lunes, 3 de agosto de 2015

3 agosto: "Tercera Semana": LA PASIÓN

“TERCERA SEMANA”
          La ELECCIÓN, RE-ELECCIÓN o REFORMA DE VIDA debe estar prácticamente hecha. La “tercera Semana” debe venir a afianzar esa Elección. Terminada la contemplación de hechos de la vida de Jesús, entramos en la PASIÓN, que no es un “cambio de materia” sino la comprobación de adónde llega la honradez del que elige según Dios. Jesús fue fiel a su misión y desemboca en su Pasión.

          DE BETANIA A LA ÚLTIMA CENA
          Oración preparatoria.
          Historia: Desde Betania envía Jesús discípulos a Jerusalén para preparar la Cena. Después acude Él con los otros discípulos, cenan el cordero pascual, lava los pies de los apóstoles y da su Cuerpo y su Sangre. Les hace un sermón, después que Judas hubo salido para vender a su Señor.
          Composición de lugar: Camino de Betania a Jerusalén (ancho o estrecho, llano o no). [Se trata de fijar la imaginación sobre el tema]. Cenáculo: espacioso o pequeño, de una forma u otra.
          PETICIÓN pedir dolor, sentimiento y confusión porque por mis pecados va el Señor a la pasión.
          VER A LAS PERSONAS
          [Remito a mis libros: “Quién es Este” y “Traspasando la ventana”
          Tensión que se masca en Judas en Betania. Dolor en el corazón de Cristo, y precauciones que ha de tomar. Disgusto en los apóstoles que ven enrarecido el ambiente por causa de aquel compañero.
          Dos apóstoles que van haciendo la descubierta para preparar.
          Momento duro para Jesús de emprender el camino hacia Jerusalén.
          OIR las protestas de los apóstoles ante la actitud huidiza de Judas.     Los apóstoles que preguntan dónde preparar la Pascua, y Jesús que les da “en clave” lo que tienen que hacer. Despedida de Jesús de sus amigos de Betania. Silencios difíciles de aquel camino.
          Cenáculo. Cena Pascual con todos los detalles que podamos vivirla, metiéndonos de lleno en aquella secuencia tan variada: anuncios de Jesús, descubrimiento del traidor, anuncio de negaciones, lavatorio de los pies y mandato del amor; salida de Judas amargado y dejando tan mal sabor en todos. Momento misterioso y sublime en que Jesús da a comer su cuerpo y a beber su sangre, anunciando su muerte.
          Sermón de despedida.
          OBSERVAR, REFLEXIONAR, METERSE DE LLENO en esta situación. “Sacar provecho”, dice San Ignacio.
          Pero la “3ª semana” añade tres puntos más:
          Considerar lo que Cristo padece y QUIERE PADECER. Y esforzarme con mucha fuerza por sentir dolor, tristeza y aun llanto.
          “Quiere padecer” puede significar que todo le parece poco por nosotros. O su voluntad de padecer más si fuere preciso.
           Considerar como la Divinidad se esconde; cómo podría destruir a sus enemigos y no lo hace, y cómo deja padecer a su humanidad tan cruelmente.
          Es un punto de enorme importancia porque nos lleva a la realidad absolutamente humana de los pasos de la Pasión. Y a la vez nos deja el pensamiento de que podría haber aniquilado a sus enemigos pero Jesús se ha guardado su mano en esa plenitud de humanidad con la que quiere padecer, y no asoma por ninguna parte el poder de los milagros: deja padecer a su humanidad toda la crueldad de la pasión.
          Considerar que todo lo padece por mis pecados. Y yo, ¿Qué debo hacer y PADECER por Él?

          COLOQUIO, según se halle mi alma y necesite. Dejarla ir por dónde mejor se encaje con el momento en que estamos.

2 comentarios:

  1. Liturgia
    Los israelitas por el desierto protestaron constantemente. Y no sólo protestaron sino que, olvidando las cargas que los egipcios les impusieron durante su esclavitud, ahora añoran siempre lo que tenían en Egipto. La protesta es contra Moisés. Y Moisés que –como ya se dijo hablaba con Dios como un hombre habla a su amigo se presentó ante Dios y le habló verdaderamente con la confianza y espontaneidad de amigo: Señor, yo no puedo llevar en brazos a este pueblo. Si esto va a ser así, mejor que me quites la vida.
    El Salmo, como un eco de esas palabras de Moisés, repite: Aclamad a Dios, nuestra fuerza. Es lo que Moisés ha hecho con Dios.
    El Evangelio tiene su contexto particular, distinto a otros evangelistas. La retirada de Jesús a lugar descampado es poniendo tierra por medio con la tensión provocada por Herodes que ha decapitado al Bautista. Lo que también puede aplicarse a cómo Jesús se distancia del que hace el mal: no quiere cuentas y se va: atraviesa a la otra orilla (muy significativo en diversos momentos el Evangelio).
    Allí se les habían adelantado las gentes y Jesús sintió lástima. Con una fina ironía le dice a los apóstoles que le den de comer a toda esa gente. Ellos, admirados de aquella salida, advierten que sólo tienen 5 panes y 2 peces. Jesús los pide: “Traédmelos”. Y ahora, cuando se han quedado aun sin aquella minucia, ahora Jesús los bendice y los da a repartir. Y comen 5000 varones, y las mujeres y los niños.
    También nos lleva a una idea fundamental evangélica: la necesidad de compartir. Poco o mucho compartido, acaba sobrando para todos.

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  2. ·"Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob". Los saduceos le plantean un problema y Jesús establece una distancia insalvable entre las realidades celestiales y terrenales, se sitúa en otra dimensión, en el horizonte de Dios. En Él y con Él tenemos vida y esperanza; en Él tenemos vida eterna; por Él,la vida acaba en resurrección. Si tenemos fe, participamos ya de su vida. Él vive, Él está con su Iglesia de una manera activa. Él nos puede revelar la clave del futuro a cada uno como un secreto único e intransferible, lleno de plenitud.y realización.

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