miércoles, 18 de enero de 2012

EXTIENDE TU BRAZO

EXTIENDE TU BRAZO

Mc 3, 1-6

Jesús, buen israelita y profundamente religioso, amante de la Palabra de Dios, acude a la sinagoga el sábado, como siempre. Casualidad o trampa, hay allí un paralítico de una mano.. Lo fácil para Jesús es hacerse el sueco y seguir “la belleza” de la Palabra de Dios. Pero Jesús no se hace cómplice de la mentira y la injusticia y meter la cabeza bajo el ala. Llama al paralítico y le pide que se ponga en medio a la vista de todos. Respetuoso con los fariseos presentes, a la vez que con un religioso profundo desafío de la verdad, les hace una pregunta: “Es lícito hacer el bien en sábado”. ¡A ver qué se responde a esa pregunta! No van a decir que no; sería contra razón. Y no quieren decir que sí, porque saben que Jesús se lanzaría a curar. La ambigüedad de los cobardes y los falsos…, o “los cumplidores de obligaciones escritas”, pero sin corazón ni inteligencia.

La solución es callarse. Y Jesús más desafiante aún, va pasando la mirada lentamente por toda la sinagoga, y siente ira por dentro ante tanta mentira de “gentes religiosas”. E indignado por todo aquello, mira con misericordia al paralítico, y sin que medie trabajo alguno, ni de Jesús ni del enfermo, le dice que haga un movimiento tan normal como el de cualquiera de los que estaban allí: Extiende tu brazo.

El enfermo hizo el movimiento tan normal de mover su brazo, el que había estado paralizado. Y los fariseos, como todo el mentiroso que no tiene razón pero tiene que sacar la cabeza por encima (¡qué bien nos viene hoy la soberbia de Goliat frente a la pequeñez de David), optan por lo más singular: aliarse con sus enemigos totales, los partidarios de Herodes, para ver la manera de matar a Jesús. Se suele decir: cuando alguien no va por derecho y otro le pone la verdad ante los ojos, el necio opta por matar al emisario.

Lo malo es que fariseos y herodianos había muchos… Que ALGUNO HABRÍA HONRADO…, puede pensare con toda razón. Pero por boca cerrada no entran moscas…, y todos se callan y se van a sus casas. TODOS MATARON… “Fuenteovejuna: TODOS A UNA”.

Y hoy escribo desde el sentimiento profundo del alma.


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