan, y el que no puede de frente, la pasa de lado.
Ésta es la "puerta estrecha" que yo tengo delante cuando llego a este evangelio. No es que no se puede pasar. No es excluyente. Lo que ocurre es que HAY QUE ESFORZARSE PARA ENTRAR POR LA PUERTA ESTRECHA. Por eso, si vamos a explicarnos mejor: el Evangelio es una puerta estrecha. Y hay que esforzarse por pasarla. Hay "cristianos de merengue" que creen que pasan sin más por allí. Lo que pasa -nos dice otro evangelista- es que como es estrecha y estamos tan hechos a ir por la autovía, se nos pasa de lago la salida lateral que teníamos que tomar. Íbamos demasiado cómodos, tranquilos, descuidados, apoltronados en nuestro asiento y tan poco atentos a lo que no fueran los cuatro carriles, que cuando se quiso acudir, nos habíamos pasado.
Y el Evangelio no es autovía. El Evangelio es camino ya de por sí estrecho. Y el que diga lo contrario, o miente, o sueña, o no sabe lo que dice. Pero no es tan estrecho que no se pueda caminar gozosamente por él. Lo que pasa es que OBLIGA A ESFORZARSE, obliga a ir muy atento para no pasarse de largo. Y quien va atento, quien vive su vida atento, quien se ha tomado en serio la precaución para conducir por esa carretera, pasa por la puerta estrecha, porque Dios no fue un Dios masoquista que hiciera un Cielo al que apenas se pudiera llegar, mientras Él se divertía mirando los despistes, las frenadas, peligrosas..., de los conductores.
Por eso a mí nunca me ha angustiado la PUERTA ESTRECHA. Me ha obligado a vivir con sacrificio, a no dejarme llevar de "lo que me apetece"..., y agradezco a mis padres que me enseñaron a vivir estrecho, y posiblemente no porque ellos conocieran este pasaje sino porque fueron PADRES DE VERDAD, y porque fueron PADRES DE FAMILIA NUMEROSA, y porque nunca gastaron lo que no fuera necesario gastar. Y eso forma y forja y hace hombres y mujeres.
Y cuanto hay alrededor de la narración evangélica -y que para muchos puede ser "el acento" esencial- yo no lo tomo así sino todas esas maneras habituales de una forma de expresión con la que había que llegar a las gentes de un pueblo muy inculto.
A mí me atrae pensar en el Jesús Salvador que me avisa, que me pone delante una de esas típicas "amenazas" bíblicas que se pronunciaban para advertir a tiempo y que no se cumplieran, porque se aprendía mejor el mensaje positivo de ESFORZAOS POR ENTRAR POR LA PUERTA ESTRECHA.
Bueno sería leer así, partiendo siempre del axioma indiscutible de que DIOS ES BUENO y no puede dejar de serlo, porque si no lo fuera, no sería Dios. Y Cristo no habría venido a salvar. Pero DIOS ES ESENCIALMENTE PADRE y CRISTO ESENCIALMENTE SALVADOR. y CON ESO ME EXPLICO MUCHO MEJOR ESTE TEXTO Y CUALQUIER OTRO