viernes, 9 de noviembre de 2012

Iglesia de piedras vivas


LA BASÍLICA DE LETRÁN
          Es, por decirlo así, la Basílica del Papa; la “madre y cabeza de todas las iglesias de la urbe y del orbe”. La conmemoración de una Basílica es un reconocimiento de todos los Templos, como lugares privilegiados de culto. Y nos traslada de inmediato a algo mucho más “de andar por casa”, que es la realidad de los cristianos como piedras vivas del Templo de Dios…, o dicho de otro modo somos Templo del Espíritu Santo.
             En las Lecturas de hoy puede haber diversas elecciones.  No sólo en cuanto al número de lecturas sino a la lectura concreta que se elija en cada grupo de Antiguo y Nuevo Testamento.  En el A. T. está más indicada la de Ezequiel 43, 1-2, 4-7.  La gloria de Dios viene de Oriente (oriente es el lugar de la salida del sol; y Cristo es el Sol).  Y esa gloria de Dios suena a estruendo de aguas caudalosas.  ¡El torrente de gracias de Dios que surte del Templo, que es “mi trono, donde voy a residir para siempre”!
             En el Nuevo Testamento se prefiere la 1ª carta a los Corintios (3, 9-13; 16-17), donde se declara a Cristo la Piedra Angular del, edificio, el cimiento inmutable. Y encima se van colocando las otras piedras o materiales de la construcción.  Y ya advierte Pablo que pueden ser piedras preciosas, madera, heno o paja…  Eso depende de cada uno…, y el resultado será el que cada uno haya puesto en la construcción.  Por eso es ignorancia supina cargar “contra la jerarquía” o cargar “contra los fieles”. Nada son los unos sin los otros. Y lo mismo unos que otros pueden hacer edificio sólido o sin consistencia.  Lo que no debe perder nadie de vista es que somos templos del Espíritu Santo que ese Espíritu de Dios habita en nosotros. Y ahora el Templo se construye o se derruye.  Y todos y cada uno somos igualmente responsables del Edificio.  San Pablo dice a los fieles de Corinto que él ha actuado de hábil arquitecto para construir esa comunidad, por el don que Dios puso en sus manos: Sois edificio de Dios;  mire cada uno cómo construye.  Lo que es un desafío personal que tenemos cada uno que asumir constructivamente.  Y que toda crítica, desdoro, etc., que puede echarse en cara de unos, va siempre en detrimento de todos, incluidos los que critican y no construyen…, los que pretenden construir no encima del cimiento (Cristo) sino al lado… No en vertical (única Iglesia de Cristo) sino en horizontal (“iglesias paralelas”…, cada una tirando de la manta para sí…,  pero no levantando edificio sino restando, contrarrestando… ¡El gran mal de los “grupos” que se cree cada uno con toda la verdad!
             Por eso es elocuente el Evangelio.  Aunque San Juan lo llena de simbolismo para exponer la finalidad que pretende, el mismo relato en los sinópticos no utiliza símbolos (azote de cordeles, templo de su Cuerpo que destruyen y “Él lo rehace” en 3 días…).
             Los tres otros evangelistas van al sentido de la purificación de un templo al que profanan las costumbres interesadas de los dirigentes judíos. Y esto es mucho más práctico para lo que pretende Jesús. Porque coinciden los 4 en esa purificación que derriba mesas de dinero y manda salir a los feriantes. [En realidad ellos están allí porque los jefes religiosos cobran sus cuotas por ello.  Y precisamente Jesús les contrapone cueva de ladrones (o casa de mercado) a lo que debe ser realmente el Templo Santo de Dios: una casa de oración].
             Y mientras los sacerdotes se indignan (que no los mercaderes, que no protestan), se vienen a Jesús los ciegos y los cojos.  Pretenden los hombres religiosos acallar los gritos de reconocimiento y júbilo hacia Jesús. Se acercan confiados los pequeñuelos, los necesitados.  En los primeros hay suciedad de corazón.  En los humildes hay necesidad y acogida.  Y a la par que a éstos los atiende Jesús y los cura…, y más se indignan los sacerdotes aquellos por ver las maravillas de Jesús, viene en Mateo una terrible expresión: Jesús, dejándolos, se salió fuera.  No tiene más que decir…; es inútil decir.  Y marcha a Betania, lugar de paz y de acogida.

             Partiendo de la finalidad de estas celebraciones de Basílicas, centradas más en lo pedagógico, hay diversos puntos que salen muy al paso:  ¡cuánto tendría hoy que purificar Jesús en los templos, a los que tantos y tantos han hecho casa del pueblo en vez de Casa de oración  Y no me voy muy lejos ni a “los no religiosos”.  Porque ¡buena falta nos hace a todos recuperar una pureza mayor en nuestra actitud en el templo.
             Más en profundidad, está qué “materiales” estamos utilizando cada cual en esta construcción del templo santo de Dios para que seamos realmente piedras vivas en este Templo del Espíritu Santo que somos cada uno.  O ¿o qué ensamblaje de piedras hacemos para construir EN VERTICAL, codo a codo, elevando y engrandeciendo el Edificio…, y hasta dónde construimos nuestros reinos de taifas, con tantas facciones, tantas tensiones, tantos compartimentos estancos HORIZONTALES, donde cada piedra queda en equilibrio inestable respecto de la otra…, y algunas veces en absurdas iglesias (grupúsculos) paralelos, llenos de “tuyo y mío”, que en nada tienen que ver con la sólida construcción del IGLESIA DE JESUCRISTO. Cuando menos, cabe pensar.  Aquella pregunta que le hicieron los apóstoles a Jesús, en la Cena: ¿acaso soy yo?

1 comentario:

  1. Ana Ciudad2:44 p. m.

    ¡QUÉ ADMIRABLES SON TUS MORADAS,SEÑOR DE LOS EJERCITOS!.
    Este salmo es una de las joyas de la poesía religiosa de Israel.Todo él está impregnado por una fe fuerte y viva que puede avergonzar a muchos cristianos.En él se ve la intensidad del sentimiento religioso que animaba a gran parte del pueblo de Israel, cuando venía a buscar en el templo al DIOS VIVO (v.3)fuente de vida y de gracia.Pero el cristiano tiene motivos para superar ese fervor y dedicación. El templo cristiano es la morada del DIOS VIVO ya que contiene en la EUCARISTíA la presencia del DIOS HECHO HOMBRE en CRISTO real y sustancialmente presente en la Hostia consagrada.
    ¿No sabéis que sois templo de Dios y el Espìritu de Dios habita en vosotros?.Es esta una idea que pudiera parecer propia de místicos,pero que según San Pablo es el ABC de todo cristiano.

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