sábado, 7 de junio de 2014

7 junio: Tú, sígueme

Si Yo quiero…
             El Tiempo Pascual echa hoy el telón. Y lo hace “cerrando” tanto la colección de los 4 evangelio cuanto el libro de los Hechos. Dos finales: en Hechos, Pablo ha pasado a Roma, por su apelación al César. Ahí se queda el libro. En el Evangelio, la última página es la de San Juan. Y en ella se vuelca el profundo misterio de la vida cristiana…, el inmenso misterios que encarna el CORTAZÓN DE JESÚS, para quien cada uno es cada uno, es amado como cada uno, tiene un camino diferente y ha de dar buna respuesta muy personal.
             Simón Pedro ocupa esa página final. Jesús le ha hecho la segunda gran llamada: “Sígueme”, después que le ha dibujado el género de muerte con el que iba a dar gloria a Dios, Simón no ha rechistado. Ahora sabe ya que le espera la cruz, igual que al Maestro, y ahora no se escandaliza. Pero aquel “Sígueme” a solas, sin el apoyo de los compañeros, le viene extraño. Y pregunta: ¿Y éste, qué? Porque quisiera ir arropado por “éste”.
             Y la respuesta de Jesús es muy clara a la vez que misteriosa: Si yo quiero que éste se queda hasta que yo vuelva, ¿a ti qué? ¡Es que la llamada ha sido personal. Y es personal e intransferible. El que ahora es llamado es Simón Pedro y sólo puede responderla Simón Pedro. Es toda la recopilación, “corregida y personalizada” de aquellos años de seguimiento. Es el momento cumbre en que nadie puede sustituir a nadie. Es el momento en que Jesús fija los ojos en “ese”, y ya sólo queda la respuesta de “ese”. En este momento los demás recibirán su llamada, o se les retrasará “hasta que yo vuelva” Ahora, tú sígueme. Y Simón Pedro –que ha confesado su amor de amistad, que se fía a fondo perdido en el AMIGO, emprende el seguimiento… ¿Hacia dónde? Hacia todas y hacia ninguna parte, porque ya no es él quien va a marcarse el rumbo: ahora ha tomado plena posesión el AMIGO, y lo que queda es que cerrar los ojos y dejarse llevar.
             Hasta ahí llega el abandono confiando en el Corazón del Amigo…, en el Corazón de Jesús.
             Pero el evangelista no se ha contentado con darnos el paradigma para que saquemos las conclusiones. Ha plantado ahí una bandera de suma importancia con un segundo prólogo en el que estamos ya todos implicados. Porque de lo que no se trataba era de ver va Simón caminando por la playa hacia lo desconocido en un seguimiento a ojos ciegas a lo que vaya marcando Jesús. De lo que se trataba era de marcar camino a todos los demás: Jesucristo está junto a cada uno de nosotros y está también haciéndonos esa llamada persona: CUENTO CONTIGO. Y a partir de ahí se ha de iniciar la “escritura” de un nuevo evangelio (guena y gran noticia) en la que con Cristo-protagonista- cada uno es el co-starring que tiene que desenvolver tal historia. Habrá muchos “sígueme” a lo largo de la vida de cada cual, y más que menos intentaremos apoyarnos en el de la derecha y el de la izquierda. Hasta que un día nos dice Jesús algo muy personal: Tú solo; tú, SIN PIEZA DE REPUESTO. Ahora es tu vida, tu respuesta, tu adhesión, tu generosidad, tu particular amor a mí, tu amistad que se fía, tu a fondo perdido. Tu respuesta de corazón a CORAZÓN…
             Y ahí ha comenzado el nuevo “evangelio”…, ese que-con enorme visión profética- nos apunta San Juan en su epílogo final. Ese evangelio –uno por cada fiel cristiano- que tiene que ir “escribiendo” en su vida, y que acabará llenando el mundo entero de evangelios que cuenten las maravillas que hizo Jesús en cada uno a lo largo de la historia. AHÍ ESTARÁ MI EVANGELIO. Ahí estará mi historia en paralelo a la historia de Jesús, con Él dirigiendo la orquesta, y yo siguiendo su batuta y sacando la más bella melodía. Y allí donde hubo un gazapo que estropeaba el acorde, supo el Maestro arreglarlo, de modo que aquella sinfonía acaba siendo la que corresponde a un CORAZÓN QUE RIGE CON LA BATUTA DEL AMOR…, a un “profesor de orquesta” que saca las mejores notas aunque a su violín se le vayan rompiendo las cuerdas. [Si eso ya ha ocurrido a Paganini y dio un concierto histórico…, y hablamos sólo de un violín y un violinista, ¡qué será cuando es el Corazón mismo de Jesús quien templa las cuerdas y suple los sonidos…!].
             Nuestro “evangelio” se está redactando… Y soy yo quien tengo que poner las oportunas comas y puntos. Sabemos que “más allá” Jesús nos lo irá corrigiendo o resaltando, y que en el mundo está surgiendo una nueva bella historia evangélica…: el evangelio según… [ahí va nuestro nombre personal].



             Que, dicho sea de paso, es mi intento en el PRÓXIMO LIBRO que está cercano a aparecer.

1 comentario:

  1. Hoy el Señor nos invita a seguirle y, como a Pedro, nos pregunta"¿me amas? Y espera con impaciencia nuestra respuesta. . Cuando el Señor llama , hay que seguirlo, ¿Adónde? Incondicionalmente. A donde Tú quieras, Señor.Jesús llama a cada uno por su nombre; la llamada es personal e intransferible; porque el Corazón de Jesús que ama infinitamente, lo hace de una forma personal; a cada uno como cada uno. Después Él marca el rumbo...Pedro ya va caminando por la arena hacia lo desconocido; tiene que ir solo...Jesucristo está frente a cada uno de nosotros y nos dice mirándonos a los ojos:" cuento contigo" Y, empezaremos apoyándonos en unos y en otros: los amigos, el confesor, la parroquia...pero un día nos dice:"quiero tu vida, tu obediencia, tu entrega total; y, aquí, cada uno empieza a escribir su propio evangelio aunque contando las grandezas de Jesús, Él es el Protagonista y el Supervisor; será la historia de cada uno, paralela a la Historia de Jesús ; pero no habrá problemas porque Él arreglará los desaguisados.

    La La Venida del Espíritu Santo no es para unos cuantos privilegiados, como en la Pascua, es para todos los hombres, que por todos murió Cristo y resucitó y subió a los cielos.El Espíritu es el donador de todas las cualidades que uno posee para poner al servicio de los hermanos .Nos ofrece la dicha de imitar a Jesús que pasó por la vida haciendo el Bien porque estaba lleno del Espíritu Santo.

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