miércoles, 25 de julio de 2018

25 julio. SANTIAGO APÓSTOL


A Manuel Sanches, Obispo de Targa
          Este destinatario de la carta había estudiado en París junto a Ignacio, con quien tuvo una especial intimidad, y era muy afín a la  nueva Orden. Aunque no se conserva su carta a Ignacio, debió hacerle una consulta personal por la que él se sentía muy agobiado por sus ministerios de inquisidor general y auxiliar del Obispo de Lisboa. Por ello debió proponerle a Ignacio la idea de renunciar a sus responsabilidades para más dedicarse al servicio divino.
          Ignacio le responde alabándole sus deseos de ese servicio y le indica que puede dedicarse completamente a Dios aun conservando sus responsabilidades. Lo que tiene que hacer es buscar a Dios en esas mismas ocupaciones de su oficio, lo mismo que buscar a Dios en todas las cosas.
          Es un principio ignaciano el buscar a Dios en todas las cosas, y en todas las cosas encontrar a Dios. Y eso es lo que le responde a su buen amigo.

Liturgia:
                      Cuando Santiago y Juan se acercaron a Jesús para pedirle estar ellos a la derecha y a la izquierda del reino de Jesús (Mt.20,20-28), lo que menos imaginaban era que Jesús emplazaba a los dos hermanos a beber el cáliz que Jesús iba a beber, y que era precisamente la muerte en defensa de la verdad del evangelio y en seguimiento de su propia pasión y muerte.
          Hoy nos encontramos con la fiesta de Santiago, testigo de los grandes momentos de Jesús en el Tabor o en el Huerto, el primer apóstol que sufrió el martirio. Su afirmación a Cristo de que “Podemos beber el cáliz”, se cumplió totalmente cuando Herodes decidió darle muerte para acallar el testimonio que los apóstoles daban de Jesús con mucho valor, y haciendo signos y prodigios en medio del pueblo. (Hech.4,33; 5,12, 27-33; 12,1).
          Empezó la persecución con el sumo sacerdote que los interrogó a los apóstoles en presencia del Consejo: ¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ESE? El sumo sacerdote no quiso ni nombrar a Jesús, porque era un crucificado y de los crucificados no quedaba ni el nombre. Y les echa en cara que habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre. Aparece el cinismo del sumo sacerdote que pretende quedar al margen de la pasión de Jesús.
          Responde Pedro que hay que obedecer a Dios antes que a los hombres: “el Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándolo de un madero. Si pretendían chafarse de la culpa, Pedro se la pone por delante.
          Ellos se consumían de rabia, y Herodes acaba mandando decapitar a Santiago.
          Ha sido una realidad aquel “Podemos beber el cáliz”, y a Santiago le ha tocado ser el primero de los apóstoles que entrega su vida en defensa de la verdad del Maestro, razón por la cual hemos tenido este texto en la 1ª lectura.

          En la 2ª lectura (2Co.4,7-15) se ha resaltado la aparente contradicción que hay entre el limitado valor humano de los apóstoles y su gran misión y valor íntimo que hay en ellos: Este tesoro lo llevamos en vasijas de barro –la realidad humana de aquellos hombres- para que se vea que una fuerza extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros. Y va haciendo Pablo una contraposición entre lo poco que ellos pueden dar de sí y las maravillas que en ellos ha hecho Dios: llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.
          España celebra la fiesta de Santiago como la de su Apóstol Patrón. Es un sentir muy antiguo que Santiago llegó con su predicación hasta los confines de Occidente. Después de la invasión mahometana, el apóstol aparece venerado en España como patrono de los reinos cristianos. Éstos proclamaron en los siglos siguientes su gratitud por la protección de Santiago en la defensa de la acción misionera que contribuyó a propagar a la Iglesia en el mundo.
          Su sepulcro en Compostela, a semejanza del sepulcro vacío de Jesús en Jerusalén y de la tumba de San Pedro en Roma, atrae, hasta nuestros días, a innumerables peregrinos de toda la cristiandad.
          Los Papas han concedido a su santuario un jubileo frecuente y otras gracias extraordinarias.

1 comentario:

  1. Hoy celebramos el martirio de Santiago Apóstol. El Rey Herodes no podía tolerar que los Apóstoles predicaran la Doctrina de Jesús; hizo pasr a cuchillo a Santiago, en Jerusalén. Santiago es Patrón de España y, tal día como hoy, llegan a Compostela, peregrinos de todo el mundo. La peregrinación conserva sus raices medievales. Es un lugar de apertura a la espiritualidad, al encuentro con uno mismo y al encuentro con muchos hermanos de cuaquier nacionalidad y sobretodo al encuentro con Dios.

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