jueves, 29 de agosto de 2019

29 agosto: Vivir preparados


LITURGIA
                        1Tes.3,7-13: Pablo se siente animado por la fe y la actitud de los tesalonicenses, y respira sabiendo ahora que eso se mantiene. ¿Cómo podremos agradecérselo bastante a Dios? Tiene Pablo unos grandes deseos de ir a verlos personalmente, si se allanan los obstáculos que han surgido por ahora.
            Que el amor entre ellos, amor mutuo, les dice, venga a ser como el que os tengo yo, y que ese amor os fortalezca, para que cuando venga el Señor acompañado de sus santos, os presentéis santos e irreprochables ante Dios nuestro Padre.
            Como podemos ir observando, toda la carta se desenvuelve en ese clima cordial, con delicadezas en las expresiones del apóstol.

            El evangelio ya ha pasado el capítulo contra los fariseos, y lo que ahora toca es el tema de la preparación con la que hay que estar para recibir la llegada de Jesús. (Mt.24,42-51). Jesús lo propone con una parábola, como es su estilo y como él mejor se comunica con las gentes que, buenos orientales, captan mejor el mensaje a base de la parábola que con conceptos. Dicho sea de paso, a nosotros nos es necesario “explicar la parábola” y reducirla a pensamiento occidental, porque nos entendemos más de esa manera. Pero Jesús propone la parábola porque de otra manera viendo no ven y oyendo no oyen…, sencillamente no les es fácil la captación de lo que se les quiere trasmitir.
            Jesús dice en directo: Estad en vela porque no sabéis el día ni la hora en que vendrá vuestro señor. Comprended que si el dueño de casa supiese a qué hora va a venir el ladrón, vigilaría para que no le abran un boquete en su casa. (Y ya ha usado la parábola breve para explicarse mejor).
            Y habla del criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga dar la comida a la servidumbre, a sus horas, que será un criado dichoso cuando haya cumplido con su deber, porque cuando llegue el amo y lo vea, le confiará la administración de su casa y de todos sus bienes. Se ha hecho acreedor de la confianza el amo.
            Por el contrario, si el criado maltrata a sus subordinados y bebe y se emborracha, cuando llegue el amo en el día y la hora que menos espera, le hará pedazos como se hace con los hipócritas. Vuelvo a llamar la atención sobre esas expresiones exageradas de Jesús, que usa muchas veces para resaltar una idea. En la parábola lleva el castigo hasta “el destrozo” del criado infiel. Si no fuera parábola, Jesús se expresaría de otro modo en el lenguaje llano, como lo tenemos en su misericordia con el pecador. O cuando la parábola quiere mostrar el Corazón amoroso, también dibuja hasta el extremo la delicadeza del perdón. Buen ejemplo en las parábolas de la misericordia, donde la “exageración” se expresa en alegría comunicativa del pastor que encuentra la oveja, la mujer que encuentra la moneda o el padre que se alegra sobremanera por el hijo que se había perdido y ha sido recuperado.
            También “exageración” para expresar la misericordia. Es un estilo típico de Jesús que convine tener en cuenta para cuando  surgen las expresiones menos agradables, que también las hay, y que debemos enmarcar en un estilo propio de Jesús.
            Concluye el relato de hoy con ese estribillo que le es familiar cuando quiere llamar la atención: Allí será el llanto y el rechinar de dientes. Los criados que no fueron fieles y que podían haberlo sido, tendrán que lamentar su infidelidad. Y lamentar que en vez de ser distinguidos, son echados fuera. Que pudieron ser felices y han acabado siendo expulsados.

2 comentarios:

  1. Las exageraciones en el lenguaje son un modo de "llamar la atención" sobre un tema determinado, un problema importante, una queja sobre algo grave y que trae consecuencias malas. Puede ayudar a otros a darse cuenta de algo que a lo mejor expresado sin exageración pasaría desapercibido. A veces no sólo las usa Jesús...

    ResponderEliminar
  2. Que el Espíritu Santo nos haga comprender y vivir las enseñanzas de Jesús a cada uno en concreto

    ResponderEliminar

¡GRACIAS POR COMENTAR!