domingo, 15 de enero de 2012

VENID Y VEIS

VENID Y VEIS
Jn 1
Samuel no conocía aún a Dios. Cuando estaba acostado un día en la cercanía del sacerdote del sacerdote Elí (puesto que su madre lo había dedicado al Templo). oyó que lo llamaban. Se levantó presto y se fue a Elí a ver para qué lo llamaba. Elí pensó que había sido un sueño y lo mando acostarse. Dos veces más ocurrió aquella llamada y Elí, intuye que allí hay un misterio más ahondo, y le dice: “Si oyes esa llamada de nuevo, di: Habla, Señor, que tu siervo escucha”. Elí ha servido para empezar a discernir…, descubrir, lo que Samuel no podía intuir.
Juan Bautista discierne también y señala a Jesús ante sus discípulos. Andrés se lo toma en serio y sigue la pista. Con “el otro discípulo” hacen una pregunta: “Dónde vives”. Nosotros nos vamos rápidamente con nuestra mentalidad oriental a una casa, cabaña, calle…, que pueda ser l mansión del “Cordero-Mesías de Dios”. La respuesta de Jesús es ambigua y muy concreta: VENID Y VEIS.
Me he encontrado en las consultas de los fieles con la necesidad de una única respuesta: VE Y MIRA en el Evangelio. Alguna vez me han respondido: ¿Y qué voy a sacar del Evangelio en este caso mío? No me queda otra respuesta que: ID Y VED.
Y pensarán que me escapo por la tangente; no cogerán el Evangelio porque no tienen “tiempo”… Algunos de los ue me escucháis ahora mismo podáis estar ya pensando: “ya llegamos a la manía de este cura!” Aun así, única respuesta de Cristo a aquellos que preguntaban, fue esa: VENID Y VEIS.
Lo grande es que, en efecto, porque fueron, VIERON. Ni puertas, ni ventanas, ni edificación, ni cabaña. Lo que vieron es QUIÉN ERA JESÚS. Lo que descubrieron fueron las Palabras, los Hechos, las formas, los sentimientos, el secreto misterioso de quien es “otra clase de Persona” y pide otra clase de vida. FUERON YVIERON lo que nunca habían visto, ni fuera de Él podrán nunca ver. Se emboaron de tal manera con aquel Evangelio viviente que ya no pudieron separarse de él; se estuvieron todo el día.
Andrés quedó de tal manera impactado que le salió a borbotones su experiencia ante Simón, su hermano. Y Simón, diríamos que “lobo de mar” acostumbrado a “cosas” que se tocan palpan, tomó aquello un tanto como credulidad infantil de su hermano. Y Andrés, que ya había aprendido la lección, no discute: VEN Y LO VES.
La curiosidad le pudo a Simón y caminó hacia “el lugar”, hacen ese Jesús. Y el que iba a “indagar” escépticamente, se encuentra que antes que empiece a hablar, Jesús le mira de tal manera que lo deja sin palabras. Más aún: le dice: Tu ere4s Simón, hijo de Jonás; TU SERÁS PIEDRA ¡Y de verdad que se quedó de piedra! Lo ha conocido antes de abrir la boca…, y LE HA DADO UN NOMBRE NUEVO DETERMINANTE (que eso sí lo sabía muy bien un judío). El viejo “lobo de mar” pasaba a corderito: Habla, Señor, que tu siervo escucha. He ahí la fuerza del Evangelio, el CONOCIMIENTO DE DÓNDE VIVE JESÚS.
Estaréis diciendo por qué no me he fijado en el “otro discípulo”… Porque está por ver si TÚ Y YO también (ese otro discípulo”), VAMOS AL EVANGELIO, VEMOS Y NOS QUEDAMOS..

La 2ª Lectura –como siempre en el Tiempo ordinario de la liturgia (“casulla verde del sacerdote”), va por otro camino, siguiendo de lectura continuada de san Pablo. Hoy podríamos poner a dos columnas sus palabras y ls de la sociedad actual:
-El cuerpo no es para la fornicación.- -El sexo es muy sano y se debe enseñar indiscriminadamente desde niños, y practicar.
-No os pertenecéis en propiedad. –Somos dueños de nuestros cuerpos.
-Todo otro pecado queda fuera.. –Yo no hago mal a nadie.
-El cuerpo es templo donde vive el Espíritu Santo, y en él habita, porque lo habéis recibido de Dios -Endiosamiento de la sociedad moderna, y carencia de conciencia.
-Os han comprado a precio de la Sangre de Cristo. –Yo hago lo que me apetece.

Y hasta después, la desfachatez de comulgar “porque yo no tengo pecados”. Es evidente que NI FUERON, NI VIERON, NI DESCUBRIERO LA BELLEZA DE ESE “TEMPLO”…, donde VIVE DIOS…, de ASOMARSE A ESA VENTANA DESDE DONDE SE VISLUMBRAN HORIZONTES INDESCRPTIBLES DE BELLEZA.

2 comentarios:

  1. ANA MARÍA1:02 a. m.

    El Evangelio de hoy es uno de los que más me dicen al corazón. Encontrar a JESÚS… seguirlo para VER DÓNDE VIVE… y quedarme con ÉL… no sólo un día, sino TODA mi vida… Contemplarlo… SU MIRADA…oír sus Palabras y tratar de escuchar los latidos de su CORAZÓN… SUS SENTIMIENTOS… ¿No nos ha dicho: “APRENDED DE MÍ QUE SOY MANSO Y HUMILDE DE CORAZÓN…”

    ResponderEliminar
  2. No he leído completo el artículo de hoy, porque ha habido una cosa que me ha cautivado y en ella me he parado. El cura del Evangelio dice una gran verdad. Si buscamos respuestas, ¿que hacemos que no vamos al Evangelio? Ya estamos tardando. HOY puede ser un gran día.

    ResponderEliminar

¡GRACIAS POR COMENTAR!