martes, 1 de enero de 2019

1 enero 2019: La maternidad divina


LITURGIA
                      Se abre el año con una bendición solemne de la Liturgia, tomada del libro de los Números (6,22-27): El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor; el Señor se fije en ti y te conceda la paz. Dios nunca niega su bendición a la humanidad, pero con el envío de su Hijo al mundo se ha hecho Palabra irrevocable en la que se nos dice a gritos: “Yo te amo”.

          El SALMO insiste en la misma bendición: El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros…, y conozcan todos los pueblos tu salvación.

          El instrumento para la llegada de esa Palabra  de bendición es la Virgen María. La 2ª lectura (Gal.4,4-7) nos afirma que María fue la mujer de la que nació Jesús en lo humano:  Envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido según la Ley. Hoy celebramos su maternidad divina. María es Madre de Jesús y Jesús es Dios. Por eso ella es MADRE DE DIOS.

          Lc.2,16-21 es el evangelio de hoy, en el que se repite el momento en que los pastores llegan a adorar al Niño, y lo encuentran con María, su Madre, y con José, velo que cubre el misterio. Y María vive aquello con toda la fuerza de lo misterioso, y por eso conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. No era solo recordarlas, admirarlas. Era meditarlas, ahondarlas, intentar descubrir el meollo profundo de la realidad que le ha tocado vivir.
          María vive momentos muy humanos. Belén y el pesebre donde recostar al niño no puede ser más humano y de mayor pobreza. Y sin embargo el hijo que se le ha anunciado es Hijo del Altísimo. Eso no se digiere sino desde la mucha oración y la mucha fe. Por eso María conservaba todas estas cosas en su corazón, ese arca profunda de misterio, que le acompañará toda la vida.
          Y como era ya el octavo día desde el nacimiento, tocaba imponer el nombre al Niño, con el rito de la circuncisión. Y José realiza esa obra, que era propia del padre de familia.
          La liturgia ha desdoblado esta fiesta y ha pasado al día 3 la celebración del NOMBRE DE JESÚS, por lo que hoy no se hace especial hincapié en ese momento, pero de suyo corresponde a este octavo día, como era en la ley judía. Es un momento importante porque el Niño va a recibir el nombre señalado por Dios, nombre que responde a una vocación a la que Dios le ha destinado. Jesús significa SALVADOR y Jesús ha venido al mundo con la misión de salvarlo. No obstante nos dirá San Juan en su inspirado Prólogo que la Palabra vino a los suyos y los suyos no le recibieron. No queda por Dios la salvación universal, pero Dios respeta la libertad del hombre y no se la impone desde fuera, y por la fuerza. Ahora le toca al hombre acoger esa llamada y usará de su libertad para acogerla o rechazarla. Pero la bendición de Dios sigue planeando sobre esta humanidad y Dios espera cada instante con su paciente misericordia a que cada hombre se deje coger por el amor.
          En ese camino encontramos la acción maternal de María, que tiende su manto hacia la humanidad y quiere entregarle a su Hijo, el Salvador, para que se realice en él la bendición prometida.

          Nosotros vivimos todos estos misterios de nuestra fe en el acto más importante de la vida cristiana, que es la SANTA MISA. En ella rememoramos y revivimos la obra de la redención de Jesucristo, en forma de acción de gracias continuada a través de cada domingo o fiesta del año, y que ahora está centrada en los misterios de la infancia de Jesús.


          Llegue a nosotros la bendición de Dios, que nos ilumine y acompañe todo el año. María, como Madre de Dios y madre nuestra, nos conduzca.

-         Por la Iglesia y el Papa, Roguemos al Señor

-         Por España y todas sus necesidades, Roguemos al Señor

-         Por nosotros y por nuestras familias, Roguemos al Señor.

-         Por la conversión del mundo, Roguemos al Señor


Ven en ayuda de esta humanidad que se desvía por caminos de increencia y apartamiento de la senda del bien.
          Por Jesucristo, N.S.

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