sábado, 13 de agosto de 2016

13 agosto: La responsabilidad personal

LITURGIA
            Hoy tenemos un texto de Ezequiel que n lleva imágenes sino que podría perfectamente haberse escrito en una mentalidad occidental y contemporánea. Estamos acostumbrados a que la Biblia nos diga que algún delito que se ha cometido va a pagarlo hasta la cuarta generación, de tal manera que el pecado de los padres pase a hijos y nietos… Incluso cuando el pecado de alguien haya sido perdonado.
            Hoy es hermoso encontrarnos con el “razonamiento” de Dios, que expresamente afirma lo contrario. Ez 18, 1-10. 13. 30-32 nos declara que Dios da a cada uno según sus obras. Con una enumeración amplia y detallada, el Señor nos trasmite cómo el que obra bien, recibe el premio de su buen obrar: el hombre que es justo y obra conforme a justicia, que no adora ídolos falsos, que no es adúltero, que no abusa de su prójimo, que da pan al hambriento y vestido al que ve desnudo, y no es usurero, y juzga imparcialmente, y guarda los mandamientos, ese encontrará el favor de Dios porque Dios ve la realidad de las obras y pensamientos de cada uno.
            Si ese tal engendra un hijo y el hijo procede al revés y obra la maldad, el hijo pagará su pecado.
            De donde se sigue una invitación de Dios a convertirse y apartarse de toda maldad y que no haya en vosotros ocasión de mal. “Descargaos de todos vuestros crímenes y haceos un corazón y un espíritu nuevo.
            Para concluir la gran afirmación que todos debemos incorporar a nuestra mente, y se acabarían muchas angustias de conciencia que atosigan a las almas: Yo no me complazco en la muerte de nadie, sea quien sea. Convertíos y vivid.

            El evangelio (Mt 19, 13-15) es como una segunda parte del que tuvimos hace poco de Jesús con los niños. Allí era Jesús el que tomaba a niño y lo ponía en medio. Aquí es que le traen a los niños para que les imponga las manos y que rece por ellos, Los apóstoles interpretan que aquello es una molestia para el Maestro y tratan de impedirlo, Y  Jesús les dice: Dejad que los niños se acerquen a mí y no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de los cielos. Lo que Jesús admira en los niños es su sencillez, su espontaneidad, su simplicidad, su ausencia de malicia, sus ojos limpios, sus intenciones sin doblez… El niño que no anda preocupado por el ayer ni por el mañana sino que vive el momento presente con toda inocencia… Ser como esos niños en el fondo del alma de cada persona es lo que Jesús está alabando en cada persona, y lo que él quiere que sea el corazón de cada persona.
            Lo que Jesús ve es precisamente lo que ve su mirada limpia sobre las cosas y las personas. Cuando los ojo de Jesús se posan sobre algo o sobre alguien, está viendo cuanto hay en aquello. Jesús convivía con aquellos doce hombres… Tenían sus defectos, sus fallas, sus carencias… Pero Jesús traspasaba con su mirada todas las cosas pequeñas y estaba viendo el fondo de sus corazones. Y lo que veía en Santiago, en Bartolomé, Felipe o Pedro…, no era lo mismo que veía en Judas. En unos admiraba su simplicidad dentro de su tosquedad, pero los veía sanos, de corazón abierto y disponible, que era como esponja que va empapándose del pensamiento de Jesús. Jesús lo veía. Como veía en Judas –al menos a partir de un determinado momento- que Judas no miraba de frente, no era trigo limpio…, no tenía el corazón de niño que es necesario para entender el reino.
            Esto es lo que habría que pensar en nosotros…, en nuestros modos de enjuiciar o simplemente de mirar… Porque cabe la posibilidad de que alguien mire y su mirada sea limpia sobre cosas y personas, y cabe también que lo primero que se vea sea el defecto, la carencia, el punto negro… A esto es a lo que acude Jesús en este deseo de ver en cada uno de los suyos la mirada de un niño. Por eso quiere que dejen a los niños acercarse a él, y encontrar en esos niños un paradigma para enseñarnos a vivir de acuerdo con el reino. Corazones limpios que salen hacia afuera y proyectan limpieza en todo lo que miran o tocan.

            No cabe duda que no queda por delante un examen de nuestras miradas, de nuestros juicios, de nuestro sentir ante las cosas y personas. Para mí que nos hace mucha falta tener esa introspección de nuestro interior porque allá en el fondo hay mucho más de lo que pensamos.

1 comentario:

  1. Ana Ciudad11:10 a. m.

    CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA (Continuación)

    CREO EN DIOS PADRE.

    EVOLUCIÖN:(Apertura , Desarrollo). El crecimiento de la forma final de los organismos a través de millones de años.Desde el punto de vista cristiano, la evolución se da como la creación continua de Dios en los procesos naturales.

    ¿SE PUEDE ESTAR CONVENCIDO DE LA EVOLUCIÓN Y CREER SIN EMBARGO EN EL CREADOR?.-
    Sí.La fe está abierta a los descubrimientos e hipótesis de las ciencias naturales.
    La Teología no tiene competencia científico-natural;las ciencias naturales no tienen competencia teológica.Las ciencias naturales no pueden excluir de manera dogmática que en la creación haya procesos orientadoa a un fin; la fe,por el contrario, no puede definir cómo se producen estos procesos en el desarrollo de la naturaleza..Un cristiano puede aceptar la teoría de la evolución como un modelo explicativo útil, mientras no caiga en la herejía del evolucionismo, que ve al hombre como un producto casual de procesos biológicos. La EVOLUCIÓN supone que hay algo que puede desarrollarse. Pero con ello no se afirma nada acerca del origen de ese "algo". Tampoco las preguntas acerca del ser,la dignidad, la misión, el sentido y el por qué del mundo y de los hombres se pueden responder biológicamente.Así como el "evolucionismo" se inclina demasiado hacia un lado,el CREACIONISMO lo hace al lado contrario.Los creacionistas toman los datos bíblicos ( por ejemplo, la edad de la tierra, la creación en seis días) ingenuamente al pie de la letra.

    CREACIONISMO:(Creación). La idea de que Dios mismo creó la tierra de una vez, como si el libro del Génesis fuera un acta de los hechos.

    "Y esto ( la enorme precision de los procesos en el Big Bang) dicen que ha surgido por casualidad? ¡Qué idea más absurda!(WALTER THIRRING 1927, físico austríaco)

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