martes, 13 de noviembre de 2012

Ha aparecido la gracia de Dios


EL VIERNES 16, en LIBRERÍAS de Málaga, “QUIÉN ES ESTE”, libro del P. Manuel Cantero S.I.

LA GRACIA DE DIOS EN LOS HOMBRES
             Sigue la carta de Pablo a su discípulo Tito, al que, en su juventud le va orientando el maestro sobre diversos aspectos en que ha de insistir en su labor de pastor de aquellas comunidades de Creta.  Recomendaciones para las ancianas (especial tema: que no sean chismosas, sino maestras de lo bueno, de modo que inspiren buenas ideas a los más jóvenes;  para que los jóvenes sigan actitudes moderadas con respeto a su cuerpo y a su modo de pensar.  Ellas o ellos tienen que vivir de tal manera que no desacrediten el Evangelio.  [Realmente es una orientación de inmensa altura espiritual: no habla Pablo de que les enseñen a “no pecar”; ¡qué corto quedaría eso!  Hay algo mucho más grande, noble, digno de un cristiano: que no desacredite el Evangelio!  Y para eso es menester no desacreditarse uno a sí mismo…, y tomar muy en serio la llamada misma de Jesús a un continuo crecer en la fe y en el amor a Dios (que es el camino del amor sincero hacia los demás)]. Tienen que ir teniendo ideas justas, honradas, cabales, responsables…, que no está reñido con la juventud, y son prueba de madurez.
             Y la razón que lo enmarca todo:  que ha aparecido la Gracia de Dios que trae la salvación.  Dos vertientes señala Pablo: en lo que hay que dominar, corregir…: renunciar a las llamadas de los deseos pecaminosos y bajos.  Y en lo positivo: el ser señor de sí mismo…, lo que supone una sobriedad, una temperancia…  Son términos que podo entiende el mundo de hoy, pero que expresan precisamente ese dominio de sí, de los actos de los deseos, de lo que se aparta del dominio de la razón sobre todas las realidades personales.  Todavía lo concreta  más al exhortar y enseñar a vivir una vida RELIGIOSA.  Vamos a ver si nos entendemos: no es ser beatos ni estar rezando ni echándose agua bendita.  Es el principio fundamental de dar a Dios lo que es de Dios, y a los demás, lo que es suyo.  Se dice casi como refrán.  Pero DAR A DIOS lo “suyo” ya está diciendo: TODO. Y todo es cuerpo y espíritu, tiempo y responsabilidad propia (trabajo, familia, relación humana, respeto hacia arriba y hacia abajo y hacia iguales…).  ¿Dios como referencia siempre…, pero empezando porque Dios es Dios y a Dios hay que darle UNA PARTE CONCRETA que se enmarca en una relación personal, un espacio sagrado que es suyo y que no se puede sustituir ni se puede prescindir de él.  Esa relación con Dios es la que proyecta al buen orden y actitud personal hacia los demás, de modo que se les dé  A LOS DEMÁS LO QUE ES DE LOS DEMÁS.  Amor, respeto, tiempo, atención, actitudes de justicia (en todos los sentidos). Eso también es RELIGIÓN.  Y A UNO MISMO ha de darse cada cual lo que le debe a sí mismo. LA HONRADEZ. Que ahí está abarcado todo.  Porque el que es HONRADO, lo es en todas direcciones: Dios, prójimos, familia, trabajo…
             En el Evangelio un complemento muy necesario en este tiempo en que la gente se escuda para no vivir su vida de relación personal con Dios en que son buenas personas con todos.  ¡Ojo!: para que sea con todos, en ese todos tiene que entrar también Dios.  ¿Y cómo lo expresa Jesús? Con esos cuentecillos suyos, tan pedagógicos:  un siervo que sirve a un amo, que ha pasado el día trabajando en el monte o en el pastoreo, y regresa a la casa por la tarde, no tiene que pensar que ahora no cuenta ya el amor, porque ellos vienen muy cansados…, y que sea el amo quien les sirva la mesa a ellos…  Evidentemente no.  Son ellos los que ahora les toca la otra parte de su labor: prepararle la comida al amo, servirle la comida… LO QUE ES “DEL AMO” HAN DE DARLO AL AMO.  Y cuando lo hayan hecho, no es que son unos héroes de la historia…, o que le han “regalado” al amo alguna cosa…: saben que son siervos que han hecho lo que tenían que hacer.

1 comentario:

  1. Ana Ciudad3:44 p. m.

    Jesús no aprueba la conducta del señor,quizá abusiva,sino que se sirve de una realidad de su tiempo para ilustrar la actitud de la criatura en relación al Creador.Desde nuestra llegada a este mundo hasta la vida eterna a la que hemos sido destinados,todo procede del Señor como un inmenso regalo.Comenta San Ambrosio "no te creas más de lo que eres porque eres llamado hijo de Dios,debes reconocer,sí,la gracia,pero no debes echar en olvido tu naturaleza,ni te envanezcas de haber servido con fidelidad,ya que ése era tu deber.
    SALMO 36.EL SEÑOR ES QUIEN SALVA A LOS JUSTOS..
    Todo el salmo es como la contemplación de esta única verdad:permanece fiel a Dios y a su justicia y no te dejes intimidar por los poderosos que levantan su trono sobre la injusticia.Dios es el único que puede salvarte nunca te defraudará.

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