18 junio: Mártires 2014

MAÑANA JUEVES 19

COMIENZA LA NOVENA

AL SAGRADO CORAZÓN.

Málaga

SANTOS PATRONOS CIRÍACO Y PAULA

             Hoy celebra la iglesia malacitana la SOLEMNIDAD de sus Patronos Ciríaco y Paula, mártires. Como solemnidad litúrgica es el máximo rango, y por ello lleva GLORIA y CREDO, además de tres lecturas.  La 1ª, del Libro de la Sabiduría (3, 1-9): Los justos están en manos de Dios; la gente insensata pensaban que morían…, pero ellos está en paz. El SALMO desglosa esa antífona tan significativa:  Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares. La 2ª lectura es de la 1ª carta de San Pedro (4, 13-19), que exhorta a estar alegres cuando se comparten los sufrimientos de Cristo, hasta rebosar de gozo. Y el Evangelio, de la literaura apocalíptica de San Lucas (21, 9-19) advierte que nadie os engañe, porque muchos vendrán como falsos mesías… Se alzará pueblo contra pueblo, y habrá epidemias, terremotos y hambre… Hasta vuestros padres y parientes os traicionarán. Pero ni un cabello de vuestra cabeza caerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.

             El Papa ha dicho que estamos pasando uno de los momentos más duros para los cristianos, y que el hecho de serlo es ya peligro de muerte para muchos… Está habiendo mártires como en los tiempos de las persecuciones de los emperadores romanos. Unas son más abiertas, otras más disimuladas. Y no está de más hacernos cuenta de ello porque ya no vivimos una era de “cristiandad” sino una solapada persecución contra la Religión Católica en países “cristianos”, y abierta en otros de influencia fanática religiosa.

             Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte… Es una de las invocaciones de las letanías del Sagrado Corazón. Es muy claro que muchos preferimos meter la cabeza bajo el ala…, quedarnos en la belleza de nuestras piedades, procesiones, grupos y rezos. Pero nos queda un trecho de mucha longitud hasta acercarnos a ese Corazón de Jesús obediente hasta la muerte. ¿Vamos a tener “muerte”? Imaginamos que físicamente serán los menos…, u ocurre tan lejos de nosotros, que ni nos lo planteamos. Por otra parte “lo gubernamental” ya procura impedir que se trasladen al público las imágenes que “hieren los sentidos”. Como drogados por la ignorancia (con frecuencia, voluntaria) y los engaños “oficiales” (muy estudiados), nos mantenemos en la Babia de ojos que no ven, corazón que no quiebra. Pero el entorno nos va asfixiando lentamente y hemos perdido la capacidad de VER y de reaccionar.

             Cristo fue a la muerte. En su realidad humana fue conducido a ella por los poderes y por el pueblo. “Entre todos lo mataron”, podría decirse con el dicho popular. Despedazado por nuestros delitos, saciado de oprobios. Que bien está saberlo meditar como actitudes del espíritu que reconocen con humildad ese hecho final de que la Redención del mal del mundo se realizó desde esa muerte obediente. Pero que no significa que nos cruzamos de brazos a “verlas venir”, a dejar que todo este momento mafioso contra la Iglesia Católica haya que dejarlo llegar sin más. Quizás el pueblo de convicciones cristianas estemos cayendo en un fatalismo de que nada se puede hacer.

             Miramos al CORAZÓN DE JESÚS… Él ya ha padecido, ha sufrido por delitos y oprobios. Ha pagado. Lo que debe espolearnos a que esa PASIÓN no siga ganando terreno, y que no haya repeticiones de esa misma pasión con tantos otros Cristos que hoy padecen. Que no nos durmamos en nuestra cómoda situación (cocidos a muerte lenta como aquella rana que se sintió feliz con el agua templadita…, y cuando quiso saltar porque se quemaba…, ya no tuvo energías para poder librarse). Que cuando las barbas del vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar. Que nuestra mirada al Corazón de Jesucristo no nos deje con los ojitos en blanco, llenos de dulzuras espirituales… Que, por el contrario, abramos bien los ojos y miremos que muy cerca de nosotros, sigue habiendo mártires que se están dejando la vida por CREER EN CRISTO Y LLEVAR UN CRUCIFIJO AL CUELLO. Que se puede ofender, profanar, proclamar antivalores, caer en lo soez y desvergonzado, sin que haya una autoridad que quiera meter los dedos en el esos temas… Que estamos callados mientras todo el mundo grita como jauría, y porque grita, “lleva la razón”…, o no hay valentía para poner ya pie en pared y que se respeten valores esenciales (que por otra parte, están recogidos en la Constitución española y en las leyes…, -que sólo se aplican contra los que no gritan-).