viernes, 2 de agosto de 2019

2 agosto: Salmo 80


          Ayer me equivoqué y planteé la liturgia del Viernes, por lo que hoy está dicho lo que puedo decir de esa liturgia. Léase lo escrito ayer que en realidad corresponde a hoy viernes.
          Hoy voy a reducirme al SALMO (80) que corresponde a esta liturgia, explicitando ya, de camino, la función que el Salmo ejerce sobre las lecturas del día, y propiamente la primera.

LITURGIA
                      En la tragedia griega, o en las óperas más recientes, el CORO tiene una misión de apoyo y acentuación repetitiva de lo que se ha representado o se está representando.
          El SALMO ejerce esa función. Se ha afirmado en la lectura 1ª (véase el blog de ayer) la importancia de seguir los caminos de Dios. También en las fiestas religiosas, en las que la razón primordial es la de alabanza a Dios. Y eso en las dos vertientes de la “santificación de la fiesta” (o lo que es igual: dedicarla a Dios), y de higiene del trabajo: el descanso, para reponer fuerzas para seguir luego a la semana siguiente.
          Pues bien: en esa línea de santificación, nos dice el Salmo: Aclamad a Dios, nuestra fuerza. Cada fiesta religiosa tiene un sentido primordial: el de aclamar a Dios, y sentirnos fortalecidos por ese Dios que al poner la fiesta, quiere ayudarnos a crecer en el servicio de su Majestad.
          Y las fiestas de Dios no son aburridas: Acompañad, tocad los panderos, las cítaras templadas y las arpas. Tocad la trompeta por razón de la fiesta. Porque Dios es alegre.
          Una norma establecida en Israel –sigue desgranando el Salmo- para que se manifieste de lleno que no tendrás un dios extraño, no adorarás dioses extranjeros. Yo soy el Señor, Dios tuyo, que te saqué del país de Egipto.
          Precisamente en el orden de las fiestas religiosas “el dios extraño”, “extranjero” es la forma de desvirtuar el sentido religioso de la fiesta con otras connotaciones que nada tienen que ver con ese sentido. La Navidad es la fiesta del nacimiento del Señor, y la fiesta debe tener por protagonista a Jesús. El Papá Noel y todo lo que hay montado sobre él, es un “dios extraño”. Y muy alejado de la fiesta los otros sentidos de mera diversión profana.
          La Semana Santa son los días solemnes de la muerte de Jesús. Los Santos Oficios constituyen el modo en que la Liturgia nos entronca con el misterio. Al margen de ello, pero que todavía podría estar relacionado con el tema, son las Procesiones que sacan a la calle, al pueblo, los misterios de la Pasión. Sin embargo la sociedad ha convertido una gran parte de esas manifestaciones en puras expresiones turísticas, o en un simple folklore popular: en “dioses extranjeros”. Por no hablar de la Semana Santa como vacaciones de descanso sin relación a lo religioso.
          Tendría que resonar con mucha más fuerza entre los creyentes ese final del Salmo, en que Dios se reivindica a sí mismo como el Señor Dios tuyo, que ya nos ha liberado de la esclavitud (como antes en la liberación de Egipto), y para nosotros de esa otra esclavitud de lo profano, de lo que esta tan alejado de tener al Señor como el Dios a quien se le debe la gran liberación de nuestras esclavitudes.

1 comentario:

  1. ¿No es este el hijo del CARPINTERO?: ¿Cuántas veces no me he sentido yo juzgado por la misma medida que juzgaron a Jesús en ese pasaje del Evangelio? ¿Juzgo yo a los demás con esa medida?

    El pasaje habla de la gente que se escandaliza con lo que hace y dice Jesús, aun "sabiendo" que este tiene sabiduría y que hace milagros. Y yo me siento muy identificado en los últimos años con esto. ¿Qué le voy a hacer si es mi percepción y mi experiencia? Pues contarla. Yo no me subo a la parra ni me pretendo envanecer a mi mismo, sólo cuento mi experiencia.

    ¿Quién soy yo, no soy un don nadie sin titulación? ¿Cómo puede ese (yo), hablar de estas cosas reservadas a los maestros y a los titulados, y a los nombrados y a los "elegidos"? ¿No soy yo hijo de...que trabajaba en....? ¿No son mis parientes estos o aquellos, que nada tienen que ver con lo espiritual? ¿Tengo acaso algún pariente relevante en la vida de la Iglesia? ¿Alguien me ha recomendado? ¿Cuáles son mis referencias? Pues eso, soy un don nadie, y muchos aunque ven como soy y "saben" lo que hago, al igual que en Nazaret, se escandalizan de mi y me quitan credibilidad. ¿Cómo alguien va a darme credibilidad si soy "el hijo del carpintero". No importa lo que diga o lo que haga, importa para la gente, mis referencias.

    ¿Puedo enseñar a otros lo que se? Pues alguien se escandalizará porque no tengo títulos que me avalen.
    ¿Puedo hacer algo para ayudar a la Iglesia? Una vez hace años alguien me dijo que yo no podía escribir en internet porque no era periodista.
    ¿Puedo ayudar a un sacerdote en la Misa? ¿Pero cómo? ¿Yo? ¿Quién soy yo, si no el "hijo del carpintero"? Y sus parientes son....y no tiene ni cursillos ni titulaciones ni permisos...

    Y se escandalizaban de El, y Jesús entonces no hizo allí muchos milagros por causa de su fe.

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