sábado, 1 de agosto de 2015

1 agosto: Discernimiento de "2ª Semana"

El discernimiento en la 2ª semana
          Las materias que estamos tratando pueden parecer menos “calientes” para el alma, pero son muy útiles para toda persona espiritual. ¡Y ya sería para cantar victoria si se tomaran como elementos que pueden surgir a diario!
          Las REGLAS DE DISCERNIMIENTO son de permanente uso en el acompañamiento espiritual. Las de la “1ª semana” en ese reconocimiento de la acción de Dios o del mal espíritu, la Consolación y la Desolación, y cómo proceder en cada caso.

          Las “REGLAS DE 2ª SEMANA” son más sutiles porque se dan ya en almas espirituales, con engaños menos fáciles de captar. Intentemos.
          1ª) Dios y sus ángeles dan verdadera alegría y gozo espiritual, quitando tristeza y turbación, a las que el enemigo induce atacando esa alegría y consuelo espiritual con razones aparentes y continuos engaños.
          2ª) Propio de Dios es dar consolación sin causa precedente, porque Él entra en su casa. “Sin causa precedente” quiere decir sin ningún previo sentimiento o conocimiento. Viene porque viene.
          3ª) “Con causa” puede venir el consuelo ya sea del buen espíritu, ya del malo. El malo entra con buenos propósitos aparentes y luego desvía, para salirse con la suya.
          4ª) El ángel malo se disfraza de ángel de luz (lobo con piel de cordero). Entra con bien y sale con mal. De ahí a engaños encubiertos y perversas intenciones.
          5ª) Debemos advertir el proceso: lo que empieza bien, continúa bien y acaba bien, es de Dios. Si el curso de los pensamientos va desviando del bien (debilita, inquieta, conturba, quita la paz y la tranquilidad del alma), es clara señal del mal espíritu.
          6ª) Cuando el mal espíritu fuere sentido de alguna manera (su cola de serpiente, aunque no se le viera la cabeza), debe la persona analizar el curso de esos pensamientos: el principio, el medio y el final, y cómo se fueron desviando hasta traerlos al mal. Debe aprender para otra ocasión.
          7ª) A los que van de bien en mejor, el ángel bueno toca con suavidad: como gota sobre esponja. El malo, con ruido, agudamente: como gota sobre roca, con ruido e inquietud. A los que van cediendo y decayendo, las sensaciones son al revés: el buen ángel remuerde y deja inquietud ante ese mal derrotero. El malo intenta apaciguar y quitar importancia para que no reaccione esa persona.
          8ª) En la “consolación sin causa” debe prevenirse el alma entre lo que es el proceso de una acción de Dios (principio, medio y fin) y lo que sucede después, no sea que en el buen rescoldo del bien recibido, anidara una nueva tentativa de engaño. Siempre hay que estar alerta. Y en posibles propósitos hechos a renglón seguido en el fervor de una consolación, puede haber error, porque una cosa es el momento en que actúa Dios, y otra los rescoldos posteriores.


          Estas orientaciones deberían estar presentes en muchas personas que –con demasiada facilidad- se creen “iluminadas por Dios”. El discernimiento de espíritus es muy difícil de hacer sobre uno mismo. De ahí que el acompañamiento espiritual sea la base de los Ejercicios Espirituales ignacianos.

4 comentarios:

  1. Liturgia
    La 1ª lectura (Lev 25, 1, 8-17) es la institución de un año jubilar, año santo que Dios establece con una intención de “borrón y cuenta nueva”, un “volver a empezar”. Se celebrará cada 50 años y es una norma de higiene social maravillosa. También de higiene moral, porque se predica el perdón pleno de parte de Dios. A eso debe acompañar el perdón de unos respecto de otros, la devolución de las deudas o préstamos… “Cada uno recobrará sus propiedades”. Incluso dejar las tierras en barbecho para que descansen, salvo lo que necesite cada familia para su alimento. Las ventas no acumularán intereses sino que se computará todo a partir de este “nuevo año”, año santo.
    La Iglesia conserva esta costumbre y promulga “años santos” cada 50 años. Y bien de desear sería que el pueblo fiel tomara pie de aquellas instrucciones para tener la novedad de un “volver a empezar” en todos los sentidos.
    En el Evangelio (Mt 14, 1-12) encontramos la narración del martirio de Juan Bautista, víctima de la verdad que siempre expresó y mantuvo aun con peligro para su vida. Y cayó víctima de su coherencia con la verdad, no doblegándose ni ante el rey Herodes. En efecto, como Jesús lo describió, Juan Bautista no fue “una caña doblegada por el viento”.
    También un personaje de referencia, cuando se vive tan poco fieles a la verdad…, tan orillando las responsabilidades…, tan recurriendo al disimulo, a la que llaman “mentira piadosa”, y que viene a ser un constante escurrir el hombro para no afrontar la propia responsabilidad, e incluso el testimonio de la fe.

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  2. En la consolación sin causa el hombre sólo puede tener una actitud pasiva, receptiva, la iniciativa siempre es de Dios y siempre es un Don. Creo que no se puede confundir una consolación divina con una "consolación" demoniaca; yo no soy consciente de haber tenido consolaciones de este tipo por la misericordia de Dios.Una consolación divina deja unas marcas imborrables en la persona que la ha vivido, es transformante y capacita a la criatura para amar con el mismo amor divino con el que Dios la amó primero...Deja una gran Paz y una Presencia permanente que invita a la criatura a hacer lo que agrada a Dios y por eso, su amistad con el Creador es posible si sólo quiere hacer su voluntad.

    El Evangelio nos habla de Jesús, de quién es y de su proyecto. La gente lo busca, Algunos lo buscan por intereses egoístas, como ahora; no podemos ir a Jesús de cualquier modo; nuestra primera intención ha de ser de purificación; conocer a Jesús, conocer su Persona y los valores que encarna. Si le buscamos sinceramente, Él mismo se mostrará y nos abrirá el corazón. Hoy se presenta como el hijo del hombre enviado por Dios y marcado con su sello y como el pan que da vida para que los hombres puedan saciar su hambre y su sed.

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  3. San Ignacio sí tuvo consolaciones falsas, y las narra en su autobiografía, con una visiones que le hacían gozar sobremanera mientras contemplaba aquello. Y luego advertía, al acabar, que le quedaba malestar. De ahí sacó él las Reglas de esta "2ª semana", que son propias de almas espirituales que son atacadas con falsas consolaciones que producen mucha satisfacción..., pero que luego dejan amargor. De ahí que en la consolación sin causa enseña a analizar el principio, medio y fin. Y aún después de acabada la experiencia, todavía hay que estar a la expectativa del posible rescoldo. Cuando es de Dios, permanece el impulso hacia el bien. Cuando no es de Dios, se tuerce en un determinado momento, porque -al fin y al cabo- es un engaño de Satanás bajo capa de luz.

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  4. Muchas gracias, P. Cantero; esta noche me desperté angustiada: le había vendido mi alma al diablo; mi reacción ha sido despertarme muy bien y pedirle ayuda al Señor; conseguí dormir un poco más pero sin poder sacarme de la cabeza el miedo. El día lo comencé con el ofrecimiento de obras, seguido de la meditación del día del P. Francisco Carvajal y el rezo del Santo Rosario con Radio María. Ahora, estoy bien; pero sin dejar de pensar que necesito a Dios en cada momento.Yo suelo acudir al Padre porque me da mucha seguridad.

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