sábado, 21 de enero de 2012

NO ESTABA EN SUS CABALES

NO ESTABA EN SUS CABALES

Mc 3, 20-21

Hoy os he dejado esperando. Tuve que atender obligaciones que no podía eludir. Perdonad.

Acababa Jesús de elegir a sus Doce compañeros, para que estando con Él, aprendieran como discípulos que conviven con su maestro (forma normal de los verdaderos maestros de ese tiempo). Ya había tenido enfrentamientos de los fariseos con Él, y eso que aún no había formado grupo estable. Aquello tomaba dimensiones de envergadura, y con los jefes de Israel e influyentes fariseos en su contra, en abierta oposición y hasta casi persecución. Hasta habían pensado –junto a los herodianos. Cómo quitarlo de en medio. Era ya un “enemigo” de cuidado.

Los parientes deciden intervenir, porque tiene perdido el juicio; es un fanático, se ha creído mesías, es un pobre aldeano de Nazaret que pretende ser “Maestro” y se rodea de gente de poca o mala fama. ¿Qué más lógico que intentar los parientes llevárselo consigo y quitarlo de la vida pública?

Ahí deja el episodio el Evangelio. No explica más, no dice cómo se desenvuelve la situación, ni como Jesús se libra de ella. Lo que es evidente s que los parientes se volvieron “con las manos vacías”.

Recuerdo una chica valiosa cuya vocación traté, y que podía asegurarse que podía cuajar… Estaba eb 4º de carrera y –por tanto- no eta una inmadura ni un “niña”. Sabía lo que quería. Y pese a las amenazas de su madre de que se suicidaría y demás formas de intimidación, la chica deja su casa y entra n el postulantado. Las cosas fueron a más de tal forma que la chica tuvo que renunciar a su propósito. Para aquella madre la hija estaba fuera

sde sí; no estaba en sus cabales.

Traduzcamos ahora esa situación a otras muchas que son realidades actuales. Pueden unos jóvenes elegir las carreras o las aventuras más fuera de lo normal. Y hasta ahí, “hay respeto” a la voluntad del joven. Eligen novio o novia que todo el mundo alrededor ve que es una barbaridad, un riesgo cantado… Pero “si esa es su decisión”…, dicen sus padres y parientes.

Eligen la vida religiosa o el sacerdocio… Y ahí viene ya el “tú estás loco”; primero tienes que conocer mundo…; primero haz una carrera…

Y las verdaderas locuras se pagan muy poco después, de mil modos que –luego- todos lamentan. Pero esas locuras ya no las quitó nadie de la mente.

Pienso en Jesús; pienso en el dolor que le produciría que sus mismos parientes fueran los que no lo entendían, precisamente cuando su vida ejemplar estaba dando ejemplo de una actitud cabal y religiosa, con el pleno sentido de RELIGIÓN, que busca RE-LEER constantemente los caminos que marca Dios. Se fueron los familiares con sus protestas y su fracaso. Pero a Jesús le llegó al alma mucho más, por lo que aquello suponía de “acomodación” de los suyos a “lo que había”, y no se les ocurrió escucharlo, hacerle un seguimiento normal, para descubrir el verdadero género de locura que Él llevaba en su alma: la locura por seguir los pasos que Dios marcaba en aquel momento de la vida de Israel.

¿Cabe pensar dentro de nuestra propia conciencia?

2 comentarios:

  1. Se lo que se siente al pensar la gente que no estás en tus cabales. Lo he sentido desde muy joven. A veces me han llegado a contagiar, y he llegado a pensar de mi mismo que no estoy en mis cabales. ¿Será eso que estoy en el camino correcto o que?

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  2. José Antonio3:19 p. m.

    Dichosos aquellos que "están fuera de sí" por seguirle allí donde El llame, ese estar "fuera de sí", es sentir y experimentar como nuestro corazón estalla cuando tomamos consciencia vivencial de lo mucho que el Señor nos ama.

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