domingo, 28 de abril de 2019

28 abril: Domingo IN ALBIS


LITURGIA
                      Acudo tarde a la cita, tras un pequeño percance respiratorio, y aunque con un breve comentario, vengo a celebrar el DOMINGO IN ALBIS, renombrado por Juan Pablo II como DOMINGO DE LA MISERICORDIA. La primera denominación es ancestral, desde los primeros momentos de la Iglesia, recordando a aquellos recién bautizados que acudían a la Eucaristía revestidos de sus túnicas blancas (“albas”), significativas de la nueva criatura que el Bautismo, por la resurrección de Cristo, había creado en ellos. Juan Pablo se fundamentó en las llamadas “revelaciones de Santa Faustina”, casi acabando el siglo XX.
          Litúrgicamente es el mismo domingo de resurrección, y narra por eso la aparición que se produjo última ese domingo grande, a todos los apóstoles, en la narración de San Juan (20,19-31), que contiene teológicamente varios aspectos fundamentales: el envío del Espíritu Santo sobre sus apóstoles. Jesucristo lo simboliza en el soplo (algo inmaterial) con el que trasmite el mismo poder de Jesús, el recibido de Dios. Envío con el mismo poder del Padre, que ha sido puesto en las manos de Jesucristo. La institución del Sacramento de la Penitencia: a quienes vosotros perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes no se los perdonéis, no se le perdonan. Obsérvese que el relato de Juan difiere substancialmente del paralelo de Lucas: en Lucas hay más personas que no son apóstoles, y en Juan sólo están los apóstoles. De ahí esas tres concesiones.
          Pero además la liturgia celebra el siguiente domingo al de Resurrección (por tanto tal día como hoy) recordando lo que ocurrió en este octavo día, en la aparición a los apóstoles nuevamente, estando presente Tomás, que no estuvo el día de la resurrección. Con esto la Iglesia define la octava como parte integrante del día de Resurrección.
          Y tocados esos puntos fundamentales, corto por esta vez, en el deseo de que pronto lo tengáis, con la esencia misma de la celebración. Y al mismo tiempo dejar tranquilos a algunos extrañados de mi falta en este amanecer de día tan solemne.

1 comentario:

  1. Nos extrañamos que hoy no hubieras publicado tu magnífico comentario que siempre esperamos.Que nuestro Jesús te siga dando salud y amor.

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