martes, 24 de diciembre de 2013

24 dcbr.:PAZ A LOS QUE AMA EL SEÑOR...

24 diciembre
          Con esta Misa se cerrará ya el período de adviento. En la lectura nis sitúa en el marco importantísimo de David que ha puesto EN PAZ todos sus reinos. Entonces es cuando piensa que es el momento de hacer un Templo digno para el Arca de Dios. El profeta Natan recibe una comunicación de Dios para David: cierto que David es un amado y privilegiado de Dios, de quien ha recibido tantos beneficios. Sin embargo no será él quien construya el templo.
        La liturgia corta ahí el relato porque será cuando todoel orbe esté en paz, cuando Dios se construya su verdadero Templo, no ya con los símbolos de su presencia (como en el Arca) sino en la realidad insospechada del hijo de David..., que viene en nombre del Señor y que Él será el NUEVO ARCA que encierra en sí la misma realidad de Dios.
        Estamos en los umbrales mismos del NACIMIENTO DEL HIJO DE DAVID, que va a nacer de María, Virgen, en la profunda paz que deja la noche..., cuando llegue a la mitad de su carrera y resuene la Palabra misma de Dios en el Hijo.
        El cántico de Zacarías, ene l Evangelio de hoy es una explosión de alegría por la venida del Mesías de Dios, Sol que nace de lo alto...

             CUANDO EL ORBE ENTERO ESTABA EN PAZ
             Hoy me quedo ahí. Se trata de vivir la noche de hoy en aquel mismo ambiente de PAZ que reinaba en el momento. Esa PAZ que hacía posible que encontrara “espacio” y momento la realización de la PROMESA DE DIOS.
             Estábamos tratando de los pacíficos…  Hoy hay que detener la cámara y fijar el objetivo es esa PAZ.
             PAZ a los hombres a los que ama el Señor (a todos). Paz también en CADA UNO. Paz hacia los demás, pero paz que brota de la propia paz, porque si uno mismo no tiene paz dentro, nadie puede dar lo que no tiene. El secreto, pues, de la paz está en el propio corazón. Y que hoy podamos or pasando la mirada lentamente –como en un barrido de cámara, y podamos ver rostros, personas, situaciones nuestras…, y podamos verlo de frente con un sentimiento gozoso de que nada ni nadie pueda ya alterarme la paz. Nada ni nadie. ¡Eso es fundamental!  No se reduce nuestros ojos limpios por el colirio de la paz, y podemos mirar de frente a todo lo que se nos ponga por delante, y podamos decir: “Yo ya estoy en paz con esa persona y con esas situaciones que me quitaron la serenidad”.  En realidad, el triunfo pleno es que mi corazón está en paz. Que he adquirido las gafas de la paz y que a través de sus cristales, nada me turba, nada me espanta. Y hoy empezaré ya el bonito ejercicio de mirar a los ojos de cualquiera y de cualquier situación, porque me siento pacificado en mi corazón y no hay razón ni motivo para que yo pierda el tesoro maravilloso de MI PAZ. Mía, sí, pero que generosamente sale hacia afuera con esa grandeza de brazos extendidos que abarcan al mundo entero, y a tales y cuales personas en particular.
             Es que en esa cuna (o pesebre) es donde se recostará JESÚS.  Y desde ese Dios de paz tomaremos la antorcha de la paz para irla llevando al mundo. Para devolver sonrisas por insulto, rostro sereno ante la ofensa, luz del alma ante la oscuridad de la soledad (a veces proveniente de que otros no quisieron saber nada).  LA PAZ DE JESÚS es mucho más larga que el desamor de otros.
             PAZ que encierra una perla tan preciosa como que el pacífico será llamado hijo de Dios, de la misma estirpe de Dios…, quien podrá llamar PADRE  a Dios con un título más expreso de “hijo”, porque la paz constituye esa relación, y la contagia.
             Cuando actuó Jesús en su vida pública, se encontró con la dificultad de que los que no eran personas de paz, le hicieron frente; pero estaba ya muriéndose cuando pronunció ese testamento inmenso: Perdónalos, Padre, porque no saben lo que hacen. Nadie dio por enemigo, por culpable. Cuando el depósito interior de la paz está repleto, nada lo puede alterar.

      El blog os desea que viváis una verdadera Navidad, la que tiene por centro a Jesús y vive la Paz de Jesús.
      Y gozaríamos mucho si –por una vez- tantos que abrís este blog en las remotas regiones del orbe, EXPRESÁRAIS VUESTRA ALEGRÍA DE NAVIDAD DE JESÚS con un breve comentario vuestro expresado en el blog.  [Que no excluiría alguna observación constructiva para que sea más el blog abierto a quienes lo siguen]


      Por lo pronto el blog os desea una Navidad muy feliz. Que el primer invitado de esta noche sea Jesús. Y que vuestra celebración rezume alegría interior y paz.

3 comentarios:

  1. José Antonio10:23 a. m.

    En estos días de Adviento, ojalá hayamos hecho de nuestro corazón un pesebre para acoger al Niño Dios. Que El, desde la sencilllez y humildad, reine en nuestro corazón. Sin duda, el Salvador hoy se hace más presente en aquellos que están solos, desvalidos, enfermos, olvidados... Mi afecto y oración para todos los que nos enriquecemos con este Blog que tanto bien hace (mi afecto y agradecimiento personal hacia usted, P. Cantero).
    Feliz Navidad en Jesús.

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  2. Pepe Aguilar4:37 p. m.

    La paz es el deseo de la humanidad, la principal PAZ viene de Dios a cada uno de nosotros. Feliz Navidad acogiendo a Jesús recien nacido.

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  3. Feliz Navidad y paz a los hombres en quien él se complace.

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